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domingo, 29 de julio de 2018

22-07-18 La senda "Juanillo"

22-07-18

La senda "Juanillo"



     Con los medios que tenemos actualmente a nuestro alcance, bueno en realidad nos referimos a que hoy en día con la magia y tecnología que tiene lo que parece un simple móvil, estudiamos nuestro tema para el día de mañana y nos dice que en las peores horas del día tendremos un máximo de 25º, cómo pensamos que será llevadero nos decidimos ir a finalizar el recientemente descubierto e inconcluso camino del cual no sabemos su nombre, por este motivo en adelante le denominaremos la "Senda Juanillo", le llamaremos así por tres motivos, transcurrir por encima del Peñón JUAN Plaza, por debajo del PeñoncILLO y en honor a Juan componente  del Comando Peñota, decidido por y para el Comando Peñota.

     Comenzamos aparcando en los aledaños de la fuente de La Virgen de las Nieves, nos pertrechamos mientras que olemos el campo. Es 22 de julio, huele de maravilla, mejor después de la tormenta caída esta noche que ha limpiado el aire y humedecido el terreno, agradecemos este frescor a estas alturas del verano... Arrancamos hacia el este, abrimos la puerta por la que entramos a las faldas de Aguas Vertientes. Nos acercamos hasta la primera vereda a la derecha que nos sube al camino del Ingeniero, cuando llegamos a él le damos la espalda al arroyo de la Yedra y nos vamos de nuevo en busca del "camino de las curvas". Atacamos las laderas de El Carnero por un arrastradero, pronto vemos lo que después de un par de curvas nos hace pensar que hemos dado con el camino buscado, pero un poco después nos da la sensación de que le hemos abandonado, damos por bueno el primer contacto. Seguimos por esta vereda que es tan bonita que nos hace olvidarnos de las duras rampas, vemos unas bellas y delicadas florecillas que coronan un canto, este cuadro nos parece imposible, la delicadeza, musgo verde, el lugar, el sitio más alto de la piedra, se nota el paso de la tormenta nocturna.


Primavera-verano.
     Es curioso ver como unas discretas florecillas te llegan a cautivar. Rodeamos el canto para verla desde arriba, diminutas y preciosas, nos damos media vuelta y vemos la prueba viva, bueno en este caso está muerta, da igual es una prueba del "equilibrio cósmico", un pino se niega a perder la verticalidad y se acomoda suavemente sobre el "dedo" que le presta el peñascal.


La naturaleza, una artista como la copa de un pino.
     Rodeamos la bella estampa, por la espalda nos gusta menos, es menos artística, media vuelta y nos encontramos enfrente del peñascal de El Carnero, imponente, bello, que vamos a decir nosotros que estamos enamorados de él desde el primer día.


Ahí vamos.
     Subimos por una veredita que va entre los riscos que no nos permite perdernos, nos lleva de la mano a la cima, una vez allí, buscamos el MIRADOR, si con mayúsculas, para el Comando Peñota este "balcón" es el mejor punto para la observación integral de San Rafael, sin duda alguna, desde el mismo punto vemos completamente todo el pueblo, fijándonos tenemos que dar de nuevo la razón al abuelo Félix, ¡cómo ha cambiado la vida! Un simple vistazo al pueblo y caemos en la cuenta de su transformación en el tiempo vivido por nosotros, para contar y no acabar, mejor no removamos al abuelo Cebolleta que llevamos dentro, pero una cosa está  clara nuestro pueblo es bello y placentero, es curioso ver como los árboles ocultan muchas de las construcciones, este motivo le hace parecer más pequeño de lo que realmente es. Nos encanta su situación, inmerso en un valle con tres salidas, una al este, dirección Madrid, otra al oeste camino a la Coruña (con sumo gusto) y la salida norte por la que vamos y volvemos de Segovia. A pesar del frescor del verano y las tormentas los pastos amarillean dando paso a la posibilidad de lo que tanto tememos y odiamos, los incendios. A estas horas vemos en la tele horrorizados las imágenes de unos incendios ubicados en Grecia, el reportaje es aterrador, coches, casas, flora e incluso se encuentran un grupo de personas totalmente calcinados buscando la seguridad en un abrazo materno filial, además de los múltiples daños económicos y ecológicos hay que añadir a estas horas 80 víctimas más de 200 heridos y decenas de desaparecidos, una verdadera catástrofe, desgraciadamente todos los veranos tenemos noticias de esta índole. El Comando Peñota aborrece estos sucesos, los odiamos de todo corazón, por estas circunstancias el verano nos irrita cada vez más. Acompañamos en el dolor a los habitantes de esa península con ese nombre tan bonito y antiguo de Ática que ya tuviera un episodio parecido a este hace 1588 años, a partir de ahora será más conocida por este desastre, le deseamos que desaparezcan lo antes posible las cenizas y se curen las heridas y daños psíquicos, lo de los árboles habrá que darle más tiempo, esto ha sido una auténtica tragedia griega.


