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sábado, 26 de enero de 2019

08-12-18 Caminos por cañadas.



08-12-18

Caminos por cañadas



     Después de muchos días con el Comando Peñota abandonado por exigencias del guión hoy queremos hacer una etapa que sea tranquila y no muy dura, para ello hemos decidido hacer un nuevo tramo de la cañada Real Soriana, reto que tenemos en la carpeta de pendiente, pronto vemos nuestra idea truncada. Aunque hoy es sábado coincide que es fiesta, La Inmaculada Concepción, tenemos varios e importantes motivos para recordar esta fecha, el problema es nuestra cabeza que tiene una mezcla de calendarios, islámico, hindú, chino, gregoriano, etc..., con este "cóctel de fechas" lo único que tenemos claro es que no sabemos ni en qué día vivimos, por eso hoy de nuevo se nos trastocan todos los planes dada nuestra idea inicial de tomar un autobús que hoy no circula, improvisemos.

     Después de tomarnos un café en Casa Manrique donde nos han indicado que por ser fiesta no circulan los autobuses de línea, dejamos el coche en su aparcamiento, aquí nos equipamos y arrancamos camino de Sotosalbos que está al lado. Cruzamos la Cañada Real Soriana que era nuestra idea inicial, como decíamos la abandonamos en el mismo punto que lo hace nuestro "compañero" el GR-88 que se va como nosotros en busca del pueblo, lo primero que hacemos es cruzar el arroyo con el mismo nombre que el municipio por el puente.


Arroyo Sotosalbos.
     Entramos al pueblo que nos recibe con un tremendo rótulo innovador con su nombre.



"Sotos Blancos"
     Empezamos a disfrutar de un pueblo pequeño en habitantes, unos 130, pero grande en hermosura, es sorprendente ver como la mayoría está reformado y en perfecto estado, el encanto de las construcciones enamora, se le ve limpio, pequeños parques y detalles realizados con sencillez rural le dan una gracia especial. 


Sin fuelle que está el herrero.

Fragua, pila y "ferramentas" de "o ferreiro"
Plazuela del Herrero con su muy apropiada obra de arte.

¿Fuente?
     Descubrimos en la plaza del Herrero que tiene que ser un pueblo con suerte, como dice la superstición si te encuentras una herradura te traerá buena suerte y aquí se las encuentran de ocho en ocho, esto querrá decir que tendrás buena suerte multiplicada por ocho y eso siempre viene bien ¡ojala nos toque un poquito! En cierta forma nos las hemos encontrado... Dejamos atrás la coqueta plaza y nos vamos. Entramos a la plaza mayor nos cautiva la visión, vemos un campanario cuadrangular de cuatro plantas que sobresale por encima de una auténtica joya románica, descubrimos un pórtico construido en piedra amarilla iluminada en este momento por los rayos del sol que le dan una tonalidad áurea, unos arcos dobles con capiteles labrados con motivos animales apuntalan arcos de medio punto, las puertas de entrada curiosamente no tienen motivos animales ni humanos, son geométricos, coronando todo ello por una cornisa exuberante, adornada profusamente con canecillos de todo tipo de temas, se podría decir que tiene esculturas para escribir un tratado. Disfrutamos un buen rato del exterior de la iglesia de San Miguel, el interior no pudimos verlo por estar cerrada.


La torre.

Vista general.

Detalles del pórtico y entrada principal.
     Nos vamos con la impresión del descubrimiento intacta y una nueva sorpresa se nos presenta, esta vez escrita en granito, unos párrafos del libro del Buen Amor del arcipreste de Hita, en los que nos indica algunas de las andanzas del bueno del presbítero que por aquí seguía con los mismos "entretenimientos" que por nuestras tierras y nos imaginamos que por todas las que recorriera, luego le extrañará que de él digamos que era un poco faldero, achispado y tragaldabas, vaya que le gustaba la jarana y lo "otro", (vaya por delante que no hemos leído el libro) pero los diferentes párrafos leídos aquí, allá y acullá tratan  de lo mismo.


La piedra del Buen Amor.
     Recitando el último verso grabado en la piedra  "Vome para Sotosalvos" damos otro cuarto de vuelta a la iglesia y de nuevo, ¡sorpresa mayúscula!, nos topamos de frente con una auténtica "rueda de tractor" de los tiempos de los Picapiedra.


