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domingo, 25 de octubre de 2020

14-06-20 Espirdo-Bernuy de Porreros


 


Andanzas segovianas 

"Spyrdo"

14-06-20



      Hoy acercamos a una pasajera hasta este pueblo de nombre tan curioso y bonito, motivo que aprovecharemos para hacernos otro capítulo conexionando pueblos segovianos, una actividad que nos encanta.

    Antes de comenzar la curiosidad nos lleva a preguntarnos el origen de nombre tan peculiar:

      Está documentado que allá por el año 1085 se le conocía por el nombre de "Spiritu", en 1247 pasó a denominarse "Spiritu de Ruviales" y fue ya en el siglo XVI cuando adquirió el definitivo y singular nombre de Espirdo, gozamos con lo que leemos, entre otras muchas cosas que hace tres siglos colonizadores calagurritanos (nos encanta el gentilicio) repoblaron estos parajes y que entre otras cosas fueron responsables del apelativo del arroyo que bordea el pueblo, San Medel.   

      Curiosidades aparte dejamos a nuestra pasajera en compañía de los amigos a los que viene a visitar y nosotros aparcamos en la calle de La Fuente desde dónde arrancamos. Nos vamos por la calle Segovia con dirección a la misma, ya  en las afueras del pueblo nos encontramos con el frontón municipal de reciente construcción y  que está clausurado por el consabido viral motivo, desde aquí tomamos el camino que  nos llevará a nuestra "boya de viraje” como se diría en las regatas, que hoy está situada en Bernuy de Porreros. 

      Hace un día soleado pero tenemos la suerte de que no han llegado los calores estivales que por  estas tierras seguro que son rigurosos, cruzamos por un puente a la margen izquierda y ya descubrimos que por el arroyo de San Medel baja un hilo de agua (ver los ríos secos es angustioso aunque sean pequeños como este) proseguimos y apreciamos que en el campo hay muchas flores, algunas de ellas se ven por nuestro territorio pero aquí se muestran  en exuberantes matojos.


Mata de amapolas.

De margaritas.

      Poco nos dura la alegría, una desazón nos viene dada vía olfativa, vemos en la margen contraria un cercado que custodia lo que suponemos debe de ser la depuradora del pueblo, por lo visto, más bien por lo olido no funciona muy bien que digamos, unos metros más abajo vierte un chorro que claramente es el culpable de la apestosa situación, que dinero e instalaciones más mal aplicados. 

La "i" responsable.

      Paso a paso vamos dejando a nuestra espalda la pestilente atmósfera, lo que nos permite retomar el disfrute. Vemos que el camino por el que vamos hace de "frontera", viendo a la izquierda tierras de secano que aún se resisten a perder el verdor de la primavera tachonado de múltiples florecillas que le dan calor y color, a la derecha producto del hoy escaso caudal del riachuelo que mantiene verdes a las diferentes plantas del sotobosque que le flanquean. Este está compuesto por ejemplares de álamos, fresnos, olmos y como no los altos de la clase, los chopos con sus grandes y bonitas hojas hoy verdes. Más bajos están los hijos de los gigantes que miran hacia arriba con ganas de desarrollarse, otras que buscan las alturas pero saben que nunca llegaran, son las plantas arbustivas, brezos, saúcos y que no salga de aquí, no queremos ofender pero también los poco agraciados espinos y escaramujos. Todos ellos tienen a sus pies la alfombra compuesta por hierbas, helechos, musgos, etc., que lo embellece y ayuda a sujetar las tierras para que no se las lleve el agua y permita a la fauna moradora disfrutar de alimentos y un placentero frescor.


"Cicatriz".

      Disfrutando de la flora "bipolar" llegamos a un claro en el sotobosque que nos permite ver un puente, le cruzamos y la otra margen mágicamente nos sorprende con un área recreativa, se la ve de reciente creación, tiene unas mesas y unos bancos que nos van a venir de perillas para nuestro próximo reto que no es otro que comernos la "menestra" nuestra de cada día. Escogemos una mesa que le da la sombra y está situada al lado de la fuente del Moro, probamos su agua que sale generosamente, nos gusta bastante más el agua de nuestros terrenos graníticos, a su lado hay también un par de barbacoas que nos miran con cara triste por la falta de uso, están precintadas, en honor a la verdad, las mesas también lo están pero en realidad nos da la sensación de ser los únicos habitantes de este universo, aprovechando lo que nos ha dado la suerte nos ponemos a lo importante ¡A por la manduca!