San Rafael desde El Carnero.
     Nos despierta del sueño un corredor que sube por el mismo sitio que nosotros, pero, él sube a toda pastilla, cuando llega a nuestra altura se para y pregunta, ¿Dónde estamos?, le respondemos que según los mapas en El Carnero y en el argot de los gabarreros el "Canto'l tocino" se troncha y nos responde que le gusta más este último como a nosotros. Es increíble verle tan fresco y hablar tan tranquilo teniendo en cuenta por donde ha subido corriendo, con tanta prisa podemos hablar poco con él, lo justo, no lleva dirección definida, se pone a correr y punto, le indicamos cómo puede subir a El peñoncillo y se va como ha venido, corriendo como un corzo, por nuestra parte nos quedamos a descansar de verle correr un rato más mientras disfrutamos de este observatorio natural. Da verdadero gusto disfrutar de estos momentos con todos los sentidos, el tacto, buen tiempo con una ligera brisa acariciándonos; el oído regalado por los trinos de no muchos pájaros sea dicho de paso; el gusto, solo pensando en el bocata nos relamemos; el olfato recoge los múltiples olores que nos vienen de todos los lados de diferentes flores y plantas y la vista, el goce de la vista es mayúsculo. Como no disfrutar con la visión  además de San Rafael, de la sierra del Quintanar, La Mujer Muerta con "Montón de Osos" imponente, la delicadeza de las líneas Montón de Trigo, las bruscas aristas de La Peñota, el puerto de El León, Cabeza Lijar con la pequeña Cabeza de Buey a sus pies, La Salamanca, a nuestra espalda Cueva Valiente y El Peñoncillo, El Caloco y sus "Caloquines", "la tachuela", Cabeza Reina y tenemos que mencionar también el prado Raso que nos encanta, pero lo que suele ocurrir cuando los cinco sentidos se alinean en el disfrute, es, que entras en un estado de bienestar psicológico que es lo mejor del mundo, conclusión, la gloria.


Cueva Valiente a su derecha más bajo y recortado El Peñoncillo.

La mole de Cabeza Lijar y la pequeña Cabeza del Buey.

El fotogénico Prado Raso.
     Salimos de nuestro ensimismamiento y nos vamos, pero antes de abandonar el "Canto`l Tocino" descubrimos más regalos para nuestra vista, vemos unas dedaleras en julio y el pino que tanto nos gusta.


Digitalis Purpurea.

El Solitario del Canto`l Tocino.
     Ahora sí que nos vamos subiendo hacia el sur por un camino precioso y paralelos a la alambrada que nos separa de Peguerinos y que hoy no cruzaremos. Dejamos la talanquera atrás y antes de llegar a la puerta peatonal nos encontramos con lo que dijimos en su día nacimiento de arroyo de la Yedra, hoy diremos que sigue siéndolo, a lo que hay que sumar que también es la fuente del Cura que la última vez no vimos pero hoy quitando unas hierbas y unas piedras, ahí está.


Fuente del Cura.
     No podemos probar su agua, está a ras de suelo, puede que la hayan chupado y "lo otro" las vacas y los caballos, como la vemos tan bonita y con agua nos vamos contentos, subimos unos metros y cruzamos el cauce del arroyo que a estas alturas está seco, desde aquí cogemos "La Senda Juanillo" para recorrerla entera y así descubrir cuál es su final, solo conocíamos el cómodo tramo hasta llegar a la altura del peñón.


La Senda Juanillo.
     Entramos en lo ignoto y seguimos disfrutando del descubrimiento, llegamos a un punto donde el camino empieza a girar al sur al mismo tiempo que empieza a subir de cota, empezamos a pensar que nos va a llevar dando una vuelta a la explanada de El peñoncillo, subiendo llegamos a los 1650 m. y cuando ya estamos convencidos, el camino cambia de dirección y de pendiente, comenzando a descender por una pendiente pronunciada que forma parte de la depresión del arroyo Gargantilla seguimos bajando y sorprendentemente vemos a las estepas en plena floración, todas repletas de insectos.



Rodeado en amarillo un moscardón de dos arrobas,
     Descendemos zigzagueando en dirección a arroyo y en una de esas pronunciadas curvas vemos un adoquín de granito gigantesco con un jardín en su parte de arriba.


Adoquín del Pinar.
     Continuamos y en otra curva del camino nos asomamos a la hondonada del Gargantilla vista desde otra perspectiva que no habíamos visto nunca, preciosa y profunda con el cerro de los Arteseros enfrente, no vemos el mojón pero si el espectáculo de la profunda garganta del Gargantilla, no entendemos muy bien el diminutivo una vez que vemos su auténtico tamaño.


