22-07-18
La senda "Juanillo"
Con los medios que tenemos actualmente a nuestro alcance, bueno en realidad nos referimos a que hoy en día con la magia y tecnología que tiene lo que parece un simple móvil, estudiamos nuestro tema para el día de mañana y nos dice que en las peores horas del día tendremos un máximo de 25º, cómo pensamos que será llevadero nos decidimos ir a finalizar el recientemente descubierto e inconcluso camino del cual no sabemos su nombre, por este motivo en adelante le denominaremos la "Senda Juanillo", le llamaremos así por tres motivos, transcurrir por encima del Peñón JUAN Plaza, por debajo del PeñoncILLO y en honor a Juan componente del Comando Peñota, decidido por y para el Comando Peñota.
Comenzamos aparcando en los aledaños de la fuente de La Virgen de las Nieves, nos pertrechamos mientras que olemos el campo. Es 22 de julio, huele de maravilla, mejor después de la tormenta caída esta noche que ha limpiado el aire y humedecido el terreno, agradecemos este frescor a estas alturas del verano... Arrancamos hacia el este, abrimos la puerta por la que entramos a las faldas de Aguas Vertientes. Nos acercamos hasta la primera vereda a la derecha que nos sube al camino del Ingeniero, cuando llegamos a él le damos la espalda al arroyo de la Yedra y nos vamos de nuevo en busca del "camino de las curvas". Atacamos las laderas de El Carnero por un arrastradero, pronto vemos lo que después de un par de curvas nos hace pensar que hemos dado con el camino buscado, pero un poco después nos da la sensación de que le hemos abandonado, damos por bueno el primer contacto. Seguimos por esta vereda que es tan bonita que nos hace olvidarnos de las duras rampas, vemos unas bellas y delicadas florecillas que coronan un canto, este cuadro nos parece imposible, la delicadeza, musgo verde, el lugar, el sitio más alto de la piedra, se nota el paso de la tormenta nocturna.
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Primavera-verano. |
Es curioso ver como unas discretas florecillas te llegan a cautivar. Rodeamos el canto para verla desde arriba, diminutas y preciosas, nos damos media vuelta y vemos la prueba viva, bueno en este caso está muerta, da igual es una prueba del "equilibrio cósmico", un pino se niega a perder la verticalidad y se acomoda suavemente sobre el "dedo" que le presta el peñascal.
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La naturaleza, una artista como la copa de un pino. |
Rodeamos la bella estampa, por la espalda nos gusta menos, es menos artística, media vuelta y nos encontramos enfrente del peñascal de El Carnero, imponente, bello, que vamos a decir nosotros que estamos enamorados de él desde el primer día.
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Ahí vamos. |
Subimos por una veredita que va entre los riscos que no nos permite perdernos, nos lleva de la mano a la cima, una vez allí, buscamos el MIRADOR, si con mayúsculas, para el Comando Peñota este "balcón" es el mejor punto para la observación integral de San Rafael, sin duda alguna, desde el mismo punto vemos completamente todo el pueblo, fijándonos tenemos que dar de nuevo la razón al abuelo Félix, ¡cómo ha cambiado la vida! Un simple vistazo al pueblo y caemos en la cuenta de su transformación en el tiempo vivido por nosotros, para contar y no acabar, mejor no removamos al abuelo Cebolleta que llevamos dentro, pero una cosa está clara nuestro pueblo es bello y placentero, es curioso ver como los árboles ocultan muchas de las construcciones, este motivo le hace parecer más pequeño de lo que realmente es. Nos encanta su situación, inmerso en un valle con tres salidas, una al este, dirección Madrid, otra al oeste camino a la Coruña (con sumo gusto) y la salida norte por la que vamos y volvemos de Segovia. A pesar del frescor del verano y las tormentas los pastos amarillean dando paso a la posibilidad de lo que tanto tememos y odiamos, los incendios. A estas horas vemos en la tele horrorizados las imágenes de unos incendios ubicados en Grecia, el reportaje es aterrador, coches, casas, flora e incluso se encuentran un grupo de personas totalmente calcinados buscando la seguridad en un abrazo materno filial, además de los múltiples daños económicos y ecológicos hay que añadir a estas horas 80 víctimas más de 200 heridos y decenas de desaparecidos, una verdadera catástrofe, desgraciadamente todos los veranos tenemos noticias de esta índole. El Comando Peñota aborrece estos sucesos, los odiamos de todo corazón, por estas circunstancias el verano nos irrita cada vez más. Acompañamos en el dolor a los habitantes de esa península con ese nombre tan bonito y antiguo de Ática que ya tuviera un episodio parecido a este hace 1588 años, a partir de ahora será más conocida por este desastre, le deseamos que desaparezcan lo antes posible las cenizas y se curen las heridas y daños psíquicos, lo de los árboles habrá que darle más tiempo, esto ha sido una auténtica tragedia griega.
