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martes, 8 de febrero de 2022

13ª Camino de San frutos del Comando Peñota


13-11-21

 Prólogo


      Un amigo (El Inductor) nos hablaba del camino de San Frutos que nosotros desconocíamos, como muchos segovianos, entre otras cosas decía que solo eran unos ochenta kilómetros ¡Solo! ¡Qué gracioso! Con eso y pocos datos más (entre otras cosas nos consiguió la famosa Pajarera) comenzamos el juego.

      Hoy se cumplen 372 días desde que el día 7 del 11 del 2020 iniciáramos lo que en principio para nosotros era un pasatiempo y que a posteriori a sido un encadenamiento de divertidas peripecias llegamos con una mezcla de pena al ver que se nos acaban nuestras andanzas pajareras y de alegría de llegar a la última etapa y conseguir finalizarlo.




 13ª etapa

Villaseca - Ermita de San Frutos - Villaseca

      Deseábamos que llegase este día aunque no en estas condiciones climáticas,  la niebla no nos permite ver el panorama, pero ¡comenzamos! Cogemos los bártulos, entre tanto caemos en la cuenta de que la "coral de San Frutos" ha cambiado de escenario, si siete días antes decíamos que nos amenizaban el bocata cien metros al norte hoy oímos como cientos de pajarillos trinan alegremente cien metros al sur, el concierto es claramente un enérgico "alegro" que nos lleva a pensar que el día va a mejorar. Con ese festivo cante de los pajarillos arrancamos contentos desde los pies de la espadaña de la iglesia que pese a la cerrada niebla está envuelta en un halo luminoso que nos permite verla claramente.

Santo Tomas.


         Tomamos el camino que tiene la curiosidad de tener doble denominación, una en la dirección contraria a la que vamos a llevar hoy que sería el Camino a Sepúlveda y el que haremos hoy que como no puede ser de otra manera es el Camino de San Frutos. 
      Llevamos varias moscas gordas detrás de la oreja por la casualidad numérica, hoy es día trece (¡cuerna de cabra!) que curiosamente coincide en el numero con la decimo tercera (¡cuerna de chiva!) etapa, a lo que que sumaremos que nos vemos envueltos por la niebla que apaga la intensidad de la luz casi totalmente. Rodeados de un silencio sepulcral, ambiente misterioso, aire enigmático, con todos estos condicionantes y sin hacer otra cosa que andar, la fantasía se acelera y echa a volar, nada más y nada menos que ocho siglos atras.

      El prior de San Frutos le pide ayuda al arzobispo de Segovia Bartolomé de Ayllón que ordena al templario de la iglesia de la Vera Cruz fray Godofredo de Monzoncillo y el novicio Amaris de Gomezserracín se dirijan al conjunto monástico del priorato de San Frutos perteneciente al alfoz de Sepúlveda, para indagar sobre el posible asesinato de una mujer.

           
Los delatores.

          
      Continuamos el camino observados por los mirones puntiagudos mientras nos adelantan carretones tirados por bueyes, carromatos tirados por mulas y elegantes carruajes tirados por bonitos caballos, todos vienen de pueblos aledaños para asistir a la conmemoración de la liturgia en el priorato. Curiosamente no nos adelanta en todo el camino ningún peregrino, sabemos que estamos llegando porque en una explanada situada a media legua del priorato vemos a todos los carruajes bien instalados. Desde aquí hay que bajar a pie, nos cruzamos con el ilustrador Anselmo de Salamanca que venía con la intención de hacer "unas láminas", se va enfadado porque la niebla no le permite ver nítidamente el terreno…”Ten paciencia, le decimos, la niebla va a levantar” No se espera.

     Por nuestra parte nos acercamos al mirador para hacer tiempo, no se ve "tres burros en uno", nos quedamos con las ganas, retomamos el camino y llegamos a "la cuchillada" de la que cuenta la leyenda que la hizo el mismísimo San Frutos con su cayado con la intención de impedir el paso a los sarracenos. Ahora se cruza por el puente del mismo nombre, en este punto San Frutos hace de las suyas y comienza a levantar la niebla ¡menos mal! Si venimos aquí y no podemos verlo habría sido una faena…

Desde el puente la cuchillada al norte.

Desde el puente la cuchillada al sur.