Enfrente ladera de Los Arteseros.

Bella naturaleza muerta.
     Descenso a tumba abierta, buenas pendientes, unas buenas curvas y nos metemos en el centro del Gargantilla, sin meter los pies en el agua, no hemos buscado dos taburetes de medidas idóneas y en una situación fresquísima, nos sentamos en los mismos y hacemos el despliegue de medios necesario para comernos un maravilloso bocata de chorizo de León riquísimo, una pena que nos dure tan poco, nos vamos para ver la otra etapa.

Nuestro comedor de hoy con aire acondicionado.

     Una vez repuestas las fuerzas cruzamos a la margen izquierda y comenzamos de nuevo a bajar hasta el camino del Ingeniero que tomamos a la derecha, se podría decir que vamos haciendo una fotocopia de "La Senda Juanillo" teniendo en cuenta que al ir más abajo en la falda de la montaña la fotocopia nos ha salido más larga, más rellenita. Cruzamos el arroyo que baja hacia los depósitos, ya baja seco, continuamos y cuando llegamos a la fuente del Acebo no podemos beber porque sigue oliendo fatal, la dejamos que se "des atufe". Proseguimos  y antes de llegar al arroyo de la Yedra bajamos a la izquierda hasta la puerta  que hay al lado de la fuente, la cruzamos, nos olvidamos de la fuente de la Yedra, también huele fatal, nos vamos a la fuente que hace ya catorce años hiciera nuestro amigo Marquina. Hizo un gran trabajo con la obra, como está hecha por un segoviano y con granito del término durará tanto como el acueducto, dentro de dos mil años, coincidiendo que será año capicúa allá por el 4004 seguiremos bebiendo agua de la fuente de La virgen de las Nieves, sentándonos en los bancos de la mesa que complementa a la fuente y que también es testigo de meriendas imborrables, hoy nos refrescamos y divinamente, nos vamos a ver el tour. "Finiquitouse".

Virgen de las Nieves.
     P. D.: El gorrino dueño del plastiquito verde que se ve a la izquierda del chorro, si le está buscando, que contacte con nosotros se le devolveremos encantados.



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sábado, 21 de julio de 2018

14-07-18 El recodo Minguete

14-07-18

El recodo Minguete



     Aparcamos en el área recreativa y Centro de Interpretación Boca del Asno aunque esté mal decirlo. Llegamos pronto y ya hay bastante gente con la mesa cogida para pasar el día, por nuestra parte cogemos los hatillos, palos, mitones y partimos. Paramos en el centro del puente para echar un vistazo a la que nosotros pensamos que será la Boca del Asno, una garganta por la que pasa el río Eresma con bastante agua, transparente y seguro que muy fresca, ya hay algún bañista que ha cogido sitio dentro de ella.

Garganta ???
     Salimos del puente y nos vamos a la izquierda, pronto llegamos al Vado de la Tabla, (la clásica. el Comando Peñota propone y...) Nuestra intención era desde aquí coger una senda que nos llevaría a Navalpinganillo, pero no existe. Seguimos y cuando llegamos a Navalayegua tomamos el primer camino que sale al oeste por él subimos, por delante siempre la "liebre" y detrás el "galgo", la veo como se agacha y me presenta un fruto de un centímetro que me dice que es una fresa, se parece, me da a probar la mitad, increíble, un verdadero sabor a fresa me inunda la boca, tan pequeña y tan rica, había más matas pero aunque buscamos no vimos ni una más, no es extraño estando a estas alturas de julio. La naturaleza, que de nuevo nos sorprende, buscando fresas nos encontramos un níscalo al lado de una mata.



Falsa alarma.
     Como no vemos ninguna fresa y lo único que vemos son falsos níscalos nos vamos. Cruzamos el arroyo de Navalazarza y vemos como el camino nos dirige al suroeste a Peña del Buitre y posteriormente a Los Vadillos. El camino se va borrando y franqueados por el aroma de las genistas que nos embriaga cuando queremos darnos cuenta estamos medio perdidos,

Ambientador gigante.
     Vamos tras la Vereda de Valbuena y en su busca perdemos de vista el camino, cuando caemos en la cuenta estamos rodeados por una naturaleza salvaje que nos deja ver poco, deberíamos de haber cogido hoy el machete para abrirnos paso por esta maraña.



La selva virgen.
     La naturaleza en estado montaraz nos entorpece el paso pero nos hace disfrutar de ella, más teniendo en cuenta lo larga que está siendo la primavera. Vemos una futura "urbe insectívora", una ciudad multirracial formada por gorgojos descortezadores, perforadores, chinche rojas, gran capricornio (cerambyx cerdo), carcomas, termitas, etc., todos ellos con ese apetito voraz que les caracteriza se encargaran de comerse esta tremenda "tajada-tocón" y acabar transformándola en polvo que servirá de abono al entorno para volver a comenzar el ciclo de la vida.