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San Rafael desde El Carnero. |
Nos despierta del sueño un corredor que sube por el mismo sitio que nosotros, pero, él sube a toda pastilla, cuando llega a nuestra altura se para y pregunta, ¿Dónde estamos?, le respondemos que según los mapas en El Carnero y en el argot de los gabarreros el "Canto'l tocino" se troncha y nos responde que le gusta más este último como a nosotros. Es increíble verle tan fresco y hablar tan tranquilo teniendo en cuenta por donde ha subido corriendo, con tanta prisa podemos hablar poco con él, lo justo, no lleva dirección definida, se pone a correr y punto, le indicamos cómo puede subir a El peñoncillo y se va como ha venido, corriendo como un corzo, por nuestra parte nos quedamos a descansar de verle correr un rato más mientras disfrutamos de este observatorio natural. Da verdadero gusto disfrutar de estos momentos con todos los sentidos, el tacto, buen tiempo con una ligera brisa acariciándonos; el oído regalado por los trinos de no muchos pájaros sea dicho de paso; el gusto, solo pensando en el bocata nos relamemos; el olfato recoge los múltiples olores que nos vienen de todos los lados de diferentes flores y plantas y la vista, el goce de la vista es mayúsculo. Como no disfrutar con la visión además de San Rafael, de la sierra del Quintanar, La Mujer Muerta con "Montón de Osos" imponente, la delicadeza de las líneas Montón de Trigo, las bruscas aristas de La Peñota, el puerto de El León, Cabeza Lijar con la pequeña Cabeza de Buey a sus pies, La Salamanca, a nuestra espalda Cueva Valiente y El Peñoncillo, El Caloco y sus "Caloquines", "la tachuela", Cabeza Reina y tenemos que mencionar también el prado Raso que nos encanta, pero lo que suele ocurrir cuando los cinco sentidos se alinean en el disfrute, es, que entras en un estado de bienestar psicológico que es lo mejor del mundo, conclusión, la gloria.
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Cueva Valiente a su derecha más bajo y recortado El Peñoncillo. |
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La mole de Cabeza Lijar y la pequeña Cabeza del Buey. |
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El fotogénico Prado Raso. |
Salimos de nuestro ensimismamiento y nos vamos, pero antes de abandonar el "Canto`l Tocino" descubrimos más regalos para nuestra vista, vemos unas dedaleras en julio y el pino que tanto nos gusta.
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Digitalis Purpurea. |
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El Solitario del Canto`l Tocino. |
Ahora sí que nos vamos subiendo hacia el sur por un camino precioso y paralelos a la alambrada que nos separa de Peguerinos y que hoy no cruzaremos. Dejamos la talanquera atrás y antes de llegar a la puerta peatonal nos encontramos con lo que dijimos en su día nacimiento de arroyo de la Yedra, hoy diremos que sigue siéndolo, a lo que hay que sumar que también es la fuente del Cura que la última vez no vimos pero hoy quitando unas hierbas y unas piedras, ahí está.