           Cruzamos el puente que salva la cuchillada situada en el cuello que da entrada al lóbulo en el cual se sitúa el santuario. Nuestra suerte está cambiando, la niebla se levanta y se va haciendo la luz de lo cual nos beneficiamos cuando tenemos la primera aparición, ¡una preciosidad! ¡deslumbrante! Ha merecido la pena la espera. Nos encontramos delante de una alhaja, una joya con miles de piedras preciosas engastadas de forma magistral por los "canteros joyeros". Admirando la fachada pasa un buen rato hasta que cerramos la boca y parpadeamos cuando salimos del encantamiento que nos ha producido. 

          El Comando Peñota ha sufrido un nuevo flechazo, el emplazamiento, el color, la disposición, la historia, la orientación, su bella construcción romanica, la luz y los colores tan segovianos plasmaba el pintor segoviano Lope Tablada, de nuevo nos despertamos ahora el motivo ha sido un grupo de visitantes, en estas condiciones es difícil imaginar el silencio que tendría que dominar el conjunto siglos atrás.

Fachada principal.


           El impacto de la visión del sorprendente frontis nos retrotrae de nuevo ocho siglos atrás y antes de entrar a la derecha vemos a dos monjes provistos de maza de yerro, própalo, pico de punta de gurrión, cuñas, etc., están trabajando en la apertura de un nicho, charlando con ellos, nos comentan que en el anterior han enterrado al refitolero fallecido la semana pasada, se disponen a cavar otro, llama la atención hallar el pequeño camposanto al lado de la puerta principal.

Nichos excavados en la roca.

      Antes de acceder al interior les preguntamos sobre el caso de la mujer, nos dan su opinión, a continuación nos dicen que nos descarguemos en la portería según se entra a la izquierda.

Desde la portería.

      La siguiente estancia a la izquierda es el refectorio donde se encuentra el cillerero pesaroso por la reciente muerte de su ayudante, dado lo dolido que se encuentra nos responde a las preguntas de lo ocurrido deficientemente. Continuamos y para ello cruzamos la puerta que se ve desde la principal y que separa el vestíbulo del patio, donde nos encontramos a la izquierda el acceso al patio y enfrente una escalera que tomamos para subir a la iglesia. 

Puerta principal y entrada al patio.

      En a puerta de la iglesia nos encontramos con el sacristán barriendo la humilde nave central en la que se ven las flores secas del enlace celebrado de una hermana de un oblato cuyos padres aportaron una buena dote a la ermita, sobre el austero altar un sencillo retablo dedicado al santo y al que posteriormente se le añadieron sus reliquias.

Nave central de la iglesia.

      A la izquierda hay añadida una nueva capilla consagrada al santo, en ella hay un sillar en el altar del que dice la tradición que si das tres vueltas por debajo te desaparecen todos los dolores, nosotros nos tenemos que volver doloridos ¡imposible! ¡No podemos pasar! El oratorio tiene una bonita y colorida iluminación producto de la vidriera situada en su cara norte. 
Vitral de San Frutos.

          Volvemos a la iglesia para la hora canónica de Regina Coeli y una vez terminada mantenemos una conversación con el sacristán. No sabe nada sobre el caso… Salimos para encontrarnos en las estancias monacales con el camarero que está colocando la ropa de cama. Está dispuesto y nos cuenta su versión, un marido celoso de su mujer creyendo que era engañado la despeño por un precipicio, San Frutos sabedor de la castidad de la mujer la salvó de la muerte. En gratitud la mujer cedió todas sus propiedades al priorato, como reza una anotación grabada en una piedra incrustada en uno de los muros de la iglesia. Decididamente todos los habitantes del priorato están persuadidos de que fue un milagro, imposible convencerles de lo contrario.

Inscripción en el muro sur de la iglesia.


Desde las estancias de los monjes.


      Una nueva metamorfosis y dejamos atrás las "habitaciones" para salir del patio del recinto y dirigirnos al minúsculo cementerio que se encuentra al este, casi  en la punta del lóbulo rodeado por el Duratón ochenta metros más abajo, nos acercamos al borde de la orilla convexa, frente a nosotros, a nuestra misma altura en la orilla cóncava del río vemos la meseta de El Lastrón indefensa, solamente poblada por escasas encinas, unos pocos enebros que sobresalen por encima de unos pobres pastos.  
 