Comedor social.

     Hemos dejado atrás el arroyo del Tesoro y la vegetación persiste en hacernos imposible encontrar a la huidiza Vereda de Valbuena. Nos encontramos en la parte baja de La Majada del Cochino en las faldas de La Camorca, a estas alturas nos queda claro la imposibilidad de hacer lo que teníamos pensado que no era otra cosa que buscar un camino para subir a La Camorquilla, en este momento tenemos una premonición en forma de mojón que nos dirige a la derecha.


Mojón direccional.
     Una vez que anulamos la idea primitiva cambiamos los planes, ahora nos ponemos como meta encontrar la Vereda de Valbuena. Después de andar un rato serpenteando y no encontrar la dichosa vereda, llegamos a la altura de un torrente, aquí decidimos desistir, bajaremos hacia el Eresma. Está claro que donde menos te lo esperas salta la liebre, bajando por la orilla izquierda del arroyo de las Pamplinas ¿con quién nos encontramos? ni más ni menos que con la Vereda de Valbuena, es curioso cómo es posible que no la hayamos visto antes, ¡por fin la vemos! ¡Nos ha costado! Nos damos cuenta que la estábamos buscando demasiado arriba, pero ahora abandonamos la selva y ante nosotros tenemos una estupenda senda, ¡qué gustirrinin! Cruzamos el Pamplinas y entramos de lleno en el paraje de Peña Gorda. Vamos tan cómodamente que desestimamos un camino que sale a la izquierda y continuamos  por Nava las Horcas, ahora que hemos encontrado la Vereda de Balbuena no la vamos a soltar hasta su término. Cruzamos el arroyo del mismo nombre y nuestra querida Vereda de Valbuena que termina casualmente en el camino por el que subimos a La Camorca, nos despedimos cariñosamente de ella y hacemos el "recodo Minguete" que bajando nos lleva al arroyo de ese nombre que tanto nos gusta, Minguete. Le cruzamos, justo en el punto donde recibe las pocas aguas el arroyo de Nava las Horcas, seguimos hasta llegar al conocido GR-10.1 que le cogemos antes de llegar al puente sobre el Telégrafo, le sobrepasamos y automáticamente a la izquierda para recorrer el tramo que nos falta, vemos una bardaguera de precioso tronco múltiple, sinuoso y embellecido por musgos y líquenes, unos metros más abajo vemos el objeto de nuestros deseos, el final de Las Pesquerías, curiosamente termina en un puente del que no sabíamos de su existencia.


Puente hecho a lo segoviano.
     Nuestra admiración crece hacia esta obra; ver la formación de estos tremendos cubos de granito colocados en el cauce de lo que parece un pequeño arroyo..., pero no hay que ignorar que recoge aguas desde Navacerrada pasando por Siete Picos, Cerro del Minguete, Montón de Trigo y varias faldas de menor entidad lo que quiere decir que en los 250 años de existencia de la obra tienen que haber bajado riadas tremendas y ahí sigue el puente impertérrito ¡se nota que está hecho por segovianos! Efectivamente descubrimos que en este punto terminan Las Pesquerías Reales. Bajamos y lo primero que vemos es un puente de reciente construcción, desde el día de hoy haremos un comparativo, veremos cuál dura más, este que está recién hecho o el que tiene 250 años.


Puente nuevo y agua transparente.
     Es una pena que en este tramo vayamos por una vereda que transcurre un poco separada de la obra de granito realizada para las pesquerías de Carlos III. Viendo hasta donde llega la senda, cabe preguntarnos, ¿en tiempos de dicho monarca habría truchas a estas alturas del río? Antes nos decía el abuelo ¡cómo ha cambiado la vida! Ya con los años vividos nos damos cuenta que tenía razón, hace años nosotros veíamos bastantes truchas en nuestros ríos en sitios hoy en día insospechados, está claro que los humanos estamos acabando con todos los recursos que nos ofrece la "nevera gigante" que es la tierra. ¡Prosigamos! Pronto llegamos a lo que suponíamos que sería nuestro comedor el día de hoy, punto al que llegamos la última ocasión que subiéramos por este arroyo, son unas pozas denominadas Baños de Venus, un lugar tan bonito que no nos extraña que en su día se alargara la senda con el fin de llegar hasta este punto, desistimos de parar a comer aquí. Vemos que en los Baños de Venus hay dos "Venus de Milo" una en cada charca haciendo unos modernos posados, sus respectivo fotógrafo las acribillan con las cámaras de sus teléfonos, serán para sus respectivos "books". Nos gustaría ver por un agujerito a Carlos III viendo la escena, a lo cual hay que añadir que está poblado en exceso, por este motivo nos acercaremos a la fuente que hay a la izquierda, agua rica y fresca, saciamos nuestra sed y continuamos. Llegamos al punto que unen sus "fuerzas" el arroyo del Telégrafo y el Paular  para formar el río Eresma que desde aquí no parará hasta verter sus aguas al río Adaja después de pasar por Segovia, recoger el agua de nuestro río Moros, ver el castillo de Coca y pasar por la ermita de Sieteiglesias cerca de Matapozuelos ya en la provincia de Valladolid, donde finaliza su fluir ¡vámonos! "que ya nos hemos vuelto a salir del Mapa".

