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sábado, 27 de enero de 2018

14-01-18 Blanca y radiante...


     Si el año pasado terminamos con la "última de ferias", no puede ser de otra forma y este año 2018 comenzamos con la "primera de ferias". Como el primer fin de semana coincidió con la fiesta de Reyes estuvimos muy atareados, recibiéndolos en la cabalgata, después disfrutamos del convite hecho por las Peñas, un poco pasado por agua todo sea dicho, posteriormente, pronto a la cama a dormir con ilusión y esperar la llegada de los Magos. Alegría y júbilo, los Reyes nos han traído unos calcetines circulares y unos "gandolflios" de pingüinos elegantes y preciosos. Después de disfrutar un rato, nos tomamos una achicoria con el exquisito roscón hecho por la cocinera del Comando. Concretando, un "finde" familiar estupendo, los Reyes además trajeron también para todo el pueblo la ¡nevada del siglo!

     Esta nevada nos hizo pensar en la posibilidad de hacer una etapa de senderismo invernal, entendiendo por invernal caminar por el monte con cantidad de nieve. Como no habíamos hecho nunca, lo hablamos en el cónclave del Comando y decidimos que el próximo fin de semana la haremos.

     A raíz de la conversación nos oyeron los Reyes y como son magos se dieron la vuelta y nos trajeron otro regalo más, unas polainas para andar sobre la nieve, ahora sí que sí.

     Así ha sido, el domingo día catorce onomástica de san Fulgencio para más señas, hemos decidido subir a Cabeza Reina, vemos desde casa que parece que se ha quitado algo de nieve.

     Con todo preparado para marchar recibimos una llamada de unos amigos, vienen a San Rafael a dar un paseo por la nieve, les comentamos los planes y se apuntan.

     Cuando llegan ven con sorpresa la importancia de la nevada, no vienen preparados del todo, les buscamos unas polainas, las encontramos y nos vamos.

     Arrancamos desde el apeadero, nos vamos por el andén dirección Segovia y a los veinte metros nos entra un ataque de risa ¡Que montón de nieve! Los pesos ligeros se hunden bastante pero a los pesos pesados nos llega la nieve hasta los trocánteres. Rápidamente somos conscientes de que va a ser imposible hacer cima (que bien suena, hacer cima) ya cuando se nos pasa la risa decidimos seguir y hasta donde lleguemos.               Bajamos del arcén por su final, cruzamos la vía y al otro lado nos encontramos un muro de hormigón camuflado bajo la nieve, le salvamos y cuando estamos los cuatro arriba pasa un tren de las cuatro unidades que pasan al día, en otras circunstancias la Liebre habría consultado los horarios pero hoy estamos como los niños con zapatos nuevos, como así es realmente.

     Aunque todo el suelo está blanco distinguimos el camino que tenemos que seguir, pronto vamos aprendiendo, rápido nos damos cuenta de la suerte que tenemos, hace buen día, buena temperatura y lo realmente bueno que tiene el día es que está nublado, porque de otra forma sería imposible. Caemos en la cuenta que todos los esquiadores llevan gafas ahora sabemos porque, si hubiese salido el sol ya estaríamos ciegos, que barbaridad, ¡que blancor!, parece que han lavado a Cabeza Reina con "Mi Vanish" está tan blanco que te hace daño a la vista. Disfrutamos de lo ignoto pese a que los nuevos nos llevan a gancho, que velocidad llevan con la ingente cantidad de nieve que hay, encima con los impedimentos que nos encontramos atravesados en el camino. 
  
Pino caído por el peso de la nieve.
     Ya sabemos a ciencia cierta que no podemos hacer cumbre, no tenemos tiempo, estamos poco preparados, además de no tener tiempo porque no nos hemos traído los focos, la falta de costumbre nos grava la subida. Hay conatos en el grupo y algún pequeño motín, dándonos a entender que nos demos la vuelta, continuaremos un poco más. Vemos a nuestra derecha una obra de arte, que aunque parezca mentira está hecha al alimón por miles de escultores a la vez y realmente han realizado una obra preciosa.

"Totem di termita"
     Seguimos disfrutando del blanco puro como el traje de una novia, nieve y nieve, pasamos por zonas con setenta centímetros de nieve, tenemos nieve para rato. Nos desviamos a la derecha por un presunto camino que ahora a nivel se nos hace más cómodo, llegamos a la fuente de la Majada Alta donde haremos una parada de avituallamiento. Repartimos los víveres y damos buena cuenta de ellos que ha sido corto el viaje pero intenso y nos ha abierto un apetito voraz. Una vez terminado el frugal tentempié nos hacemos una foto para inmortalizar el día y nos vamos de vuelta.


La cordada al completo.
     Dejamos atrás el cerro del mismo nombre que la fuente y empezamos a desandar el camino y aunque nuestros  compañeros tienen prisa no podemos permitir que se vayan sin conocer la famosa cueva de Cotarra ya que vamos a pasar cerca de ella. Siempre que oímos cueva se nos enciende una luz en el cerebro. Comentamos que posiblemente la cueva sería en un principio una pequeña mina de no sabemos qué mineral y que una vez abandonada un innovador adelantado a sus tiempos, suponemos que hablamos de los años sesenta en adelante, (nos tendremos que enterar, seguramente que Jesús lo sabrá)  la utilizó para el cultivo del champiñón. Lo que quiere decir que los únicos fantasmas que tiene esta cueva son los Agaricus, que al ajillo están deliciosos. Bien, tras una bajada dificultosa dada la pendiente y el gran manto blanco  vamos a llegar a la boca de la cueva ¡Cuidado! Hemos asustado al abominable hombre de las nieves, el tiempo justo para hacerle una fotografía antes de que desaparezca. Llegamos a la cueva y la vemos que está casi tapada por la nieve, la boca justa por la que entra y sale  el kunk de Cabeza Reina. Entramos en su guarida e inmortalizamos el momento, mientras estamos aquí miramos para atrás por si viene el pies grandes. Durante el tiempo que estuvimos allí no volvió, pero hasta que no nos fuimos no se nos fue el miedito. Nuestros nuevos compis no habían visto nunca ninguno, cuando lleguen a Madrid ya tienen historia para contar. 

