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martes, 20 de abril de 2021

9ª Camino de San Frutos del Comando Peñota


 06-03-21

"9ª mini-etapita"

Puebla de Pedraza-Cantalejo-Puebla de Pedraza

         Salimos por El Chorro donde vemos que continúa la plantación de jóvenes chopos que viéramos comenzar unos kilómetros atrás en la etapa anterior, desde aquí acompañaremos al arroyo Avilés por su margen izquierda hasta su nacimiento, pero antes de llegar a la fuente de Valdemazo, nos encontramos con una sencilla imagen de las que tienen un algo especial que nos atrae fuertemente, como es el caso cuando descubrimos el paraje de la siguiente fotografía. Ver el camino desdibujado sobre el verde primaveral adentrándose en un embudo, fluyendo por una angosta brecha que se abre entre pinos y encinas, subiendo por una suave pendiente hasta que se pierde por una frágil curva que hay al fondo que lleva dirección al Cerro de Valdegrulla sobre el que se sitúa el foco de luz difuminada que ilumina toda la escena, cerramos los ojos para anular la atracción, momento que aprovechamos para salir corriendo del hechizo    

Puro magnetismo.


           Antes de cruzar la SG-231 vemos varios coches aparcados en lo que creemos mitad del monte, dado el escaso caudal del arroyo pensamos que eran muchos pescadores, pronto caemos en la cuenta, en cuanto vemos que no portan cañas de pescar sino palos de golf, estamos en un campo de golf rústico como el de El Espinar. Entablamos conversación con un socio que nos comenta entre otras cosas que el club cuenta con más de doscientos socios, nos parecen muchos teniendo en cuenta que tiene la sede en Cabezuela (644 habitantes) luego nos explica que vienen de bastantes pueblos de los alrededores, que el campo es de nueve hoyos. Le tenemos que dejar, le están esperando  en el hoyo 1 para comenzar.

Recorrido del campo.


         Nos vamos paralelos al campo y cuando llegamos a Los Cotarrones giramos a la izquierda desde donde nos hacemos una "perpencundi" para después pasar el paraje de Los Alares. Cruzamos entre la Pimpollada de la Zorra y Carrabezuelas para llegar a El Pinarejo donde nos encontramos con otra "piscina de Torrebruno" igual a la que viéramos en la anterior etapa a la salida de Muñoveros.

Abrevadero para ovejas.

        A continuación entramos a la ciudad (titulo concedido por Alfonso XIII en febrero de 1926) de Cantalejo por la calle Camino Rebollo para coger la calle Pozo Carrera que nos lleva hasta la Plaza del Alcázar de Toledo en cuyo centro vemos la imagen del briquero en plena faena y en perfecto estado de revista con la obligada mascarilla dadas las circunstancias, trabajador incansable, escoplea la madera para encajar las lajas de piedra y rematar el trillo. 

Efigie en honor del trillero.

        Desde aquí nos vamos por la calle Frontón que nos lleva directamente a la plaza de España donde nos encontramos con una placa que nos indica que el poeta José Rodao nació en Cantalejo, este detalle nos saca de nuestro error, hace bastantes años que no visitamos El Salón de Segovia en el que recordamos que había un busto del poeta que hiciera el escultor segoviano Aniceto Marinas lo que nos había hecho pensar que era de la capital.
        Después de leerlo no podemos quedarnos con las ganas de reproducir una de sus pequeñas fabulas, todo esto sin intención de usurpar las funciones de nuestro maestro de estos menesteres.

Un ricachón mentecato
ahorrador empedernido,
por comprar jamón barato
lo llevó medio podrido.
Le produjo indigestión
y, entre botica y galeno,
gastó doble que en jamón...
por no comprar jamón bueno.
Y hoy afirma que fue un loco;
puesto que economizar 
no es gastar mucho ni poco,
sino saberlo gastar.



