Comando Peñota: Camino del agua-25-09-16

25-09-16

LA CASILLA

Arrancamos en la puerta del Baldío por la Cañada Real Leonesa, no habíamos andado quinientos metros y nos encontramos con 2/5 del Comando Peñota, aunque quizás debería decir 3/6, que a partir de ahora habrá que sumar a Nico como nuevo componente del grupo, les animamos a unirse pero tienen prisa, otro día será, aparece I. que se une a la tertulia, después de un rato agradable, cada uno tira para su “olivo”, nosotros nos vamos dirección a la “maja” Pericón, nos encontramos al “Gudillos Rivers” seco, solo queda algo de agua en alguna charca, penoso, por esto y muchas cosas más tiene que llover, que así sea.
Cogemos las primeras pendientes con ganas y pronto llegamos a la explanada de “Burt Lancaster”, allí nos encontramos con Roberto, lesionado y un poco perdido por culpa de los carteles que indican la dirección a la Estación del Espinar por donde quieren, le indicamos el camino al coche se va renqueante y un poco triste por dejar a su grupo haciendo la integral, nos despedimos diciéndole que otra vez será y hasta la próxima, hemos llegado al Camino del Agua que cogeremos a la derecha a la altura del Barrancón a la izquierda del camino vemos una arqueta curiosa no habíamos visto ninguna igual, se supone que será una captación pero no sabemos con qué finalidad porque está lejos de cualquier construcción, continuamos disfrutando de este maravilloso camino que a su derecha tiene muy bonitas vistas entre pinos, llegamos a la fuente Oscura ni gota de agua, camino cómodo, llegamos a la puerta que está cerrada a cal y canto, voy a hacer el tonto intentando pasar la alambrada por debajo cuando una voz en of nos dice desde un grupillo que había al lado, ¡Teneis una puerta!, vaya un ojo, a metro y medio, una puerta, bueno mejor y agradecido, seguimos buscando un camino que suponemos que acaba en el puerto por detrás de la chimenea del túnel que pensábamos que entroncaría más atrás con este camino, pero cuando nos damos cuenta estamos en la CASILLA del caminero del puerto, donde vivió nuestro querido “hombre del tiempo”, no fallaba un pronóstico, muchos años viviendo sin vecinos y atendiendo pacientemente a su familia, admirable persona, damos una vuelta por allí, vemos un camino que sube con dirección al puerto puede que sea el que buscábamos, en el muro sigue estando el indicador de cinco kilómetros a San Rafael y veintiocho a Villacastín, al otro lado del camino vemos otro cartel que está mal dibujado y que cambia el nombre a la casa de las Campanillas por el de las Campánulas, volvemos sobre nuestros pasos disfrutando de la comodidad del camino y como nos da hambre, pues ya se sabe la fórmula para que se te pase, un alto y damos buena cuenta de unas barritas energéticas de León, unas moras de postre, eso y desaparecer el hambre todo una. Reanudamos la marcha, a la izquierda vemos una tremenda cicatriz completamente recta descendiendo al Gudillos y subiendo a las Mesas, cortando el pinar en dos, continuamos y pronto llegamos al cruce que cogemos para bajar al río y rápidamente estamos en el coche.