Nuestro mojón en la confluencia del Telégrafo y el Paular.

     Nos preguntamos cómo se llamaría el arroyo del Telégrafo cuando viniesen Carlos III y su esposa María Amalia de Sajonia a darse un chapuzón a los Baños de Venus teniendo en cuenta que por aquellos entonces seguramente que ni existía esa palabra. Bueno, nosotros a lo nuestro que no es otra cosa que apaciguar nuestro apetito, hoy con uno de nuestros manjares preferidos, el maravilloso chorizo de León, un puntito de picante y un poquito de lo otro, es tanto el disfrute que nos hace ver apariciones, ante nosotros aparece Hamlet recitando su soliloquio.


Ser o no ser, he aquí la cuestión.

     Después de disfrutar de la comida y de la representación de una mínima parte de la gran obra de Shakespeare nos vamos y llegamos a lo que quedaba del puente de Los Vadillos, la última vez que le vimos quedaban los pilares con sus tajamares como manda la arquitectura romana y los contrafuertes laterales, todo ello sigue como no podía ser de otra manera, lo hicieron canteros segovianos con granito segoviano y eso sabemos todos lo que quiere decir, quiere decir que aprovechando estos puntos de apoyo están poniendo un tablero con sus bonitos pretiles de madera tratada.


Lo antiguo y lo moderno.
      ¡Prosigamos! Un poco más adelante pasamos por una garganta preciosa, al paseo hecho por el hombre se le suma el trabajo realizado por el agua y los toques verdes de hierba,  buena simbiosis.


Granito suavecito.
    Siguiendo el camino vamos viendo múltiples "radiografías de arterias pinicolas" hechos con los "pies X", nos encantan.


La subclavia, la carótida y todas sus ramificaciones.

Iliaca interna, iliaca externa y todas sus divisiones.
    En este lugar se juntan temperatura, humedad, climatología y una flora maravillosa, todas estas cualidades le dan al entorno las cualidades que nos permiten ver en un entrante repleto de rosales silvestres que no sabemos porque motivo está repleta de mariposas, estamos contentos, de ver que se regenera la cabaña de mariposas, nos sentimos un poco culpables por participar en el expolio de mariposas cuando éramos pequeños y las perseguimos sin ningún tipo de escrúpulo con aquellos cazamariposas caseros, pobrecitas.


XXX.

A la izquierda la mariposa pavo real (Aglais io)   y a su lado la mariposa Pandoriana (Pandoriana pandora).
     La exhibición que nos han hecho la gran cantidad de lepidópteros de varias especies bailando todas al ritmo de la naturaleza, una gozada, no ha estado mal como colofón al día de hoy porque cruzamos el arroyo de las Cárcavas y llegamos de nuevo al vado de la tabla desde donde nos vamos al puente para cruzar el Eresma de nuevo esta vez en sentido contrario y llegamos al abarrotado área recreativa de la Boca del Asno después de hacernos un bonito "recodo Minguete" y "finiquitouse" la etapa de hoy.



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domingo, 15 de julio de 2018

08-07-18 Puente de la Cantina




08-07-18

Tetralogía del Puente de la Cantina






      Hace aproximadamente un año rematamos lo que dimos en llamar la trilogía del puente de La Cantina, fue una bonita experiencia, tres etapas de las que disfrutamos de verdad, gracias al estupendo invento de los archivos comprobamos que las fechas exactas fueron:

     25-06-17 Puente de la Cantina-Puerto de la Fuenfría-Puente de la Cantina 
     23-07-17 Puente de la Cantina-Puerto de Cotos-Puente de la Cantina 
     29-07-17 Puente de la Cantina-Navacerrada-Puente de la Cantina 

     Hoy la trilogía por arte de magia trataremos de convertirla en una tetralogía, haremos lo que nos falta para ello, la cuarta etapa:

     08-07-18 Puente de la Cantina-Cerro de La Camorca-Puente de la Cantina.

     Llegamos y nos encontramos con dificultades para aparcar ¡esto está abarrotado! Aparcamos en el centro del aparcamiento demasiado pegados a la carretera, justo en el último hueco que queda disponible, los estacionamientos que hay en ambas cabeceras están como se dice ahora "petados" parece una señal, no cabe ni un alfiler.