Arte de la Cantería.
     Salimos del pueblo por la SG-V-2366 hasta el km. 1 donde giramos a la izquierda dejando al cementerio a la misma mano. Andamos por un camino en perfecto estado, llano, comodísimo, buen día, todos estos componentes nos disponen a pasar una etapa agradable. Un suave paseo por el delicado camino y cruzamos El Valle, continuando llegamos al lugar con el bello topónimo de El Encardenchal, le dejamos atrás haciendo un giro de noventa grados a la izquierda y llegamos a Las Viñuelas donde giramos de nuevo otros noventa grados, esta vez a la derecha. La llanura del terreno, la escasa flora, la casi completa ausencia del canto de aves nos permite relajar los sentidos y pasar a la meditación y en estas estamos cuando llegamos al paraje de Matas Altas en el que se encuentra una antigua mina de granitoides anatécticos, (creemos). No sabemos su uso exacto, suponemos que su fin por estas tierras sería la construcción. Damos una vuelta por la pequeña y degrada cantera en la que vemos pequeñas lagunas con sus aguas oscurecidas dado su continente.



"Laguna Negra"
     Abandonamos la cantera y a sus múltiples lagunitas y pronto hacemos un zigzag similar al anterior y llegamos al sitio de Navatatienza donde nos encontraremos otra cantera ésta más pequeña a la cual solo saludamos de paso. Vamos por una tremenda recta ondulante que nos lleva por el territorio de Los Longuillos donde coincidimos con otro camino universal, el famosísimo Camino de San Frutos que metemos en la Carpeta de Pendiente.


El Mojón de San Frutos.
     Llegamos a la SG-V-2312 que cruzamos en busca de un pueblo visto desde uno de los anteriormente mencionados cambios de rasante, nos encontramos con un "paisano" de flequillo cobrizo y cresta punky, algo nos quiere decir pero no le entendemos bien, le invitamos a un "chusco" de pan y nos despedimos de nuestro nuevo amigo.


Adiós amigo.
     Nos dirigimos a:


Pueblo desconocido e inexplorado.
     Entramos a visitar el pueblecito para nosotros desconocido hasta el día de hoy, como vemos aun siendo pequeño está remozado sin estridencias, austero, pero con buen resultado para la vista, con pequeños detalles que alegran el paseo urbano. Entrando nos encontramos con el campo de fútbol, a continuación vemos un pequeño jardín con su puente, fuente y una de las piedras del canal hermana de la que tenemos en la plaza de San Rafael, en el centro del pueblo curiosamente vemos al "potro de Tenzuela".


Jardín.

El potro de Tenzuela.
     Dejamos atrás el potro y nos  vamos en dirección a la iglesia que fue lo primero que divisamos del pueblo y menuda sorpresa que nos llevamos cuando descubrimos a la "hermana pequeña" de la iglesia de Sotosalbos y tocaya de la misma, decimos esto por su parecido constructivo y por estar dedicada a San Miguel también. Vemos la espadaña con su nido de cigüeña incluido, sobresale de la nave central que tiene adosada al sur una galería porticada preciosa con cubierta, fachada, arcos, pilares, capiteles, canecillos, todo ello recientemente restaurado, cabe destacar su hermoso pórtico. Sentados en un banco de la galería disfrutando del acogedor sol del mediodía con los ojos cerrados se diría que esas piedras que nos rodean y que tantos murmullos han oído durante siglos se quedan con ganas de hablar en gregoriano, hasta el punto de que todas las tallas de capiteles y canecillos permanecen con la boca abierta que cuentan las historias vistas desde siglos atrás.



Iglesia de San Miguel.



Galería.


Bonito pórtico.


Galería vista desde el oeste, al fondo laderas de La Peña Berrocosa.
     Después de disfrutar del aire, tranquilidad, el sol y las múltiples confidencias centenarias nos vamos. Dejamos atrás San Miguel y cruzamos el caserío saliendo por la calle Huertas que nos deja claro el porqué de su nombre, desde aquí tomamos el camino por el cual llegamos al paraje de La Vega donde en una parada damos media vuelta y vemos sobresaliendo sobre el sotobosque la espadaña con su nido. Continuamos y llegamos a la altura del arroyo del Sotillo, que según vemos ha tenido días mejores y más caudalosos.