Big feet.



Se han acabado los champiñones.

                                       
        Vámonos antes de que vuelva, subimos de nuevo dificultosamente al camino, mirando de reojo a nuestras espaldas por si venia, en este punto sí que pensamos que nos teníamos que haber traído los esquís para irnos deprisa, podríamos bajar hasta la casilla de salida, como no ha sido así seguiremos disfrutando del último regalo de Reyes, nuestras maravillosas polainas, estupendas, miramos a la izquierda y vemos a dos pobrecitos que están en porretas.

Desnuditos, que frio.


     Seguimos bajando y cantando, aunque el día casi lo pida hoy no tocan villancicos, se nos ha metido en la cabeza el "blanca y radiante va la novia" que por varios motivos nos llena de felicidad, cruzamos un claro del bosque y se nos aparece un monstruo gigantesco.


El transformer.
     Se nos ha pasado el sustito y continuamos trastabillando por encima de la nieve hasta un claro que nos permite ver Aguas Vertientes cubierta por la niebla que nos tapa la vista de la etapa que hicimos el último día. Es curioso pensar en ella con un día tan despejado que nos llegaba la visión hasta los confines del mundo, aunque la vista de hoy es preciosa.


La cuenca del arroyo Mayor con flequillo de "prófugo".
     Damos cuatro pasos y por otro claro vemos en la ladera del Peñoncillo uno de los genuinos de San Rafael, el Peñón.


Juan Plaza.
     Nos vamos del tirón, ahora que estamos cerca del final casi nos dan ganas de darnos la vuelta, bueno, la próxima vez será, ya estamos en el andén, aquí empezó todo, estamos esperando que se nos pase el susto, parece mentira pero de nuevo cruzando las vías venía otro tren, tropezamos dos veces en la misma piedra, afortunadamente estamos vivitos y coleando, nos vamos y estamos seguros que nos acordaremos de esta jornada, otro maravilloso día "blanco y radiante..." como el traje griego de novia de nuestra "Coco di Peñota".

Final feliz.
     P.D.: Una bonita jornada la disfrutada con nuestros amigos Nana y Pablo que siempre que vienen traen la abundancia, lo mismo les da que sea nieve, boletus, o lo que toque.
          Do           Fa                Do
     Blanca y radiante va la novia...
     Nos vemos en la siguiente.

      .
     



     
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sábado, 20 de enero de 2018

30-12-17 Última de ferias


     A petición de "Liebre di Peñota" vamos a pasar por el collado del Hornillo en busca de aire fresco entre otras cosas.

     Aparcamos en frente de "Villa Pin-Pan" hoy también nos acompaña "Morrosko di Peñota", nos aprovisionamos y ¡En marcha! En busca del GR-88 que le encontramos a la altura de la Cerca de las Monjas, cruzamos la "Cañá Juan Llanos" y nos encontramos de frente un "veloz pistacho" se trata M. M., nosotros estamos empezando y él ya vuelve. Una parrafada, nos despedimos y continuamos. Llegamos al arroyo Secal que hoy baja con algo de agua y a partir de aquí nos hermanamos con el arroyo Mayor que le seguiremos hasta su nacimiento. Antes cruzamos un riachuelo que no sabemos cómo se llama, hemos visto el nacimiento de los dos ramales que le componen y que están entre los montes de nombre desconocido que hay entre La Salamanca y Cueva Valiente. Dejamos atrás las faldas de Cabeza Buey y al este tenemos la primera aparición del día.


El pico de Peña el Aguila. 
     Aunque no hay exceso de agua el rumor del arroyo nos alegra el oído y su vaguada se la ve que quiere perder el color ocre del verano y empieza a brotar el verde que nos gusta mucho más, ya dejamos el nacimiento del Mayor a nuestra derecha y un poco más arriba llegamos al collado del Hornillo con sus recogidas vistas.

Collado del Hornillo.