"Nuestra menestra y lo otro".


 
Desde nuestro comedor.

      Como sospechábamos nos ha sabido riquísimo ¡hemos comido opíparamente! 

    Salimos del área recreativa del Soto de Arriba hacia abajo, nos llevamos buenos recuerdos y buen sabor de boca. Paralelo al camino descubrimos un circuito "del Cola-Cao" aprovechamos los diferentes aparatos para ir haciendo unos ejercicios para bajar "la menestra" cuando terminamos el recorrido parece que hemos pasado una puerta interestelar. Nos encontramos una llamativa agrupación de sauces llorones, la rodeamos y nos encontramos con una fuente con dos chorros que nos llaman la atención por su abundante caudal que rebosando del pilón que inunda un largo canalillo que antiguamente serviría para lavar la ropa, unos pocos metros más abajo desagua al arroyo. Justo es en este momento cuando descubrimos al culpable de las abundantes lágrimas de los sauces que veíamos anteriormente, un gran ejemplar de chopo, en su día tendría un gran diámetro,  pero atacado por los hongos la pudrición le ha hecho desaparecer el tronco casi en su totalidad, su visión es fascinante y al mismo tiempo perturbadora, este ejemplar no es como Argán, el protagonista de El enfermo imaginario de Moliere, se ve claramente como la putrefacción le ha gangrenado la mayoría de su ya extinto tronco dejándole solamente un pequeño arco de corteza, cambium y albura por la que milagrosamente aun suben los alimentos a unas ramas que viven felices ignorando que se les avecina una muerte segura si no hay alguien que lo evite, si es posible a estas alturas, cosa que desearíamos de todo corazón  ¡Ojala la próxima vez que vayamos nos le encontremos sano y robusto!


El llorón de Bernuy protege al Comando Peñota.

Fuente de Los Dos Caños.


      Unos días después retomamos el tema y comenzamos por curiosear para saber la posible cura del enfermo "no imaginario" y leemos lo siguiente:

      "Tratamiento de la putrefacción del corazón: Una vez que el árbol se está pudriendo, no es probable que sobreviva".

      Desde el primer párrafo nos despoja de toda esperanza dejándonos claro a lo que está abocado nuestro nuevo amigo, noticia que nos entristece profundamente. La esperanza es lo último que se pierde, en otra ocasión le visitaremos y ojalá la naturaleza haga la magia a la que nos tiene acostumbrados.


🌳 Seducción fatal. 🌳

      ¡Continuemos pues! Y lo haremos en dirección al campanario que vemos asomar sobre los tejados del pueblo, nos hacemos el "recodo del fraile" y nos encajona en la estrecha calle en la que se sitúa la iglesia, llegamos a ella y nos encontramos con la gran sorpresa de ver la galería oculta por unos tabiques enfoscados que ciegan totalmente todas las arcadas. Una vez pasada la extrañeza de dicha, podríamos decir  "chapuza", vemos que la parte de los capiteles que se ven aún se hallan en buenas condiciones y son realmente bellos, por otro lado los canecillos están bastante deteriorados.

Parroquia de Santiago.

      A la derecha de la puerta hay una hornacina acristalada con una cruz moderna y unos dibujos que se les ve más antiguos difíciles de datar y de interpretar, desde luego no los habíamos visto anteriormente, apreciamos también lo que parece un ente que tampoco sabríamos acreditar, habrá que llamar a Iker Jiménez de Cuarto Milenio para que estudie el tema.


👻 Detalle. 👻

      También nos llama la atención el cupulín que se haya a cobijo de la torre y que nos recuerda a la que viéramos en la iglesia de San Pedro en Zarzalejo, aunque ésta coronaba a la torre. Nos encanta la media pelota hecha con granito a prueba de bombas. Apoyadas en la cornisa, dos elaboradas esferas con su pedestal, un trabajo dificultoso y escultural, además la media "naranja" está coronada con un remate piramidal apoyado también en su plinto no menos trabajoso.

El cupulín.