        Damos media vuelta, dándole la espalda a Don José, en la misma plaza nos encontramos el edificio del ayuntamiento y a su izquierda la iglesia de San Andrés construida en el siglo XVII y que nada más verla nos da indicios para llegar a pensar del glorioso pasado de la ciudad. Viéndola de frente y exteriormente nos muestra una nave central hecha de mampostería necesitada de múltiples y robustos contrafuertes para sujetar su altura similar a la algunas catedrales. Tiene una preciosa portada barroca en perfecto estado con pilastras en relieve en ambos lados rematada con una cornisa de bonito diseño y difícil ejecución sobre la cual vemos una hornacina con los adornos similares a la portada dentro de la cual se resguarda de las inclemencias San Andrés. Toda la iglesia se asienta sobre una plataforma que en su parte posterior se eleva hasta cuatro metros, por otra parte en la fachada principal que da a la plaza, podemos decir sin temor a equivocarnos que tiene una diferencia de altura de metro y medio, para ello contamos las contrahuellas que son nueve y multiplicamos por dieciséis centímetros y en números redondos entre albañiles nos daría metro y medio, esto nos lleva a pensar que cabría la posibilidad de que la iglesia tenga un sótano lo que la haría más sugerente ¡Otra visita a la carpeta de pendiente! Cuando la rodeamos vemos que a los pies de la torre hay un desnivel de cuatro metros que sumándoselos a la robusta torre de tres alturas le da un aspecto imponente, en la que vemos que sus dos primeras plantas son de mampostería y lo remata un campanario realizado con sillería y dos bonitos arcos en cada cara, un conjunto arquitectónico que nos habría gustado verla por dentro para poder admirar su tremenda altura similar a la de una catedral pero seguimos con la misma dinámica de todas las etapas, iglesias y ayuntamientos cerrados, motivo por el cual tenemos las "Pajareras" que nos consiguieron Fer y Edu impolutas ¡Ni un sello!


San Andrés.

        Una vez más el desconocimiento nos deja en orsay aunque parezca mentira, estamos hablando de un pueblo de Segovia, hay que reconocer que la ciudad (único pueblo de Segovia con ese título) no tiene excesivo patrimonio arquitectónico, pero tiene múltiples curiosidades que llaman la atención. Lo primero su historia, hace casi 900 años ya aparece como Cantalejo, vacceos, romanos, visigodos, muchas culturas han pasado por aquí hasta llegar a nuestros días, otro dato, este de tiempos de la segunda república es la cantidad de trilleros, setenta y seis y criberos, nueve, que se dedicaban como su nombre indica a hacer trillos y cribas además de artesas, puertas, taburetes, arcones, yugos y adelantándose al futuro carretas.

          De comercializar todas estas mercadurías por los pueblos aledaños y por "el extranjero" se encargaban los arrieros con sus carros repletos de todas sus existencias, ellos inventaron una jerga llamada gacería o briquero para hablarla entre ellos y que los extraños no los entendieran (nos podemos imaginar su finalidad). A día de hoy se les sigue llamando briqueros, aunque en la actualidad todos esos oficios han menguado mucho por no decir que han desaparecido.

      Otro de los datos que nos ha llamado poderosamente la atención después de pisar los suelos profusamente arenosos de sus pinares, es que se ha hecho una perforación con la que se ha demostrado la arena llega a tener una profundidad de cien metros, tienen más arena que el desierto del Sahara, menos mal que está enterrada, pero nos da la sensación de que está esperando agazapada la desertización de España para mostrarse. No queremos que llegue pero por otro lado vemos como la realidad que estamos distorsionando los humanos es a lo que estamos abocados, esperemos que las futuras generaciones nos perdonen.
           
      Otros elemento nos dejamos sin ver por falta de tiempo, como son la ermita de Nuestra  Señora del Pinar, el museo del trillo y un conjunto de Lagunas que tienen ser dignas de ver, otra futura etapa que metemos en la carpeta de pendiente, estudiaremos el tema para ir en el mejor momento.

      Después de aprovecharnos de la alargada sombra de la torre de San Andrés para comernos el emparedado y antes de iniciar la vuelta le echamos un último vistazo a la gran altura que tiene el "torreón" que por aquí detrás ha tomado somatropina (hormonas de crecimiento) en cantidad.


Que crecidita está.

           Sabemos que será por poco tiempo pero tenemos que decir adiós a Cantalejo, salimos por la calle General Varela que nos lleva a tomar el camino de Turégano por el que vamos hasta que llegar al cruce con el camino de los Arrieros donde tomamos rumbo al pueblo de Cabezuela al que llegamos rápido, una vez allí nos dirigimos a la la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción a la que llegamos por su espalda, nos encontramos con una torre rechoncha, solida y maciza, aunque de líneas y formas sencillas parece una apetecible tarta a la cual dan ganas de hincarle el diente, cosa que no haremos porque estamos recién comidos, hay cosa clara, ésta ha tomado menos hormonas del crecimiento que la anterior pero bastantes torreznos más, está como un trullo, nos cuesta pero la rodeamos para encontrarnos con la entrada que se ve protegida por un porche, que da la sensación de ser bastante nuevo, desde este ángulo podemos observar porque hicieron la torre tan robusta, fue para sujetar el gran nido de cigüeña y a la campana, que cuando repique se la tiene que oír desde Pedraza, dejamos atras a la cuidada iglesia hecha en los años finales del gótico, ya en el siglo XVI, aunque no lo parezca por lo joven y tersa que se ve.


Las cigüeñas la coronan mientras las palomas la rodean.

Como nueva.