Cabeza Lijar desde el Hornillo.
     Aquí abandonamos el GR-88 y hacemos  La Variante Leningrado de la Defensa Nimzoindia y nos "abrimos"  hacia el norte por un camino ignoto y bonito  que está en la ladera de uno de los dos cerros que se encuentran entre Cueva Valiente y el cerro de la Salamanca, (estamos escribiendo estas líneas y la ley de la causalidad universal nos beneficia de nuevo, J. M. G. nos indica que el primero de los cerros se llama el Alto del Hornillo, de todos los preguntados es el primero que nos da nombre a una de las dos dudas que teníamos) subimos por la Umbría del Hornillo y en el punto de cota más alto del camino que llevamos y antes de empezar a bajar nos paramos a la izquierda. Tenemos al recién bautizado Alto del Hornillo y dice el refranero castellano que bautizar es dar nombre, menos al vino que se lo quita. Y hablando de bautizos en este punto nos separamos por la izquierda unos metros del camino y estamos en el peñón X (??) meta intermedia del día de hoy, donde nos comemos el bocata para celebrar un "precoz" bautizo del cerro pero no de lo otro. Acabada la celebración nos disponemos a disfrutar de las vistas del lugar, nos subimos a una meseta que tiene el peñón en la cima. Aquí se nos viene a la cabeza las palabras que decía nuestro sabio Quijote al bueno de Sancho, - la libertad, Sancho, es uno de los más preciados dones que a los hombres dieron los cielos -  En esta terraza natural te dan ganas echarte a volar, aunque pensándolo mejor nos conformaremos con verlo y como si del giro de patinaje artístico por parejas "face to face camel" se tratase giramos y giramos viendo el espectáculo que nos rodea. Empezando por las tres cumbres con el recién bautizado y su compañero entre medias de las dos últimas. Seguimos en el sentido de las agujas del reloj y vemos más bajo al Peñón del Carnero con "La Tachuela", los Ángeles de San Rafael, los Caloquillos y la meseta segoviana a su espalda. Bajo nuestros pies vemos Cabeza Buey y Peña el Águila. Más abajo se ve un poco de San Rafael. Al norte la Sierra del Quintanar, la Mujer Muerta, Montón de Trigo, también vemos la Garganta hasta las Amígdalas, miles de topónimos preciosos. Más a la derecha vemos a nuestra querida Peñota, Siete Picos y entre medias a su espalda más alta y más blanca Peñalara. Se ve un poquito la Bola del Mundo y la Maliciosa. Cerca de nosotros se ve estupendamente el Alto del León.


Cabeza Lijar.     
La Salamanca
El recién bautizado para nosotros, Alto del Hornillo.

                                   


El aún Innominado ???

Cueva Valiente.

El "Canto´l Tocino".

Cabeza del Buey.

Al fondo Peña el Aguila.

Sierra del Quintanar.

"Shangri-la".

"Comando Peñota".
     Nos ha costado tiempo subir a este peñón-mirador del que desconocemos si tiene nombre pero hemos disfrutado de lo lindo ¡Fabuloso!


    Desandamos nuestros pasos y llegamos de nuevo al camino que le tomamos a la izquierda para comenzar el descenso. Muy bonito al principio pero pronto empieza inclinarse demasiado. Antes de despeñarnos vemos uno de los menhires de Obelix, cruzamos un cauce, seco que parece pintado por un seguidor de la escuela colorista, ¡Precioso!

"El manolito"

Cauce colorista.
     Seguimos bajando por el paraje de El Pinar donde cruzamos el primer afluente del arroyo Mayor por su izquierda que baja con algo de agua y del cual desconocemos su nombre. Ya vamos por la ladera de Cabeza del Buey, cuando llegamos a un claro desde donde vemos enfrente un tremendo peñascal conocido nuestro.

Peña el Aguila.
     Seguimos bajando por la falda del Buey y llegamos al último descenso del canchal del día con todo el cuidado del mundo
.
"El empedrat".
     Una vez bajado el último arriscado tramo, continuamos caminando por un pedregal pero ahora la pendiente es más suave. Cruzamos de nuevo el arroyo sin nombre y llegamos a una pista que seguimos hasta que llegamos a una estrecha y empinada vereda que nos conduce directamente a la frontera peguerino-espinariega que cruzamos para emparejarnos al Mayor. Cruzamos y bajamos ahora por el GR-88 que abandonamos antes de llegar a la parcela del "laberinto del Fauno", dejamos atrás la cerca de Las Monjas, cuatro brincos, nos "desmochilamos" al coche y a casita.

P. D.: La última de ferias ha sido de dos orejas y rabo, por la parte ignota, por lo visto, por lo disfrutado y por el estupendo día que nos ha hecho el penúltimo día de este "gris" año.

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sábado, 13 de enero de 2018

23-12-17 La Fuente encantada


     La etapa que teníamos programada para el sábado pasado que no hicimos por culpa de la climatología, la haremos hoy. Nos vamos a ver el nacimiento de la fuente del Esportón, no nos referimos al comienzo de la fuente, estamos hablando del belén que colocaron al lado de la fuente hace unos días un cuarteto de escogidos, vimos una fotografía de la cuadrilla promotora y realizadora en su inauguración.


          En el Comando teníamos en la carpeta de pendiente la subida al collado de Las Lagunillas y allí nos dirigimos. Aparcamos al lado de la forestal enfrente del prado Goyato, nos aprovisionamos y arrancamos, un triunvirato del Comando Peñota formado por "Liebre di Peñota", "Morrosko di Peñota" y "Armario ropero di Peñota". Esta etapa nos trae muchos recuerdos, la primera subida que hicimos paralelos al Goyato con la intención de ir a Las Lagunillas para nosotros fue un fiasco, era nuestra primera ascensión un poco pronunciada. Como no teníamos entrenamiento, aquella subida nos pareció casi el Everest, el exceso de torreznos y polvorones, la falta de costumbre "La Liebre" que me llevaba a toda pastilla hizo que se me saliera una biela por un costado. Un principio de mal de altura y la falta de oxígeno podríamos decir que nos privaron de la razón necesaria. Tenemos que decir que perdimos el rumbo, erróneamente nos fuimos por la derecha cuando tendríamos que haber ido a la izquierda lo que nos llevó al Peñón de la Solana, cuando cogimos un poco de aire descubrimos un paraje peculiar por varios motivos. El suelo estaba pavimentado todo él de sabina rastrera (Juniperus sabina), que tiene la malsana costumbre de arañar. Todo lo alto del cerro es un claro y casi llano, todo este claro está rodeado de pinos lo que no nos permitía ver nada en ninguna dirección, retrocedimos por nuestros pasos y cuando bajábamos nos encontramos con la fuente del Esportón, nos vino muy bien para beber porque nos habíamos quedado sin agua, a todo esto  le tenemos que añadir que fue la primera fuente que conocimos fuera de las clásicas de los alrededores del pueblo. Por todos estos motivos y alguno más a la fuente del Esportón la tenemos un cariño especial. Como íbamos diciendo, al igual que en aquella primera ocasión, hoy también subimos acompañando al Goyato. En este caso poco después de sobrepasar el prado del mismo nombre le cruzamos y cogemos un camino estupendo que rápido nos coloca en el Ingeniero que cruzamos para continuar subiendo hacia nuestro primer propósito, un disgustillo al ver unas botellas de plástico tiradas, por favor ¡GUARROS NO! Seguimos y vemos un tipi indio.