     Aún no estamos convencidos de hacer la etapa, no hemos dormido ni cinco minutos en toda la noche, una mezcla de cabeza alienada y verbena retumbante nos ha tenido toda la noche en danza. Decidido, echamos a andar y donde creamos conveniente nos damos la vuelta. Una vez aprovisionados arrancamos y cruzamos el puente, lo primero  le echamos un vistazo, vemos que después de la reforma de hace tres años le han dejado como nuevo.


Puente de la Cantina que está como un chaval con 230 años
     Después de admirar la mampostería y el precioso arco dovelado atravesamos la CL-601 y tomamos el GR-10.1. Cruzamos la puerta y nos encontramos a la izquierda las ruinas de la antigua Venta de los Mosquitos, a partir de aquí nos adentramos en el pinar por un bello camino que nos lleva a la pista de La Casa de la Pesca que desde aquí va de la mano con el GR, nos unimos a ellos y le acompañamos hasta el puente del Telégrafo, nada más dejarle atrás tomamos un camino que sale a la derecha y vamos paralelos al arroyo de Nava las Horcas para encontrarnos con un camino que sube por La Divisoria de los Berciales. Aquí empieza lo bueno, unas rampas de calentamiento, que lo consiguen, además de empezar la atracción de lo cual son culpables el entorno, el precioso camino y el aroma verdaderamente cautivador de lo que creemos que es una genista, familia cercana del piorno.


¿Genista?
     Como se aprecia en la foto la planta es muy parecida al piorno pero las hojas son diferentes lo mismo que su deliciosa fragancia. La belleza de la senda nos hace olvidar que no hemos dormido. Vemos la mesa redonda de los "caballeros del rey picapinos" donde se ven claramente los "tinteros" de los "ocho picapinos de los Berciales", nos encantan los picapinos con su "yelmo" rojo, esgrimiendo su "espada" sin dar muestras de cansancio ni de sufrir dolor de cabeza, cosa que nos llama la atención teniendo en cuenta los miles de "picotestarazos" que da. Llegamos a la primera pendiente fuerte y aparece por arriba un "trail-runner hipster" que baja escopetado seguido de su perro. Nos sigue asombrando cómo se pueden bajar estas pendientes tan fuertes a esa velocidad y ésta es de las buenas, aunque no es un cascajar. Bueno pues nosotros, por supuesto bastante más despacio que dueño y perro, subimos y nos encontramos un presunto descanso que nos lleva a otra fuerte rampa. Estábamos estudiando nuestro tema cuando llega una pareja a nuestra altura, como grandes conocedores de la zona nos indican que la que tenemos delante es la pendiente más fuerte de toda la subida, nos dan unas referencias y se van ¡pero cómo se van! Parece que vayan a un incendio y ¡sin bastones! Da un poco de envidia ver a estos chavales moverse con esa desenvoltura, nosotros tardamos un poco más pero también hacemos imposibles...



El farolillo rojo.
     Varias cuestas más y nos encontramos de frente con lo que parecía una manifestación, no, era una cuadrilla de amigos que bajan a por el cochinillo pero antes nos dicen que nos falta poco para llegar a una pista donde se ablandan las pendientes. Muchos adioses y en poco tiempo llegamos a la pista antes mencionada ¡esto es la gloria! El tiempo y el terreno nos hacen pasear por el paraíso. Llegamos a la Majada del Escorial aquí dejamos el  nacimiento del arroyo de las Pamplinas a la derecha, seguimos y vemos un ejemplar de "mojón y pino rock and roll hispano y chino", seguimos la dirección que nos indica el pico del mojón .


Curioso ejemplar mixto.
     A lo largo de nuestros paseos por el monte no tenemos nunca encuentros en la "tercera fase", lo que sí que tenemos son frecuentes encuentros con mojones, pero en el caso concreto de los pinares de Valsaín más. En todas las etapas que hemos hecho por estos pinares nos hemos encontrado cientos, algunos de ellos verdaderas obras de arte labradas con la fecha y la corona real, los que vemos hoy creemos que pertenecen al deslinde de la dehesa de Valsaín que ordenara el rey Felipe II en el año 1568, de dicho deslinde leemos un artículo de los muchos que hay escritos sobre estas tierras que es apasionante ¡Nos gustan los mojones y Pinto!