     Después de disfrutar de la belleza del meandro encajado nos asomamos al sobrio panteón familiar del santo en el que presumiblemente están los féretros en los que se pueden leer los nombres del santo y de sus dos hermanos aunque suponemos que después de las infamias que se les hizo sobre todo a los hermanos en Caballar, las posteriores exhumaciones y traslados, es de suponer que quede poco de ellos ahí sepultado. Ahora nos acercamos al pequeño cementerio, diminuto y bien cuidado, curiosamente se ven tumbas recientes, hay que reconocer que el sitio es precioso, pero realizar un sepelio en él tiene que ser bastante laborioso, desde aquí damos media vuelta e iniciamos el regreso.

Panteón y sacramental.

      Volvemos a entrar al conjunto por el patio para encontrarnos con una visión soberbia de la iglesia y lo que queda de la galería que estuviere adosada a la misma y que subimos a ver. Entramos por un arco en perfecto estado y a la izquierda vemos los curiosos contrafuertes, adosados a la iglesia con posterioridad, sin ningún tipo de trabazón por lo que los han tenido que anclar con unas poco medievales pletinas.

Preciosa imagen del conjunto.

      Después de disfrutar de la belleza de lo que queda del priorato, de nuestros imaginativos y utópicos sueños, de la reverberación que contiene todo el conjunto, si prestas atención te parece escuchar la historia que contienen estas piedras. Llegó el momento, nos vamos con pena pero con la promesa de volver, ya estamos pensando en más de uno que sabemos que le va a gustar.

      Ahora que se ha levantado la niebla aprovechamos para ver bien la grieta, cruzamos el puente de La Cuchillada de nuevo, nos acercamos a los meandros situados al sur para disfrutar de nuevo de la espectacular visión de las hoces del Duratón, sobrecoge ver el "inmenso trabajo" que ha hecho el Duratón para modelar esta belleza que curiosamente les gusta tanto sobrevolar a los grandes buitres que anidan a cientos por todos los recovecos de los muros de caliza. Nosotros que estamos muy acostumbrados a verles sobrevolando las térmicas de la pequeña depresión por donde discurre el arroyo de la Tejera situada en nuestro término que está delimitada por los parajes de los Prados de la Albarrana, Prados de Gansapajaras, el Canto de la Legua, el cerro de El Potril, la Cerca Portillo y Cañadas Hondas, ahora disfrutamos de la belleza del pesado e indolente vuelo de las enormes rapaces que planean la hoz formada por el río, acotada por los sitios de El Batán, Valdepuerco, Santa Engracia en la margen derecha y el de la meseta de la margen izquierda que nos da una posible pista del porqué de la proximidad de los buitres y que tiene por nombre Los Muladares ¡Sobrecogedor!

No se aprecia a los buitres pero hay están.

        Media vuelta de nuevo, tomamos dirección norte para acercarnos al mirador a disfrutar lo que no nos ha dejado disfrutar anteriormente la niebla, ha merecido la pena, más aún cuando tenemos un grato encuentro con Sextús de Cantimpolos, Clarisa de Sotosalbos y su bonita familia, después de disfrutar del agradable encuentro nos despedimos. 

Desde el mirador.

                    
      Ellos toman rumbo a la ermita, por nuestra parte subimos la pendiente que nos separa de la "explanada de carruajes" situada en el paraje de La Cruz, la cruzamos diagonalmente con la intención de acercarnos a las ruinas del Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz para tratar de verla desde el lugar de la Cruz del Canto. Llegó la hora de hacer un alto en el camino para comernos el bocata, una vez terminado el refrigerio arrancamos. Pronto caemos en la cuenta de que el hombre propone y la orografía dispone, sorprendentemente vemos como los pequeños cauces de arroyos que desaguan al Duratón  están completamente secos pero a base de años han tallado tremendas brechas, sorteándolas nos alejamos cada vez más de nuestro objetivo inicial. En el sitio de la Pillera decidimos cambiar de idea, nos vamos hacia la meta campo a través, el camino que tomamos nos recuerda a "las etapas del infierno del norte", afortunadamente está seco, pero un adoquinado sarnoso nos maltrata los tobillos.

Escabroso camino.

          Bajamos dificultosamente por el abrupto adoquinado hasta el cauce de un arroyo seco, cruzamos un sembrado recién roturado  y comenzamos a subir por una pendiente cada vez más limpia del irregular "pavé", llegamos a la cota 1028 donde nos encontramos un redil con un pequeño refugio del color de las tierras nativas que le dan un ambiente acogedor y que sospechamos servirá para dar cobijo a nuestro amigo Félix y a su hermano de las inclemencias del tiempo.

