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miércoles, 16 de marzo de 2022

18-12-22 Aldeavieja-Blascoeles-Aldeavieja

 


18-12-21

Aldeavieja-Blascoeles-Aldeavieja

      Hoy nos vamos al "extranjero", dejamos atrás la frontera de Segovia con Ávila para acercarnos al "poblado de la tercera edad" conocido por el nombre de Aldeavieja. Aparcamos en la bonita y silenciosa plaza de la Constitución, hablamos con Carmen que está esperando al panadero y cuando la comentamos nuestro propósito nos mira con curiosidad, echamos mano del "P.P.", lo que quiere decir que cogemos palos y petates, nos despedimos de nuestra contertulia y nos vamos por la calle Ancha hasta llegar al camino que nos aleja del pueblo con dirección norte que nos lleva al paraje que lleva el nombre de San Cristóbal, como la joya del siglo XII que es la ermita de la antigua parroquia del pueblo. El templo tiene multitud de historias curiosas que en su día nos comentó "el historiador" se rodaron escenas de Marcelino Pan y Vino, alguna peli más, un video de Miguel Bosé y nos llamó la atención sobre todo la historieta de que en su sacristía se ocultó durante los años setenta en una de sus famosas fugas el delincuente más buscado, el famosísimo Lute aderezado de algunas anécdotas más.

San Cristobal.

       Continuamos por el camino hacia el norte y un vistazo al este en dirección al Cristo del Caloco nos encontramos una bucólica estampa que nos muestra un "bosque" colocado sobre una loma como si de la guinda del pastel se tratara, sobre ella unas nubes de nata quieren recubrir "la golosina". 

La bolica.


        Antes de seguir, una ojeada al sur para ver en el "teatro de las sombras" recortada la sierra de Ojos Albos con los "gigantes" del Parque Eólico de la Cruz de Hierro de tan agradables recuerdos para el Comando Peñota.

Sombras avileñas.


       Una cicatriz corta el campo, suerte que el que hizo la herida tuvo a bien hacer un puente por el que cruzamos y para que pasemos entre los parajes de la Piedra de los Agujeros y Peña del Descansadero, pasamos Valpozuelo viendo a los sembrados con ganas de fructificar. Al norte la Ladera de las Cárcavas tallada por el río Cardeña, se la ve preciosa, inscribimos etapa y la metemos en la carpeta de pendiente.

       Despistados llegamos a Valdecedazos, nos hemos pasado, media vuelta, buscamos el camino compuesto y redondo nombre de Marchalomo, ha desaparecido bajo las "garras" del tractor, campo a través del sembrado no nos queda más remedio, bajamos la vaguada del arroyo de Las Rozas (semiseco), subimos una pequeña loma, de nuevo bajamos, ahora al regato del Valdelavilla (semiseco también), toca loma ¡Eureka! Enfrente descubrimos el camino adosado a un labrantío que claramente le hace falta una concentración parcelaria.


El sol ilumina la cuadricula.


        Bajamos al arroyo del Barranco por el que si baja algo de agua que cruzamos fácilmente para por fin encontrar el Camino de Marchalomo por el que subimos hasta llegar al paraje de El Carnerero donde nos paramos a observar con curiosidad las labores agrarias inexistentes allá por nuestras tierras. Vemos como se aleja el tractor, llega al final, hace unas maniobras, se coloca mirando hacia nosotros, clava "las cuatro garras" treinta o cuarenta cm. en la tierra y arranca, es increíble ver al tractor como ara al mismo tiempo que las vertederas voltean la tierra bastante escorados, es asombroso ver el volumen de material que mueve. Llega a nuestra altura, levanta "las garras", para el tractor y para sorpresa nuestra da un salto y viene hacia nosotros impetuosamente, nos saluda como si nos conociese de toda la vida, habla vehementemente. Llevamos demasiado tiempo hablando, se despide de nosotros que tiene que terminar que vienen a recogerle para ir a comer y la hora que es hace hambre. Adiós amigo Félix, un encuentro realmente agradable, encantados nos vamos, se le ve que le falta el dialogo en la cabina y cuando deja el tractor se va con las vacas, suponemos que para una persona habladora será dura, aunque se le ve realmente feliz.