El último segoviano.

     Como aunque sea poco notamos nuestra mejoría en las ascensiones, alcanzamos la fuente mucho más fácil que en la primera ocasión, incluso contando con la arroba sumada estos últimos tiempos.

     Aquí estamos de nuevo, empezaremos por decir que nos encanta la inscripción  del nombre de la fuente dibujada por "el mejor pistolero del mundo con su colt 45". 

Imborrable.
     Vemos que la fuente está recién remozada, se nota que ha pasado el equipo reparador por aquí, el caudal era débil pero suficiente para sofocar la deshidratación del sediento con el cacillo que creemos que por mentira que parezca es el mismo de los últimos años y ahora vemos uno de los objetivos de hoy, el primoroso belén del Esportón. Se le ve que está hecho con esmero y ternura. Al primer golpe de vista vemos que es un portal genuinamente espinariego y san rafaeleño, ejecutado por una cuadrilla formada por dos parejas, una de cada núcleo muy compenetradas.


     La obra está realizada en muros de granito gris de nuestros montes. La losa del forjado esta realizada también en granito por canteros del lugar, de los mejores, como se ve claramente. El revestimiento exterior está formado por un jardín vertical y azotea  cubiertos con un precioso musgo autóctono. Si no tiene instalación eléctrica es debido a la lejanía de cualquier fuente de alimentación, porque componentes sobradamente preparados los había en la cuadrilla. A esto hay que añadirle el bonito homenaje a los gabarreros que tiene delante a la izquierda, un precioso tocón con las huellas del hacha, lo dicho precioso. Cantamos unos villancicos, una fotito de recuerdo y continuamos. 

En el portal de Belén hay estrellas sol y luna.....
     Cogemos el camino creemos que fue realizado durante la guerra según nos comentó en su día un "supercicuta", este nos lleva hacía el collado. No tardamos mucho en llegar a la frontera de Peguerinos y nosotros sin pasaporte, afortunadamente no estaban los "carabinieri" lo que nos permite pasarla tranquilamente y justo a partir de ese momento a disfrutar de la belleza del lugar. Es arrebatadora, ciertamente hermosa, es un paradero especial dado a curar todos los males, nervios, subidas de precios, "banquerófagos", los feos recuerdos que nos amargan la vida,  vaya, todo tipo de preocupaciones. Un relajante paseo por la zona y vemos pinos tallados y embellecidos por la climatología y la altura, contemplamos las lagunillas que hay en el collado completamente secas en estas fechas, da un poco de pena no verlas colmadas de agua.
Pino bonito. 

Nieves perpetuas en una de las charcas.

Incluso seco es bonito.
     Dejamos atrás el collado y nos dirigimos a la Cañada de la Cumbre disfrutando del día y del placentero entorno, dejamos atrás los pinos y salimos a la gran explanada de las Lagunillas, nos encontramos a una de las balsas más grandes con un poco de agua, la mayoría están tan secas como el terreno, un reconfortante paseito. 


La grande con un poco de agua.

Cascada de lagunas secas.

En la umbría hay hielo.
     Nos vamos por la pista hacía Cueva Valiente, al mismo tiempo que disfrutamos de la agradable temperatura el apetito crece, vemos un ramal del camino que va con dirección a la Cañada Mojada, que por cierto le tenemos en la carpeta de pendiente, desde este punto vemos la fuente de Fernando Benito para nosotros "fuente Benitin", aquí nos traen el catering del que damos buena cuenta y nos vamos que parados se nos quedan los riñones fríos. Seguimos por la pista y en un claro de una curva vemos enfrente las Navas del Toril iluminadas por los inclinados rayos del sol dándole un aspecto radiante, por este motivo y su belleza este paraje queda nominado para futuras etapas que archivamos en la carpeta de pendiente. Dejamos estas reflexiones y al mismo tiempo la pista poco antes de llegar al collado de la Gargantilla, este atajo nos lleva directamente a la fuente de J. Bellver, poco agua. Nos tiramos a tumba abierta paralelos al Gargantilla, cruzamos la frontera en sentido contrario, a pocos metros se hallan las huellas de la extinta fuente de Lava Coñitos, destruida por "algún amante del patrimonio", seguimos bajando y miramos al este, vemos a Cueva Valiente muy bien enfocada por el sol y nos llama la atención a la izquierda de la cueva lo que parece una cascada de hielo, es poco posible dada la temperatura y sobre todo ¿de dónde sale ese agua?, curiosidades de la naturaleza.