        La calle Iglesia nos deposita en la plaza de España donde está el consistorio, un edificio construido en el siglo XVII y que también está muy bien a excepción de la espadaña que está un poco más descuidada, en ella está ubicado el reloj que da las campanadas de nochevieja en Cabezuela, llevamos unos minutos y nos damos cuenta de que está parado, hay que llamar urgentemente al relojero, teniendo en cuenta que es un edificio multifuncional  del ayuntamiento, hogar del pensionista y biblioteca ¡hay que sincronizar los relojes!                                                                                      
Casa consistorial.

        Antes de salir del pueblo llegamos a la plaza del Parque donde nos encontramos a la señora María, llama la atención que pese a su avanzada edad tiene una mente muy lúcida, nos encanta, es muy dicharachera, no podía faltar, llega la pregunta ¿y vosotros de quien sois? Le damos razón y se devanea los sesos cuando pasados unos minutos le decimos que somos de San Rafael, riéndose nos persigue con el bastó. En la misma plaza se haya también un lavadero recién reconstruido, nos cuenta nuestra nueva amiguita que ha lavado muchos pantalones de pana y mucha, mucha lana entre otras cosas, nos acompaña hasta el final del pueblo para que no nos perdamos y como le hemos dicho dónde vamos nos deja donde empieza el camino que nos llevara directo a nuestra meta. Nos despedimos se da media vuelta y nosotros nos vamos por donde nos ha indicado como dice ella una cabezolana de toda la vida, simpatiquísima.


Plaza del parque con el lavadero recién reformado a la derecha.

        Vamos disfrutando de la belleza del verde llano y homogéneo, viene un paisano hacia nosotros y para salir de dudas le preguntamos de que son los sembrados, nos responde que el 90/100 es trigo. Disfrutamos del camino pasando por los parajes de bonitos sinónimos como Culata de los Robles, Val de la Vida... Además nos acompaña una temperatura y una luz maravillosas, mucho verde trigo, nubes de algodón blanco, nubes plomizas, nubes cenicientas que aunque se empeñen en ocultar el Sol, la luz segoviana lo inunda todo, dando energía a los sembrados y colmando de encanto a la comunidad de Villa y Tierra de Pedraza.


Ocultismo.

Campo de trigo y camino a la meta.

Trigo, al fondo pinar, todo inundado de luz segoviana.


        Estamos llegando y antes de cruzar el puente sobre el arroyo Avilés nos encontramos con una pareja formada por un llorón primaveral que le asoman ya las hojas de este año y su amiguito un poco más tardío el chopo, aún con el traje de invierno.


Ya viene la primavera.


         Cruzamos el puente y vemos claramente que estamos llegando a la meta, vemos los "ojos" de la iglesia de Santiago.



        Y una vez llegados a la meta nos vamos, que hoy tenemos premio, nos espera la cuadrilla en Muñoveros que nos reciben con un codazo, una cervecita fresca, una tapita y un poquito de palique, un estupendo fin de fiesta para el día de hoy. Otro vez que nos montamos en el coche y volvemos a casa cantando el famoso éxito, 🎵🎶 Muñoveros Muñoveros, Muñoveros Muñoveros pop🎶🎵.

 
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domingo, 11 de abril de 2021

8ª Camino de San Frutos del Comando Peñota

 

27-02-21

"8ª mini-etapita"

Muñoveros-Puebla de Pedraza-Muñoveros

         Dejábamos el pueblo en la anterior etapa saliendo por la plaza de La Pepa desde donde comenzaremos la de hoy, "et voila" la primera lección del día: hemos aparcado al lado de un mojón con una leyenda que reza  -XXI-X-MCMIII, En este sitio se inauguró la construcción de los caminos vecinales de la provincia ¡menuda sorpresa! Descubrimos un segundo kilómetro cero, el de la "Puerta del Sol" de Madrid, kilómetro cero de todas las carreteras de España y el de la plaza de La Pepa de Muñoveros que es el de todos los caminos vecinales de Segovia, nunca te acostarás..., visto lo cual podríamos cambiarle el nombre al pueblo por el de "Muño-cero". También vemos un pedestal con un busto doble que representa a un labrador con su hijo al hombro que nos encanta, en principio nos recordaba la técnica de la obra de José Antonio Abella titulada monumento a la trashumancia situada en la rotonda que hay al lado de baterías en  Segovia capital, posteriormente descubrimos ciertas diferencias, "estudiaremos su tema".

¿Autor?

Mojón del cero absoluto.


          Con tantas distracciones y un par de conversaciones nos tenemos que ir que se hace tarde. Llegamos al paraje del Camino Angosto donde a la izquierda nos encontramos un pilón que parece una piscina de una calle para Torrebruno.