A trabajar.

¡Allá va!


       Realmente es asombroso ver el volumen de tierras que ara y voltea Félix con su tractor, para el Comando que no está acostumbrado a las labores de labranza es hipnótico.
         
      En el palique mantenido con Félix hablábamos de unos curiosos árboles que veíamos en la vaguada, pegados al cauce del arroyo de El Barranco nos decía que los había plantado hacía muchos años su padre, dice que son bardagueras y nosotros creemos que no lo son, tenemos que confirmarlo para la próxima vez que le veamos.
          
      La cháchara también nos condujo a preguntarle por el inexistente camino de Marchamalo, menuda sorpresa se llevó, no había oído nunca el nombre, su padre siempre le había llamado "Mat'asnos" por la fuerte pendiente que tenía para subir desde el arroyo. Desde nuestro lugar de encuentro veíamos las rampas que subían hasta la loma desde donde los arados le "han borrado del mapa" literal y realmente.
         
      También nos comentó que la parcela que se ve a su lado es suya y que curiosamente en estos momentos las yeguas que hay en ellas son de un paisano nuestro de El Espinar.
      
      Nos damos la vuelta y nos vamos pasando de nuevo por su lado y nos despedimos.



¿Bardaguera?


        Dejamos atrás a Félix con su tractor, terminamos de subir la cuesta y nos encontramos sorpresivamente con una carretera que suponemos ira a Maello  y que no está reflejada en los mapas. La cruzamos y vemos como viene del pueblo un Nissan hacía nosotros, le paramos para decirle que se dé prisa que le tiene a su primo muerto de hambre, nos mira sorprendido hasta que le explicamos. Sale "a toda pastilla" a recoger a su primo, nosotros por nuestra parte nos encontramos un pequeño y bonito pueblo situado en una pequeña depresión tocado de una luz divina.

Blascoeles.


        Posteriormente caeremos en la cuenta de que lo que alumbra a Blascoeles no es un rayo de luz divina, es un fiel reflejo de la preciosa bandera del municipio de Santa María del Cubillo al que pertenece y que refleja un sol de doce puntas que ilumina la sierra de Ojos Albos y a la maravillosa ermita de Santa María del Cubillo,

Estandarte de Santa María del Cubillo.



        Anterior a conocer la bandera del municipio el Comando descubrió una copia un poco surrealista de la misma.

Nuestro pendón.



        Arribamos poniendo un estandarte en Blascoeles y entramos por la calle Encimerada  con dirección a la calle de la Iglesia donde nos encontramos con el radical cambio realizado en las antiguas escuelas hoy transformadas en un bar con una cristalera al sur que deja que se cuelen los beneficiosos rayos solares que le dan un ambiente realmente cálido y acogedor, donde aprovechamos para tomarnos una cerveza con limón fresquita mientras comentamos con un parroquiano que nos pone en antecedentes para una futura etapa.
        
      Refrescados subimos hasta la iglesia denominada con el lacerante nombre de la Degollación de San Juan Bautista, "que según se rumorea" fue ordenada por Herodes para dársela en una bandeja de plata a Salomé, la cual se la había pedido su madre, menudo bicho la madre…

      El templo es una sencilla construcción con dos pequeñas naves con un elemental pórtico de medio punto realizado en granito coronado con una hornacina en la que se halla una imagen que no se puede apreciar bien y se halla en equilibrio. La portada está enmarcada con un "bigote de herradura" realizado con hiedra.

      Enfrente de la puerta principal aprovechando la sombra, zona ajardinada, banco y la bonita vista del conjunto, a todo esto, le sumamos que nos ha llegado la hora nos disponemos a disfrutar del tentempié que nos sienta de miedo.

Puerta principal.