Mala fotografía, no se aprecia el hielo.
     Unos días después vemos una fotografía de M. M. hecha el mismo día de autos en la que se ve claramente la cascada de hielo y seguimos sin comprender de dónde sale el agua, pero queda demostrado que los que suponíamos hielo lo era realmente.

     
     Antes de continuar miramos al noreste y vemos la vaguada del Gargantilla, San Rafael, La Estación, Los Ángeles, el Estepar, "Venta Quemá" y al fondo la sierra del Quintanar que se la ve radiante, nuestro pequeño y querido universo.

Nuestro valle.
     Nos 
desviamos a la izquierda por un bonito camino que nos lleva al Chozo de los Arteseros y la fuente del mismo nombre, les hacemos la "inspección técnica" y nos vamos por un sendero camino de la Canaleja. Nos encanta la vereda hoy un poco deteriorada por la corta que se está haciendo en su entorno, zigzagueamos por un ligero descenso que nos desembarca en el camino del Ingeniero poco antes de llegar a la altura de la fuente de Las Heras, disfrutamos del camino y llegamos a la curva sobre el Goyato, vemos que la "gran cascada" hoy es ridícula, cae un hilo de agua, todos los indicativos son de sequía, la naturaleza está pidiendo a gritos agua y nieve ¡Que así sea! Dejamos el camino por donde lo cruzamos por la mañana y después de un descenso tranquilo con la compañía del ligero rumor del escaso agua que baja por nuestro arroyo favorito llegamos al quiebro que nos obliga la valla del prado y a continuación a las mesas del área de descanso donde aparcamos el coche, nos despojamos de los achiperres, nos montamos, nos vamos ¡Como Contador y Pinto!


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lunes, 8 de enero de 2018

16-12-17 Telégrafo



16-12-17

Torre del Espinar a torre de Villacastín
     
     Miramos en dirección a nuestra ruta y lo que vemos no nos gusta nada. Cambio de última hora, se viene con nosotros "Morrosko di Peñota" y nos vamos a nuestro punto estratégico, donde abandonamos la SG-500 por la vereda de los Serrano, allí aparcaremos. Nos aprovisionamos y partimos hacia nuestra familiar cañada Real Soriana, Rodeamos la valla de la cerca, vemos de frente la bonita Peña Cuervo, dejamos atrás el mojón de Valportillo y a la izquierda los Encerraderos de Peña Cuervo. Más adelante, también a la izquierda está el nacimiento del arroyo del Navazo, a su lado arranca la colada de Cantos de San Juan que en su día usamos en la ida y vuelta a las Navas de San Antonio. Llegamos al Cuartel de la Regina y a la izquierda sale el Camino de los Fruteros, vemos una construcción hoy en día decadente, suponemos que en la inauguración estaría de exposición, esa doblez perfecta en la esquina, las planchas de chapa perfectamente cortadas y colocadas impecablemente en un encaje de bolillos perfecto hasta formar un cobertizo, está tan bien hecho que se ven las múltiples "medallas concedidas" hechas con las tapas y fondos de los bidones.
Chamizo y corrales "bidoneros".

     Un kilómetro más y sale un nuevo camino que lleva a las Navas. Hemos llegado al punto de la eterna  búsqueda, en dos o tres ocasiones hemos estado indagando para encontrar "el mojón perdido", llamado de Navalvillar, cualquier día nos saltamos un ojo con él, hemos tenido que estar encima pero no le vemos, tenemos herido nuestro orgullo ¡Lo encontraremos!

     Dejamos a nuestra espalda Matamenéndez, empezamos la suave y prolongada pendiente que nos lleva a las Atalayas punto alto de la etapa con 1366 m. Cuando llegamos arriba hace un aire forastero que fastidia a los del pueblo, miramos a la cima de Cabeza Renales y la vemos "canosa" por efecto de las heladas.

Que fresco.
     Desde aquí además de ver Cabeza Renales también vemos la torre del antiguo telégrafo con la sombra del Caloco recortado al fondo.


Desde la Atalaya.

     Para llegar tenemos que hacer una bajada leve y una subida más leve hasta el Alto de Castrejón, lugar donde se sitúa la vieja torre del telégrafo. Aquí hace un aire fresco que nos hace pensar en sus antiguos moradores, nosotros divagamos mucho sobre el tema, pero ya en casa nos decidimos por aprender y para ello nos remitimos a La Historia de la Telegrafía Óptica en España de Sebastián Olivé Roig, ¡Apasionante!, nos dice que esta torre pertenece a la línea Madrid-Irún, "casi ná". Curiosamente estaba formada por cincuenta y dos torres, si tenemos en cuenta que la distancia que les separa a las dos ciudades es de 480 km., esto nos dice que la distancia que separaba una torre de otra era de entre ocho y diez km. Esta concretamente, está situada entre las ya desaparecidas del puerto de Guadarrama y la de Villacastín, de allí continuaba a Muñopedro, Labajos, Martín-Muñoz, etc., etc..., y ya hasta Irún. Esta línea se inauguró en octubre de 1846. Como nos gustaría ver por un agujerito los mensajes de aquellos primeros años, dura vida la de aquellos torreros que tenían que estar al pie del cañón desde que salía el sol hasta el último rayo del día, nos cabe la duda de si se mandaban mensajes nocturnos también.

Estado Actual.
      ¡Cambio de tercio! Huyendo del viento del noroeste que viene guerrero, buscamos un resguardo que nos permite la visión del valle que coge los núcleos del término. Llega lo bueno, "a pernil regalado no le mires el cacabillo", un buen bocata, "lo otro" y la vista de la maravillosa obra que nos ha regalado la naturaleza a los que vivimos en este bonito lugar, como las vistas no calientan, sobre todo hoy, nos vamos.