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Fuente del Cura. |
No podemos probar su agua, está a ras de suelo, puede que la hayan chupado y "lo otro" las vacas y los caballos, como la vemos tan bonita y con agua nos vamos contentos, subimos unos metros y cruzamos el cauce del arroyo que a estas alturas está seco, desde aquí cogemos "La Senda Juanillo" para recorrerla entera y así descubrir cuál es su final, solo conocíamos el cómodo tramo hasta llegar a la altura del peñón.
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La Senda Juanillo. |
Entramos en lo ignoto y seguimos disfrutando del descubrimiento, llegamos a un punto donde el camino empieza a girar al sur al mismo tiempo que empieza a subir de cota, empezamos a pensar que nos va a llevar dando una vuelta a la explanada de El peñoncillo, subiendo llegamos a los 1650 m. y cuando ya estamos convencidos, el camino cambia de dirección y de pendiente, comenzando a descender por una pendiente pronunciada que forma parte de la depresión del arroyo Gargantilla seguimos bajando y sorprendentemente vemos a las estepas en plena floración, todas repletas de insectos.
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Rodeado en amarillo un moscardón de dos arrobas, |
Descendemos zigzagueando en dirección a arroyo y en una de esas pronunciadas curvas vemos un adoquín de granito gigantesco con un jardín en su parte de arriba.
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Adoquín del Pinar. |
Continuamos y en otra curva del camino nos asomamos a la hondonada del Gargantilla vista desde otra perspectiva que no habíamos visto nunca, preciosa y profunda con el cerro de los Arteseros enfrente, no vemos el mojón pero si el espectáculo de la profunda garganta del Gargantilla, no entendemos muy bien el diminutivo una vez que vemos su auténtico tamaño.
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Enfrente ladera de Los Arteseros. |
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Bella naturaleza muerta. |
Descenso a tumba abierta, buenas pendientes, unas buenas curvas y nos metemos en el centro del Gargantilla, sin meter los pies en el agua, no hemos buscado dos taburetes de medidas idóneas y en una situación fresquísima, nos sentamos en los mismos y hacemos el despliegue de medios necesario para comernos un maravilloso bocata de chorizo de León riquísimo, una pena que nos dure tan poco, nos vamos para ver la otra etapa.
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Nuestro comedor de hoy con aire acondicionado. |
Una vez repuestas las fuerzas cruzamos a la margen izquierda y comenzamos de nuevo a bajar hasta el camino del Ingeniero que tomamos a la derecha, se podría decir que vamos haciendo una fotocopia de "La Senda Juanillo" teniendo en cuenta que al ir más abajo en la falda de la montaña la fotocopia nos ha salido más larga, más rellenita. Cruzamos el arroyo que baja hacia los depósitos, ya baja seco, continuamos y cuando llegamos a la fuente del Acebo no podemos beber porque sigue oliendo fatal, la dejamos que se "des atufe". Proseguimos y antes de llegar al arroyo de la Yedra bajamos a la izquierda hasta la puerta que hay al lado de la fuente, la cruzamos, nos olvidamos de la fuente de la Yedra, también huele fatal, nos vamos a la fuente que hace ya catorce años hiciera nuestro amigo Marquina. Hizo un gran trabajo con la obra, como está hecha por un segoviano y con granito del término durará tanto como el acueducto, dentro de dos mil años, coincidiendo que será año capicúa allá por el 4004 seguiremos bebiendo agua de la fuente de La virgen de las Nieves, sentándonos en los bancos de la mesa que complementa a la fuente y que también es testigo de meriendas imborrables, hoy nos refrescamos y divinamente, nos vamos a ver el tour. "Finiquitouse".
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Virgen de las Nieves. |
P. D.: El gorrino dueño del plastiquito verde que se ve a la izquierda del chorro, si le está buscando, que contacte con nosotros se le devolveremos encantados.