     ¡Continuamos! Comienza a incrementarse la pendiente suavemente, con lo que estamos disfrutando se nos ha olvidado el cansancio. Unos metros y llegamos a la cúspide ¡Asombroso! Una verdadera sorpresa ¿Cómo imaginarnos esto? Después de la turbación inicial reorganizamos nuestros pensamientos y como no puede ser de otra manera nuestros primitivos instintos  nos recuerdan que tenemos apetito y nos viene a la memoria que hoy la chef nos ha preparado hoy un "mar y huerta", bocata de bonito del Cantábrico con pimientos morrones de la huerta riojana, un manjar que marida muy bien con lo "otro" de Hoyo de Pinares. Una vez disfrutado del banquete nos disponemos a deleitarnos realmente del emplazamiento. Para nosotros, amantes de las atalayas, una maravilla. Se podría decir que este lugar es una "atalaya mirador de atalayas", muchas de las que vemos desde aquí las hemos visitado, por ejemplo el Cerro Matabueyes, La Atalaya, el Cerro de Moño de la Tía Andrea, Navacerrada y el bonito Montón de Trigo que vemos al sur Imponente, este lugar es fantástico, hacemos una colección de fotos y retomamos la conversación con Daniel, vigilante de incendios del observatorio de La Camorca. Viendo el entorno nos horroriza solo pensar la posibilidad de un incendio ¡Odiamos los incendios!  Este verano con la nieve y el agua caídos el campo se va a poner peligrosísimo. Desde aquí estamos viendo como una nube descarga agua dirección Segovia desde Revenga, dando media vuelta también vemos otra nube volcando un mar de agua sobre Navacerrada, comentamos que se irá hacia el norte, pronto queda demostrado que no valemos para meteorólogos ¡gran error! En quince minutos se desata encima de nuestras cabezas lo que creíamos el fin del mundo, cae agua, pedrisco y lo peor, rayos truenos y centellas, afortunadamente nuestro compañero nos tranquiliza diciéndonos que una de las dos antenas que coronan el cerro es un pararrayos ¡pues a disfrutar! Un espectáculo, parecía que estábamos en el foco de la tormenta no vimos si cayó algún rayo en el "para-ídem" porque estábamos a cubierto tan ricamente, durante el tiempo que estuvimos allí la tertulia fue amena y divertida. Primero estuvimos hablando de su amigo que viene a visitarle todos los días.


Zorro común, vulpes vulpes.

Vino antes de que empezase a llover pero después del bocata, lo que se dice llegar tarde, estuvo un rato haciéndonos compañía, pero como no veía provecho alguno se fue. Siguiendo con la conversación, Daniel nos vuelve a sorprender, nos enseña un laborioso trabajo realizado por un compañero ya jubilado, precioso, un trabajo que nos llama la atención sobremanera, este hombre se tomó la molestia de fotografiar los 360º que se ven desde este mirador, en cada fotografía situó, dibujó y rotuló cientos de datos, un trabajo encomiable, nos encantó. La siguiente foto es una de las muchas que ahora ayudaran a los trabajadores novatos que vengan a este puesto y supongo que valdría para reseñar planos que no tienen toda esa cantidad de datos.


Maravilloso.
     Esta es la fotografía que va desde Montón de Trigo a La Pinareja, como está habría otras treinta, nos cautivó este pequeño pero gran trabajo, es el traspaso de sabiduría a las generaciones, nuestro reconocimiento para xxx autor de este bonito trabajo.

     Como ayuda y complemento del anterior trabajo hablando con Daniel hicimos un ejercicio para complementar ese trabajo, sin necesidad de traer una estación y de que otra persona fuera con la regla al punto determinado, medimos las distancias con la única ayuda del teléfono máquina admirable, mágica y demoníaca, pero nos encanta.


La Pinareja.

Siete Picos.

La Camorquilla, detrás Cerro Pelado, a la izquierda El Cerro Matabueyes, Embalse del Pontón y al fondo la Atalaya.

Peñalara, tremenda mole.

"Bola di Mondo".

Precioso Montón de Trigo.
     Parece que escampa, aprovechamos y le decimos hasta la próxima a Daniel. Como son las cinco, a él le quedan aún otras cuatro horas aquí al pie del cañón. Comenzamos a desandar el camino, pensando en bajar por un sitio diferente a la subida que es un poco más larga pero más cómoda ¡Ojo! Falsa alarma, otra vez que nos quedamos con las ganas.


Falso boletus.
     Entre el chasco de la falsa seta y la elección del camino de la vuelta llegamos al punto en el cual nos tenemos que decidir. Como parece que mejora el tiempo elegimos ir por terreno ignoto, dejamos a nuestra izquierda el camino por el que hemos subido y seguimos bajando por la pista que traíamos ¡Cuidado! se ha quedado la "sabueso" de muestra, ha descubierto un tritón que llevábamos mucho tiempo sin ver.


Salamandra.
     Animal muy singular, entre otras curiosidades tiene la facultad de poder regenerar extremidades, órganos internos y la cola en el caso de ser amputadas por algún enemigo (nos habría venido muy bien saber esto hace muchos años, nos habríamos ahorrado algún disgusto).