      Dejando atrás la iglesia continuamos con el paseo urbano, nos encontramos un bar abierto donde nos tomamos un cafetín, como estábamos solos aprovechamos para tener una  divertida charla con la camarera y su amiga, muy rico el café, hasta la próxima, nos despedimos e iniciamos la vuelta, nuestras contertulias nos han comentado que el camino que va de Bernuy a Espirdo y viceversa es en realidad la Avenida del Doctor Gila !Curioso! Recién salidos del pueblo nos encontramos otra fuente, es sorprendente la cantidad de fuentes que hemos visto y todas con abundante caudal. Posteriormente descubriremos no con poca sorpresa que hace siete siglos el pueblo se llamaba Bernuy de Spiritu por su proximidad a Espirdo y tres siglos después tomo su actual nombre y una de las posibles explicaciones es que puede venir del vocablo vasco "bernubi" que vendría a decir sitio de aguas y zarzas que por lo visto no anda nada desencaminado, a lo que posteriormente se le añadiría el "apellido" por los abundantes sembrados de puerros.

Fuente de los Pájaros.

      Nos vamos ahora por la margen izquierda subiendo (si se puede decir así) decimos esto porque claramente no son los repechos de "Aguas Pendientes", si tenemos en cuenta que Bernuy está a 1014 metros y Espirdo a 1062 vemos que hemos bajado la friolera de 48 metros de desnivel y que nos disponemos a subir.

      Pronto llegamos al punto donde cruzáramos a la margen derecha cuando bajábamos. A partir de ahora desandamos el camino disfrutando de las curiosidades que nos depara el día, algunas muy diferentes a las que tenemos por nuestros lares. Por ejemplo vemos los sembrados con las espigas ya granadas, de hecho algunos están ya segados, es curioso ver las diferencias entre espigas, hay que echar mano de los Súper Cicutas.



Cebada.


Trigo.

      Unos cientos de veces habremos visto esta planta y hasta ahora no sabíamos que  tenía el común y redondo nombre de Gordolobo.


Verbascum.

       Algo nos dice que debemos darnos la vuelta, no es otra cosa que la sencillez, la paz, el musical trino de los pájaros y la belleza, cuadrinomio que tan agradable nos hace la vida.

Adiós.

      Esta maniobra hace que demos media vuelta y miremos hacia delante de otra manera, sosegadamente y con optimismo que buena falta nos hace para camuflar los efluvios que se empiezan a manifestar de nuevo.

      Vemos algunas tierras ya segadas cosa que el lunes o martes será recogida, llevada al molino, molida, amasada, metida en el horno y saldrá hecha pan que nos vendrá muy bien para próximos bocatas que nos darán dichosos momentos.



La cosecha.

      No nos hemos ausentado, nos hemos saltado el calvario de "las aguas"...... Ya acercándonos a la meta vemos a nuestra izquierda un arenero del que se ha  extraído barro santo para hacer millones de botijos.

Arenero y a sus pies otra tierra cosechada.

      No sabemos si es el final o el principio de la Avd. Del doctor Gila pero llegamos a la SG-V-2221 donde nos encontramos de frente a un "viejo amigo".

Mojón del santo pajarero.

      En un periquete nos presentamos ante la iglesia de San Pedro de líneas rectas, sobrias, con una rotunda torre de tres plantas, en la última de ellas se encuentra el campanario con unos grandes ejemplares que nos hubiese gustado oír. Un detalle que nos encanta es la encubierta entrada a la sacristía con su escalera de peldaños irregulares y puestos por el "tío Pelofino y su ayudante. Hay un detalle constructivo en la torre en su cara este que nos llama la poderosamente atención, vemos que partiendo de la peana de la saetera baja una hilada de sillares en un ángulo de cuarenta y cinco grados hasta llegar al dintel de la puerta del sacristán, producto de ello es la fisura que tiene la fábrica desde el ventanuco a la ventana del campanario.


Trasera de San Pedro.

      Nos vamos ya hacia el coche donde nos descargamos, pero antes de irnos vemos algo que no sabríamos decir que es, pero sí que lo hemos visto anteriormente en pueblos cuasi limítrofes, como por ejemplo en Sotosalbos, podría ser una fuente, un pozo… Nos vamos con  el "virus" de la curiosidad de saber su función.

¿El triángulo de Espirdo?


       Contentos porque después cuatro de meses volvemos a las andanzas segovianas y a las andanzas por las redes y en honor a que mañana es la festividad de San Frutos extraemos de la carpeta de pendientes el proyecto de hacer el camino del mismo nombre, eso si por etapitas.