El Espinar y aguas vertientes heladas.
     Nos despedimos de los espíritus del "Torrero y del Ordenanza". Teníamos la intención de buscar la fuente de la Atalaya, hoy es tarde, otro día. Llegamos de nuevo a Las Atalayas empezamos a descender la larga pendiente dejando atrás a la derecha, primero Las Lagunillas y más tarde El Postuero, curiosamente vemos a lo largo del camino cuatro cinco bañeras colocadas  estratégicamente por los ganaderos de la zona, todas ellas con agua, cuando llegamos al nacimiento del sotillo vemos un bonito conjunto de caducos "desnuditos" por los efectos del 
otoño. 
Nido a la vista.
      ¡Seguimos! Vamos con la cabeza baja para evitar ser deslumbrados por el sol y de repente la sombra nos inunda dando descanso a nuestras retinas, con la vista descansada nos damos media vuelta y le damos un vistazo a la cañada que se la ve radiante con los últimos rayos del día.


La Real Soriana.
     A nuestra derecha dejamos atrás las bonitas ruinas metálicas en el paraje de El Navazo, a la izquierda sobrepasamos el Potril, llegamos de nuevo al Descansadero, el Mojón, tomamos la curva a la izquierda, pasamos al lado del roble que casi no vemos por la falta de luz y al coche.


     P. D.: Un día realmente bonito, pero lo mejor de todo la limpieza durante toda la etapa, no nos hemos encontrado ni un solo plástico en todo el camino, tenemos que borrar de nuestras mentes la desagradable impresión que nos dejó la suciedad que arropaba al pantano que visitamos unos días atrás, afortunadamente nuestros montes están mucho más limpios.




     


      



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sábado, 6 de enero de 2018

15-12-17 Madrid





15-12-17

La turística madrileña


          Viendo unas bonitas fotografías de A. cuyo tema era Madrid nos vino la idea, se da la casualidad de que hoy vamos a la "capi" y sin prisas, madrugamos, terminamos pronto la única obligación que tenemos y nos disponemos a comenzar la primera etapa 100 X 100 madrileña "campo a través". Empezamos la andanza en la glorieta de Málaga al lado del hospital 12 de Octubre y falso final de la calle Antonio López, decimos falso porque cuando parece que va a terminar en la plazoleta hace una "hoz" y se vuelve marcha atrás paralela a la avenida de Andalucía. Siendo nuestra primera idea ir en sentido decreciente de la numeración por Antonio López, tendremos que corregir el rumbo, cosa que hacemos subiendo por Virgen de la Encina y llegamos de nuevo a la ya famosa Antonio López y ahora sí que vemos decrecer la numeración Cruzamos Aniceto Pérez, hasta que llegamos a unos jardines con canchas de baloncesto que cruzamos dirección a un puente que nos permite cruzar por encima la Avda. del Manzanares, el río del mismo nombre y de nuevo el carril contrario de la avenida. En el centro del puente damos un vistazo a un lado y a otro ¡Asombroso! Vemos lo que creemos  una garza imperial, si no estamos equivocados, preciosa, posteriormente leemos y vemos una fotografía tomada en el Manzanares a la altura de Rivas, lo cual nos dice que posiblemente estábamos acertados. 

     Llevábamos tantos años sin fijarnos en el agua del Manzanares que viéndolo y recordando (batallita del abuelo Cebolleta) que corría el año 1976 estaba topografíando una parcela precisamente en el término de Rivas Vaciamadrid, para el por aquel entonces B. V., veía el curso del río, recordaba que bajaba mucho caudal entonces, pero el agua bajaba color chocolate, pestilente y casi se podría decir que densa. Vemos correr el agua hoy tan limpia que nos embarga la emoción, es estupendo ver que los hombres cometemos muchos errores y que algunos de ellos los corregimos.

Aguas abajo, dentro círculo amarillo la garza.


Aguas arriba.
     Desembarcamos del puente en la calle de Ricardo Damas que nos lleva a Maestro Arbos donde nos encontramos recogido en el centro de la acera un tremendo cordón de hojas, le comentamos al barrendero que tiene trabajo hasta que se jubile, nos responde que viene desde el planetario, Seguimos y antes de terminar la calle nos damos la vuelta y le vemos que abandona el tajo por la izquierda, será la hora del bocata. Antes de llegar a la plaza de Legazpi nos vamos a la izquierda dirección al antiguo mercado central de frutas y verduras (batallita del abuelo Cebolleta) durante el periodo de tiempo que duró el servicio militar, una de mis "misiones especiales" era la de recoger a Don José en la plaza Elíptica y llevarle a dicho mercado a comprar zanahorias para alimentar los conejos que utilizaban en las pruebas experimentales en el Instituto de Medicina Preventiva Ramón y Cajal del Ejército, sito en la calle Donoso Cortés nº 92, que era donde las llevábamos justo después de tomarnos un cafetito. Estamos en éstas disquisiciones y hemos vuelto de nuevo a la avda. del Manzanares, se podría decir que nos quedamos deslumbrados ante lo que vemos. Hace unos diez o doce años pasaba por aquí la M-30 antes de que la soterrasen, faraónica obra realizada en tiempos del alcalde Gallardón, no cabe duda de que el gasto fue excesivo más de 7000 millones de euros, pero el resultado es cuando menos deslumbrante. El cambio de una autopista de dos direcciones de tres o cuatro carriles cada uno por este jardín lineal parece cosa de magia negra. Merece la pena mostrar una imagen de una de las dos tuneladoras que se compraron para la tremenda obra, los que están a sus pies no son los que trabajan con ella precisamente, estos solo son parte de los que ordenan la obra


Tamaño de una tuneladora trida para hacer los túneles de la M-30.
     Como veníamos diciendo, vamos por el paseo peatonal y al mismo tiempo carril bici de la avda. del Manzanares, dejamos atrás el puente de Andalucía y tenemos a nuestra derecha las instalaciones del Matadero municipal, un macro conjunto de 48 edificios y más de 165.000 m. cuadrados (pendiente de futura visita), teniendo en cuenta que está casi adosado al mercado de frutas el conjunto es impresionante.