     Seguimos descendiendo muy cómodamente y llegamos a una pradera preciosa por la que cruza el Cordel de Santillana (futura etapa), vemos de frente un camino que va al collado de Tirobarra, otro que está en la carpeta de pendiente, pero eso será otro día. Vemos un magnífico ejemplar de pino que está solito y herido por un rayo en alguna tormenta pretérita, que no la de hoy, se ve que la cicatriz está curada.


Elegante.
     Da gusto ver a estas alturas, primer tercio de julio la pradera tan verde, estos últimos años por estas fechas ya olía el campo a requemado, hoy recién caída una buena tormenta da gusto respirar aire fresco y oxigenado. Dejamos atrás la pradera y nos acercamos a la fuente pero antes descubrimos la construcción de un pilón con un genuino desagüe realizado con el tronco de un sinuoso árbol que le han tallado un canal por el que discurre el agua desde el pilón a una arqueta, sencillo y precioso.


Arte rural y gabarrero
      Nos ha encantado y proseguimos, muy cerca está la Fuente de la Reina a la que llegamos para probar su rica y fresca agua, desde aquí mirando al sur vemos como sube por la izquierda la carretera de la República, adosado y paralelo sube el Cordel  de Santillana que se supone que un poco más arriba coincide con la calzada romana que dejaremos para cuando hagamos la etapa de Cercedilla a Valsaín o Revenga. Suponemos que más por el cordel que por la carretera de la República va el camino de Madrid a Santiago de Compostela como vemos en el Mojón que indica que nos faltan 596 km. para llegar a su catedral, algún día iremos a balancear "o botafumeiro" ¡Ojalá sea pronto!



Fuente la Reina.
      Desde aquí sale la pista de la Fuente de la Reina que va acompañada por el GR-10.1 hasta las sietes revueltas, aunque nosotros la dejaremos antes de llegar a la carretera, tenemos una larga cuesta abajo y cuando la ve mi compi dice que podemos bajarla haciendo la "croqueta como Neymar Jr.", está muy duro el suelo, bajaremos a "pinrel". Nada más arrancar dejamos a la izquierda el nacimiento del arroyo de Royonda afluente del Minguete, bajamos mucho más cómodos por esta pista que por donde hemos subido Nos llama la atención una mariposa negra comiendo de una flor morada, mariposa curiosa que suelta unos pelos que pueden irritarte si la tocas.


¿Hylesia nigricans?
     Bajando cruzamos el arroyo Casarás que le da sus aguas al mencionado anteriormente arroyo de Royonda, vemos un precioso ejemplar de acebo con su gama completa de verdes tan relucientes, por supuesto no está como en invierno pero los acebos siempre son llamativos. Seguimos bajando y llegamos al punto donde desembarcamos el día que bajábamos del puerto de la Fuenfría, esto ya es terreno conocido. Descubrimos a la derecha que han hecho recientemente una poza, no sabemos su futuro uso, ¿será para utilizarla como criadero de truchas?


Poza del Minguete.
     Volvemos al GR-10.1 y pronto cruzamos el puente sobre el Minguete, desde aquí vemos donde desagua el  arroyo de Royonda que trae las aguas de la Fuente de la Reina entre otras, nos ponemos en paralelo al Minguete que acompañamos hasta el puente sobre el Telégrafo punto en el que se hacen uno.

Convergencia del Minguete con el Telégrafo.

     Al final el agua nos ha respetado ¡menos mal! nos hemos librado de una buena, pinares mágicos de Valsaín, la bonanza del clima y del terreno nos permite disfrutar de ellos a nuestras anchas.


Ocho de julio, da gusto estamos en plena primavera.
     Estamos llegando a la meta contentos y asombrados, vamos a finalizar la "tetralogía del puente de la Cantina", no nos lo podemos creer pensando en el cansancio que traíamos esta mañana y ahora estamos saliendo de la pista de La Casa de la Pesca, cogiendo desde aquí el atajo que nos lleva de vuelta al puente de la Cantina, salida y meta de la gozosa etapa de hoy. Nos descargamos, nos lavamos las manos en la fuente de la Canaleja y a casa. "Acabouse".


     P. D. : Una vez terminado el cuento encontramos en el "bolsillo di plano", la lista con las  diferentes distancias entre cumbres, pensándolo bien estaba en el sitio más lógico y nosotros buscándola por los cerros de Úbeda.

     Haremos una pequeña lista con los curiosos datos que sacamos para añadir al precioso proyecto arriba mencionado.
      
     Medidas "de la tirolina" desde La Camorca a : 

               
Cerro Matabueyes 6,540 Km.
La Atalaya 13,170 Km.
Cerro Moño de la Tia Andrea 8,380 Km.
Palacio de La Granja 9,470 Km.
Peñalara 8,610 Km.
Bola del Mundo 7,590 Km.
Pico de 7 Picos 5,090 Km.
Montón de Trigo 3,180 Km.
La Pinareja 3,960 Km.
Catedral de Segovia 15,240 Km.


     

        

 



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