No hace mucho ha regado esta dehesa.
     Seguimos y llegamos a Los Tomillares, vemos pastando unas terneras y nos preguntamos si serán de nuestros amigos del "bichubichi" como estamos llegando a  su pueblo lo mismo nos volvemos a encontrar con ellos, antes coincidimos con un pariente del paisano con el que hablamos anteriormente en Tenzuela, este es un morenazo y de cresta punky nada, le obsequiamos con otro "chusco" y le decimos adiós.


"Txomin".
      Dejamos atrás al rucio y llegamos a Santo "Txomin" del Pirón entrando por la calle La Plaza que dejando la casa rural de El tuerto Pirón a nuestra espalda nos lleva a la SG-V-2362 que tomamos a la derecha y nos acercamos a la iglesia de Santo "Txomin" de Silos. Se la ve menos artística o peor restaurada que las dos anteriormente vistas en el día de hoy, románica del siglo XIII nos enseña una bonita espadaña de dos vanos que conserva unos preciosos canes sobre los cuales suponemos que cargaría una balconada en sus buenos años. Sobre el piñón han situado las cigüeñas tres nidos y otro más en un sitio inverosímil en completo equilibrio por encima de uno de los canes.


Iglesia de Santo "Txomin" de Silos.
      Ha llegado la mejor hora del día, buscaremos el merendero, cruzamos y enfrente tomamos la travesía de la Fragua que nos lleva a la calle Santanillas en la que vemos que está el consultorio médico a estas horas cerrado pero dispone de un banco puesto al sol y al resguardo que nos llama a gritos. Sentados damos buena y rápida cuenta de nuestro bocata de "testa di porco" regado con un poco de "lo otro". La ausencia de viento y el sol calentándonos el tuétano de los huesos nos llevan a los brazos de Morfeo, obligatorio, nos tenemos que desperezar. Nos vamos a la plaza, allí vemos a un abuelo con su simpático nieto y a la vez ayudante, entre otras cosas nos enteramos que no podemos tomar un café, no hay bar, dejamos a la pareja disfrutando de la chapuza ¡hasta la próxima! Nos vamos por la calle Fuente y donde termina el pueblo que realmente nos ha dejado anonadados viendo todo reformado y como nuevo. Tomamos un camino a la derecha durante cien metros desde donde sale otro camino a la izquierda que cogemos y caemos en la cuenta que volvemos "al buen camino", al Camino de San Frutos de nuevo, tendremos que estudiar este tema.


Y el pajarito.
     En el camino de San Frutos pajarero ¿que veremos?, como no puede ser de otra manera un pajarito, el más grande de todos ¡Un avestruz!


Struthio camelus.
     Extrañamente lo que estamos viendo es un auténtico ejemplar de "avestruz segoviana" creada por los monitorios y alumnos de la granja escuela La universal, o por lo menos eso suponemos.


Bonito rotulo.
     Ya nos dirigimos a la meta y cuando llegamos al paraje de Las Cerradas nos encontramos con una imagen de las que hipnotizan, nos quedamos por lo menos quince minutos observándonos recíprocamente.


Estampa familiar.
     Después del estudio mutuo los dejamos tranquilos, aunque realmente no se han puesto nerviosos en ningún momento. Seguimos por un camino protegidos por ambos lados con robles, fresnos desnudos de hojas e intercalados entre ellos algunos ejemplares de majuelo repletos de su bonitos frutos rojos,


Frutos del majuelo.
     Pasamos por el Retamal y pronto llegamos a los alrededores de Sotosalbos, desembarcamos en el camino de Segovia que nos acerca al:

Hermoso camino.
      Noventa grados a la derecha para enfilar la recta de meta, pero antes vemos el ejemplar más venerable de la ruta, un precioso roble centenario.



Majestuoso.
     Nos despedimos de él y nos observa cuando le damos la espalda camino del aparcamiento de Casa Manrique al que llegamos rápidamente. Estamos en la meta ya, nos liberamos de petates y palos.

     Notamos que nos hemos quitado de encima peso físico pero sobre todo lo que sí percibimos es la levedad cerebral, nos han desaparecido "carcófanos" aunque sea solo por hoy.