Pabellón de lanar.

     Llama la atención entre otras cosas los puentes de diferentes diseños a cada cual más bonito.

Puente de "caparazón".
    Tranquilidad es lo que se respira paseando paralelo al río, incluso vemos una abubilla que hacía mucho tiempo que no la veíamos por los montes del pueblo, antiguamente nos la encontrábamos más a menudo. 

Upupa epops.
     Nos acercamos de nuevo al río, agua limpia, múltiples gaviotas deambulan por algunas de las isletas que hay en el canal dado la poca cantidad de agua que baja, da gusto ver sus plumas blancas casi níveas. Volvemos al camino ¡Caramba! Hace unos días nos encontramos con Juan y su hija cogiendo agua de la fuente de la Botella y hoy nos le encontramos dándose un paseo en sentido contrario al nuestro. Vive cerca de aquí, charlamos un rato y nos despedimos hasta la próxima ¡Atención! ¡Un ovni! No, es el vehículo de transporte de uno de los múltiples jardineros que cuidan este gigantesco jardín. Nos encanta el triciclo, dan ganas de darse una vuelta con él

Última generación.
     Vemos a lo lejos unas construcciones brillantes, son toboganes, preciosos, de acero inoxidable, 
cuando los tenemos delante dan ganas de deslizarse por ellos ¡Preciosos! Irrompibles y duraderos. Para embellecer más la estampa, a su lado hay un Almez de un porte admirable, la tersura, la belleza de su piel y su perímetro superior a los tres metros y medio, almez de la Arganzuela.

Celtis australis

Toboganes. 

"Tuboganes".
Nos damos la vuelta y continuamos, aparece una bandada del último invasor de los cielos de Madrid, las cotorras, para más señas argentinas, de un tiempo a esta parte se están haciendo endémicas.

Myiopsitta monachus.
     Vamos con los ojos como platos soperos, no desciende el nivel de admiración, ahora vemos el Obelisco de la Castellana, en su día estuvo situado en la Glorieta de Emilio Castelar, posteriormente le colocaron en la plaza de Manuel Becerra, algún elemento del monumento fue llevado al Retiro, posteriormente le colocaron en Arganzuela, se movió durante la ejecución del soterramiento de la M-30 y finalmente se plantó en su actual ubicación llamándole Obelisco de la Arganzuela, aunque nosotros le llamaríamos el "Obelisco de San Vito" por lo mucho que se ha movido en su larga vida. Lo que nos encontramos ahora nos saca un Ohhh muy grande, tenemos delante la futurista pasarela de la Arganzuela, con una longitud de 278 m. dividida en dos tramos, el primero une casualmente la calle de Antonio López (donde empezamos nuestra etapa de hoy) salvando el río y desembarcando en una plataforma que nos da la posibilidad de bajar a pasear por el jardín o coger el segundo tramo que nos llevaría hasta la calle de la Arganzuela (curioso nombre y su posible origen).


El sinfín.
      ¡Continuamos! A lo que vemos ahora estamos más acostumbrados, son leñas muertas, cuando nos acercamos y nos cercioramos, es verdad con los miles de pinos muertos que tenemos por nuestros montes que no harían aquí, con unos cuantos troncos "muertos" hacen un divertimento idóneo para saltimbanquis y algún reloj, si hacemos esto en el pueblo estamos tontos.


Arte "muerto".
    Dejamos a nuestra espalda el juguete peligroso y ante nosotros aparece un vestigio del pasado, el Puente de Toledo construido entre los años 1718 y 1732, enlaza Pirámides con Marques de Vadillo, casi trescientos años nos contemplan y encima nos miran medio barroco y medio churrigueresco.


Puente de Toledo
      Abandonamos Madrid Río y subimos dirección Pirámides y aquí cambiamos de mundo, dejamos atrás la paz que curiosamente se respira en la preciosa arteria verde que hemos descubierto hoy, ahora volvemos al bullicio de la ciudad que aunque parezca mentira habíamos olvidado durante nuestro paseo por nuestro recién descubierto jardín.


     Desde el nuevo mundo vemos el puente desde arriba y las fuentes que ya se las nota el paso de los años como no puede ser de otra manera, lo mismo le ocurre con varios siglos menos al Estadio Vicente Calderón que aunque se esconde tras la fuente ya tiene su "sentencia de muerte", corta vida ha tenido, medio siglo.

