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viernes, 24 de marzo de 2017

La acebeda de Revenga-26-12-16



26-12-16

ILEX AQUIFOLIUM 

     Hace bastante tiempo que A. nos habló de la Acebeda de Revenga y desde entonces teníamos ganas de visitarla, decidimos ir hoy teniendo en cuenta por un lado que este año el día veintiséis es una extensión del día de Navidad y por otro que viene muy a propósito el Acebo en estas fechas.
     Aparcamos en la casilla y comenzamos. Rápidamente llegamos al embalse y descubrimos que está por la mitad lo que nos permite ver las curvas de nivel que marca el agua según desciende, me imagino que de una visión similar a esta posiblemente saldría la idea para representar los planos. Por otro lado nos gustaría más verle rebosando. Llegamos al aparcamiento de la recula donde se ve el plano que representa el recorrido que hacía el agua desde la captación hasta el acueducto, sencillo muy sencillo pero nos encanta nos parece una pequeña obra de arte. Desde aquí nos acercamos por un caminito donde descubrimos un puente sobre el río de la Acebeda por donde cruza la cañada Real Soriana, ruta que metemos a la carpeta de pendiente en compañía de la del agua del Acueducto. Volvemos sobre nuestros pasos y retomamos el camino dirección a la pista forestal que en ocasión anterior nos llevó a Valsaín. Después de ir paralelos al río un trecho nos separamos de el para tomar unas rampas que nos llevan a la pista forestal a la altura de los Corrales de la Desesperada, aquí la tomamos a la derecha en dirección contraria a Valsaín, con una bajada semi-pronunciada que nos lleva a cruzar el río de nuevo desde donde comenzaremos a subir con rumbo a nuestro destino. A la altura del paraje de Navalatejera hay un acopio de pinos dispuestos para ser cargados, algunos nos llaman la atención por sus dimensiones, como siempre nos hemos venido sin la forcípula, pero midiendo a pasos nos hacen pensar que hay ejemplares de unos treinta metros, verdaderas maravillas rectas como reglas, nos quedamos con las ganas de traernos una preciosa rodaja de las muchas que había con el fin de contar los anillos, pero estábamos lejos, mucho peso y sin medios para transportarla nos hace desistir. Continuamos en busca de una fuente que a la postre no encontramos, antes de llegar a El Guijo paramos a dar buena cuenta de una barrita energética de menestra y otra de pescado hervido con un cascarón de cebolla, entre la frugalidad de los alimentos y un frio que se nos hecha encima por sorpresa nos hace salir pitando a nuestro destino, la Acebeda. Llegamos, hay bastantes ejemplares, pero no vemos ninguno realmente notable, por otro lado nos gustan mucho las hojas pecioladas de forma ovalada con sus bordes fuertemente espinosos, de color verde brillante contrastan con los frutos rojos, el conjunto precioso por eso se le usa como adorno navideño. Se le conocen algunas aplicaciones más, como laxante haciendo una infusión con sus hojas, los frutos como purgante, eso sin con mucha moderación por su toxicidad. Con la corteza se hace liga con la que antiguamente se cogían pájaros, hoy en día esta práctica está prohibida  y una curiosidad llamativa es que su madera es de las poquísimas que no flota en el agua, pero realmente bonito es su nombre en latín, Ilex Aquifolium. Hora de marchar, bajamos y llegando al río de nuevo cogemos un camino que baja por el margen derecho del mismo, precioso,  vamos disfrutando de él, viendo parajes llamativos como el que denominamos “Cacho Pocho” por parecer que ha pasado la marabunta por él, pero no por ello deja de ser atractivo y llegamos al Azud, punto donde se coge el agua para el Acueducto. La cabeza dispara preguntas a ráfaga que nos responderemos cuando hagamos esta ruta que automáticamente entra a formar parte de nuestra carpeta de pendiente, también hemos visto al lado de la captación un mojón con una corona labrada igual a otros que hemos visto a lo largo del camino, nueva interrogación. Continuamos, pero ahora nos estamos separando del río, un vistazo al sur y vemos imponente a Montón de Trigo, aunque visto desde aquí parecen más tendidas sus laderas. Se nos va echando la noche encima con una bonita vista del embalse, vamos dejando atrás la recula del pantano y cuando vamos a llegar al coche, casualidad, nos encontramos de nuevo a nuestro amigo Mariano que empieza su paseo en compañía de un amigo, tarde por exigencias del guión (el negocio), charlamos con ellos y nos aclaran dudas como por ejemplo los “mojones coronados” que marcaban los terrenos de Patrimonio Nacional de quien dependieron desde 1940 a 1982 que paso al ICONA y desde 1985 paso a manos de Parques Nacionales hasta la actualidad, nos despedimos esperando que la ley de la casualidad universal nos lleve a encontrarnos de nuevo en nuestra próxima visita a Revenga, punto y final.

Ilex Aquifolium


Acopio de pinos largos

Comienzo del Acueducto

Bajo cubierta

Esta claro

Cartel

Mojón del patrimonio

Montón de trigo

Ocaso en el pantano

Nos encanta el cartel

Puente de la Real Soriana sobre Acebeda




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