      Con los petates vacíos y los estómagos saciados rodeamos la iglesia para admirar la rotunda torre y la fachada posterior.

Campanario.


       Dejamos a nuestra espalda la iglesia y nos vamos por la calle Calvario donde nos encontramos anclado a una puerta antigua un trabajo sencillo, pero bien hecho. Nos encantan esas labores que a base de pequeñas modificaciones duran decenas de años, ahora le han añadido un candado para asegurar más la entrada.

Trabajo de "O ferreiro"


        Ya nos vamos de vuelta por el arcén de la AV-P-206, antes de salir del pueblo nos encontramos a la derecha la pequeña ermita del Cristo de la Salud muy visitada sobre todo con motivo de sus fiestas, nos comentaba un abuelo que paseaba con su nieto.



        Dejamos atrás Blascoeles ¡hasta la próxima! A mitad de camino entre los dos pueblos descubrimos una reciente construcción, una piscina, instalaciones y aparcamientos. Una buenísima idea, de un tiro se matan dos pájaros, como tiene que ser, cruzamos por debajo la autopista para encontrarnos unos bonitos prados, en uno de los cuales vemos a las ovejas, los perros y el pastor que nos encontráramos en la etapa anterior camino de la ermita, esta atareado curando una oveja.

Prados aledaños.


        Se queda el "veterinario" curando a la modorra del pequeño rebaño, ya nos falta poco para la meta.



        De regreso ya, nos recibe la canalización del arroyo del Barranco que vemos que está verdaderamente necesitada de agua.

Pertinaz sequía.


        Entramos a la espaciosa plaza de la Constitución donde comenzáramos las peripecias del día de hoy, es imposible no ver la rotunda torre granítica de la iglesia parroquial de San Sebastián construida en el siglo XVI en mampostería de granito, a la izquierda podemos apreciar la capilla con un precioso pináculo de pizarra, esta fue sufragada por un secretario de Felipe II amigo de Juan de Herrera arquitecto que finalizo el fabuloso monasterio de El Escorial, el cual diseñó la ermita de La Virgen del Cubillo. Todos estos datos son producto de la conversación que mantuvimos en la etapa anterior con nuestro amigo el "historiador de Aldeavieja".

San Sebastián.


        Se la ve majestuosa, no es muy normal ver la iglesia del pueblo en un terreno completamente despejado de viviendas lo que la hace parecer más grande, la rodeamos y la torre, sin sombras, iluminada por los rayos del último sol de la tarde nos presenta dos robustos cuerpos muy capaces de aguantar el estilizado y llamativo campanario, vemos también la pétrea nave central de sencilla construcción en su parte posterior.

Una señora torre.


        Seguimos rodeándola para encontrarnos de frente al ábside que podemos quedarnos tranquilos de que no se caerá a la vista de lo reforzada que está por un buen número de contrafuertes. Adosada a la fachada principal se halla la capilla construida posteriormente, de estilo Herreriano con su bonita cúspide rematada por una preciosa veleta. 


Ábside, capilla, puerta principal, la torre con su campanario y todo ello ocultando a el Sol.


        Nos vamos a tomar un café al bar El Molinero, que después nos enseñara el artesanal belén hecho por la asociación vecinal del cual es encargado del encendido de la luz. 

Belén.


        Se nos hace de noche, ha llegado el momento de volver a casa, para ello volvemos a la plaza del ayuntamiento salida y meta del día de hoy, nos descargarnos de los petates y antes de meternos en el coche le damos un último repaso a el árbol iluminado que nos indica las fechas que corren y es imposible no ver la iglesia de San Sebastián con el bonito detalle del alumbrado interior de la cámara de campana. Remata la torre una "piccola" espadaña con una "piccola" campana está recortada por la ultima luminosidad solar, una bella panorámica que nos alegra y remata un día perfecto.

        Y comenzamos el regreso cantando el famoso villancico, 🎵🎶 Navidad, navidad, dulce navidad...🎶🎵 


Tarjeta de Navidad.
















 








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