     Dejamos Pirámides por el Paseo Imperial, vemos a la izquierda el solar de la antigua fábrica de cervezas de la Mahou, ( "el enemigo", nosotros éramos y somos del Águila) suponemos que están esperando a derribar el campo de fútbol y no tardando mucho construirán las torres del Atleti. Bajamos hasta la Ronda de Segovia que nos lleva a la calle del mismo nombre y por ella subimos dirección a la Plaza Del Alamillo, no es porque seamos segovianos, es que nadie se puede quedar indiferente viendo el viaducto de Segovia, incluso aunque tenga el sobrenombre de "puente de los Suicidas" por la malsana costumbre que han tenido algunos de "bajarse en marcha" sobre todo teniendo en cuenta que el desnivel que salva es superior a los 25m. Nosotros le salvamos como "os galegos" subimos por las "escaleiras" y antes de llegar a Bailén vemos un "empedrat" con unas cruces preciosas. ¡Estos albañiles, que les das un camión de grava y te hacen una nave espacial!

Viaducto de Segovia.

Cruz de los hijosdalgos de Madrid.

Fuente de los Caños Viejos.
     Desembarcamos en la calle de Bailén casi a la altura de la calle Mayor, a la izquierda vemos la fachada este de la Catedral de Santa María la Real de la Almudena, andamos 150 m., cruzamos Bailén y entramos en la plaza que hay enfrente de la fachada principal de estilo neoclásico, terminada a finales del siglo pasado tiene unas medidas de 102 m. de longitud y una altura de 73 m., curiosamente es de la pocas catedrales que están orientadas norte-sur por el motivo de situarla de frente al palacio.



Fachada del crucero.

Fachada norte.
     Solo dando media vuelta dejamos a nuestras espaldas la belleza de la catedral y nos enfrentamos a la magnificencia del palacio real, esto sí que es una obra teniendo en cuenta que tiene 135.000 m2 y el "chabolo" solo tiene 3.418 habitaciones, por eso hay tanto paro, hicieron entonces todas las habitaciones, con una superficie casi el doble que palacio de Buckingham o el palacio de Versalles, está hecho a lo "segoviano", gigantesco.

Fachada principal.

Fachada norte.
      
 Un paseo por la plaza de Oriente con sus zonas ajardinadas muy bien cuidadas, nos encontramos con un tío vivo (parece que es tradicional) que rememorando nuestra niñez nos dan ganas de dar una vuelta, el acomodador me mandaría al elefante, si le hay.  Bueno, bueno, si decíamos que estaba bien ajardinada, es porque no habíamos visto los jardines de Sabatini y vistos desde las alturas son preciosos.
Sabatini.
     Vamos pensando en volver para ver más despacio el Palacio y todos los alrededores, de la nada aparece el nuevo edificio del senado, antes de llegar a la plaza España, no sabíamos su ubicación, nos asomamos a la plaza y al fondo el antiguo edificio España hoy edificio Chino.

La cámara alta.

La casa del c***.
     Vemos una cúpula bastante colorida, nos situamos en la acera, justo enfrente, la estamos viendo y le preguntamos a dos personas que salen de un portal, nos dicen que es la iglesia de santa Teresa y san José, un bonito edificio de estilo ecléctico.

Convento e iglesia de los carmelitas.
      
Subimos por san Leonardo y la primera a la izquierda por Juan Álvarez de Mendizábal, a la derecha por Ventura Rodríguez y de nuevo a la izquierda por Martín de los Heros. Subimos por la acera de la derecha, nos damos la vuelta y cruzamos de acera. Nos llama la atención La Saconería, entramos, es pequeñito y está lleno, nos tomamos un vino y charlamos con  Alfonso propietario del local y de la pequeña colección de sifones que adorna el establecimiento,  nos atiende muy amable, incluso con el follón que tenía ¡Adiós! y volveremos. A la derecha por Evaristo San Miguel hasta princesa que cruzamos para subir por Mártires de Alcalá, cruzamos Alberto Aguilera y seguimos por Blasco de Garay ¡Hay apetito! Nos comemos un bocata de presuntos calamares, es una pena, si ha cambiado la vida que ya ni los calamares saben a calamares ¡Una pena! Continuamos, ahora subimos por Rodríguez San Pedro hasta Conde del Valle de Súchil (Súchil municipio de Durango México) que nos lleva a subir por Arapiles a Plaza Quevedo al que no vemos, al que si queremos ver es a Luis Fernando por lo que damos media vuelta y nos vamos a Magallanes ¡No contesta! damos marcha atrás y llegamos a Vallehermoso que tomamos a la derecha hasta llegar a Donoso Cortés a la izquierda, una de nuestras calles de Madrid, cruzamos  Galileo, en ese portal vivía Jesús al que dejé el nefasto día que recordamos un poco más abajo cuando cruzábamos Blasco de Garay. Un "tanque" Seat 1500 se llevó por delante al pobre y blandengue R-10, que afortunadamente se saldó con diez puntitos que "luego cambiamos por un peine". Seguimos, una parada logística y antes de que nos demos cuenta estamos en el nº 92, antiguo Instituto de Medicina Preventiva Ramón y Cajal, destacamento en el que hice la mili "mediados del siglo pasado", muchos recuerdos como no puede ser de otra manera, hoy en día lo ocupa la Subdirección General de inspección Regulación y Estrategia Industrial de Defensa.

     
     Nos vamos rememorando aquellos años que fueron mejores sobre todo por la juventud divino tesoro, Isaac Peral a la izquierda, la famosa cafetería Galaxia a la derecha el intercambiador, antes, en la plaza de la Moncloa un vistazo al antiguo arco de la memoria hoy arco de la victoria, que se terminó el año de mi nacimiento y detrás el Faro de Moncloa que se terminó el año que nació nuestra hija.

Dos generaciones.
     Cruzamos Princesa y entramos al submundo del intercambiador, cuando salgamos camino de casa en el bus será de noche.