Comando Peñota: Peñón Juan Plaza-07-01-17

07-01-17

MONO DE PEÑÓN

Me voy a por agua, llego a la fuente de la hiedra y me encuentro a una persona que por lo que parece va a coger agua para el regimiento Inmemorial del Rey nº 1 entero, no me voy a parar a contar garrafas vacías dispuestas en batería muy ordenadas eso sí, no me lo pienso ni un minuto, llevo días con el “mono-Peñón”, me acerco a los depósitos de agua y por la puerta que hay enfrente comienzo a subir, rápido llego al camino del Ingeniero, casi le saludo como a un amigo que llevase tiempo sin ver, realmente es un buen amigo del Comando Peñota, ¡hasta la vuelta buen amigo! Cojo un arrastradero con bastante pendiente dejando el arroyo a la derecha, el terreno esta peligroso por culpa de la helada, pero las ganas de ver de nuevo el peñón son fuertes, por eso subo a toda velocidad, bueno, en realidad voy a 930 m. por hora, no sé, particularmente creo que en el presente nunca he subido tan deprisa una pendiente fuerte. Si subiré deprisa, que ya estoy aquí y aquí está él, perpetuo y deslumbrante, a causa de que le da el sol de frente, parece una joya gigantesca, está acompañado de su fiel escudero el pino con su cicatriz que le coge desde la copa hasta las raíces, supongo que hecha por un rayo, si a eso le sumamos el muérdago (Viscum Album) semi-parásito que sus hojas hacen la fotosíntesis pero sus raíces toman la savia de él, por lo cual no parece que este muy boyante de salud. Espero que siga muchos años más a su lado porque forman un conjunto precioso.
Busco un asiento al sol y al reguardo para comerme una barrita energética de manzana. El disfrute que me producen los sentidos del gusto, el oído y la vista me dan tranquilidad, a eso le sumamos que el oxígeno me riega de nuevo el cerebro después de la rápida subida, motivos que le dan alas la imaginación y vuela por encima de nuestro querido valle, mejor diríamos término, porque casi se ve al completo. Muchas y agradables imágenes me vienen a la cabeza. Es tal el disfrute, que no puedo más que recordar cómo ha sido posible que teniendo este tesoro toda la vida a mi disposición, no le haya gozado más. Animo a todo el mundo a disfrutar del campo y a su posterior relajación que te deja como nuevo, absténganse los cochinos por favor.
Un repaso visual a todo el término. Me gustaría recordar cómo era en aquella primera excursión dirigida por don Donato hace más de cincuenta años, como decía mi abuelo ¡cómo ha cambiado la vida! desde luego mentalmente hago recuento y voy eliminando construcciones posteriores y se queda muy reducido. No estaría la autopista, seguramente alguien tendrá alguna fotografía de ello. Como cambiamos los hombres con las obras el entorno, que se lo pregunten a los antiguos habitantes de Riaño por ejemplo.
Momento de bajar, con “cuidadín”, posibles resbalones. A media bajada, dos corzas me hacen un pase de modelos, la delicadeza y gracilidad que tienen son otro más de los alicientes para alegrarte la vida un poco más durante los paseos por el campo. Termino la bajada me trasplanto los meniscos, ya pasó el mono del peñón, vendrán más monos. Ahora tan contento me voy a ritmo de música celta a tomar unas pintas de agua de la fuente la Hiedra.