"La majá"

      Abandonamos el bermejo  chozo, la puerta del aprisco se enfrenta a unas desdibujadas roderas que siguiéndolas nos llevan hasta la senda que coincide con el camino de vuelta de la etapa anterior, cruzamos El Porrón para acabar desembocando en el camino que gracias a su doble denominación ahora le llamaremos Caminos a Sepúlveda, desde aquí mirando al noreste se ve recortado al fondo Somosierra con alguna cumbre nevada y sobre ellas los renglones dibujados por las "huellas de las flatulencias" de los aviones dentro de los cuales se nos muestra una microscópica luna.

¿ Todos los aviones van a Valladolid ?

      Al poco de comenzar este último tramo se nos aparece la espadaña de la iglesia que según nos va acercando a ella va creciendo, llegamos a la recta final que nos deja en la meta donde nos llevamos la sorpresa de ver como un satélite del Comando Peñota eclipsa al Sol.

El aura del Comando Peñota.

Epilogo y Colofón

      Todo pasa, todo llega y nosotros aunque lentamente hemos alcanzado la meta y cantamos con Porky aquello que decía 🎶 🎵 lástima que terminó la peregrinación de hoy… 🎵 🎶 Y parafraseando el verso del famoso soneto de Quevedo: burla burlando trece etapas vamos acabando.
             
      Tenemos que indicar que en la segunda etapa comenzamos tomando un microbús  en Espirdo que nos acercó a La Lastrilla (donde comenzamos la etapa) con una conductora de La Empresa Linecar simpatiquísima, nos despedimos de ella hasta el siguiente viaje, el fin de semana siguiente nos presentamos en Santo domingo de Pirón, el microbús había comido mucho esa semana y se transformó en un enorme autobús con un conductor serio pero experimentado como pocos, a partir de aquí el pajarero nos atrapo y supimos que le haríamos integro, las etapas restantes siempre las hicimos la ida por el Camino de San Frutos y la vuelta por otro diferente, esto nos ha llevado multiplicar el recorrido de 80 kms. a 164,64 kms.

      Tambien decir que de las dos posibilidades que hay de hacer el camino, por la sierra o por Caballar, nosotros optamos por esta última solamente por darse la casualidad de que pasa por Muñoveros donde tenemos el acicate de poder ver a Delia, Oscar, Fernando, Quinti  y a Edu "el inductor" que siempre nos tratan estupendamente.
      
      El periplo nos ha encantado, hemos conocido bellos  parajes  y desconocidos pueblos que nos han enamorado y nos han mostrado el atractivo de nuestra provincia, podemos estar orgullosos.

      El único contratiempo ha sido no haber coincidido con una iglesia abierta excepto la última, la de San Frutos donde nos remataron el disgusto al decirnos que no nos sellaban la "Compostela pajarera" después de que nos la agenciase Edu (El Inductor). Una pena que se nos haya quedado inmaculada, afortunadamente tenemos el camino recorrido a pie, recogido gráficamente y esperamos que la experiencia tarde en desaparecer de nuestros cerebros ¡Viva San Frutos!

         
1ª Segovia- Zamarramala-La Lastrilla                           8,80 Km.    Ida y vuelta
2ª La Lastrilla-Espirdo-Tizneros                                   12,14 Km.    Ida y vuelta 
3ª Tizneros-Basardilla-Santo Domingo de Pirón          11,50 Km.    Ida
4ª Santo Domingo de Pirón-Tenzuela                            9,73 Km.    Ida y vuelta
5ª Tenzuela- Carrascal de la Cuesta                            12,82 Km.    Ida y Vuelta
6ª Carrascal de Cuesta-Caballar- Carrascal                13,13 Km     Ida y vuelta
7ª Caballar- Muñoveros-Caballar                                 16,27 Km     Ida y vuelta
8ª Muñoveros-Puebla de Pedraza-Muñoveros             16,01 Km    Ida y vuelta
9ª Puebla de Pedraza-Cantalejo-Puebla de Pedraza   16,15 Km    Ida y vuelta
10ª Cantalejo-Sebúlcor-Cantalejo                                 10,45 Km    Ida y vuelta
11ª Sebúlcor-San Miguel de Neguera-Sebúlcor            10,07 Km    Ida y vuelta
12ª S. Miguel de Neguera-Villaseca- S. Miguel de ...    15,98 Km    Ida y vuelta
13ª Villaseca-Ermita de San Frutos-Villaseca                11,62 Km    Ida y vuelta
                                                             
                                                            Total............     164,64 Km


🎶 🎵 eso es to, eso es to, eso es todo amigos 🎵 🎶

 



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