Pilón bajito.


         Seguimos el camino con nueva sorpresa, nos encontramos con O. que ya viene del paseo con sus tres perros y un par de amigos, bla, bla, bla… ¡Hasta luego! Nos encontramos con una bella estampa donde comienza una reciente plantación de chopos con pinos en ambos lados que les resguardan de los vientos y al mismo tiempo aprovecha el humedal que se forma en la vaguada del arroyo Horcajada que suponemos idónea para esos menesteres.


Comienza la chopera.

        Nos encontramos de frente con una chopera un más crecidita, calculamos a ojo que tendrá de seis a ocho años viendo el grueso que tienen, le faltan otros tantos para recoger la cosecha, ésta aprovecha las dos márgenes sedimentarias del río Cega. Llegados a este punto nos vemos obligados a girar noventa grados a la izquierda para dirigirnos por un precioso camino flanqueados a babor por un pinar resinero bien replanteado en espera de comenzar dentro de pocos días de nuevo las tareas de recogida de la resina, a estribor nos acompaña la chopera en perfecta formación de legión romana dirigida por el cónsul Quinto Pompeyo Rufo. Vemos las primeras centurias formando las cohortes porque lo que es imposible de ver es la legión integra que está formada por miles de "populus" desplegados, estáticos, con sus trajes gris metálico. Después de ver este sinnúmero de "soldados" decidimos meter dos futuras visitas a la carpeta de pendiente, una la haremos en primavera para verlos vestidos de verde y otra en otoño cuando se cambien de traje y se pongan el amarillo y al tiempo, si tenemos suerte, podamos disfrutar de dos conciertos dados por sus hojas, uno pianísimo dirigido por el "director brisa" y un allegro molto vivace dado por "director viento", ya lo estamos deseando.


Miles y miles.

No me mires así que yo tambien me he asustado.

El Jing y el Yang.


Canal resinífero.


        Una verdadera delicia de camino, a su belleza se añade la sensación que tenemos de ir flotando sobre nubes gracias a su suelo ligeramente arenoso ¡Atención! Menudo alegrón que nos llevamos cuando después de dos años volvemos a oír el repiqueteo de un picapinos, (música para nuestros oídos) trabajador incansable, es el encargado de construir muchas de las casas-nido que posteriormente las disfrutan infinidad de aves y pequeños mamíferos, no conseguimos verle pero simplemente oír su genuina polifonía nos ha inundado de felicidad, con esta alegría llegamos a la SG-V-2317 a la que acompañaremos en dirección norte para cruzar por su puente el... 



         Nada más cruzar el puente vemos a nuestra izquierda la pequeña ermita del Carmen lugar en el que se celebra en su honor la romería de Frades desde La Puebla a primeros de Mayo.

Fachada de la ermita con la pequeña espadaña y la campanita.


        Dice el refrán que cuando el cencerro suena, badajo lleva, nos acordamos de él porqué en la campana de la ermita el badajo brilla por su ausencia, pensamos que será para que no den conciertos los facinerosos que lo conseguirían fácilmente con una piedrecita.  De nuevo cruzamos la carretera ahora con dirección este, llegamos a  la Pradera de la Fuente donde a la izquierda nos encontramos un gran arenero ya en el final de sus días.

La laguna del arenero.


          Proseguimos acompañados por el sur por las legiones de chopos que riega el Cega hasta que la frondosidad del pinar nos la oculta, cuando se aclara de nuevo es para encontrarnos con otra plantación de chopos imberbes ahora aprovechando las ramblas de nuestro nuevo compañero el arroyo Avilés. Se quedan atrás los pinares que se van clareando para coger el testigo las encinas ¡y que encinas! Nos sorprende encontramos con algunos ejemplares de troncos soberbios, ramas despampanantes, muchos gorrinos engordados con sus bellotas y siglos de vida que les dan ese bello porte, cuesta separar la vista.  

Fabuloso ejemplar.


Encina llamada La Gorrinera metiendo tripa para salir bien en la foto.

        Después de leer el cartel, admirar y disfrutar de la bella Gorrinera proseguimos, miramos al noreste y vemos recortado en lo alto de una loma un bonito perfil de La Puebla.

¿Hay alguien?

        Subiendo una ligera pendiente llegamos al pueblo para entrar ¿Por qué calle? no podía ser de otra manera, tenía que ser por la calle de La Encina. Continuamos por la primera a la derecha y hacemos lo mismo en el siguiente cruce para presentarnos enfrente de la iglesia de Santiago Apóstol para contemplarla. Sus fachadas son sencillas, sobrias, donde sí que se desembolsaron muchos maravedís del presupuesto en la contundente torre de dos plantas en la que se ve claramente mejores materiales, más medios y los maestros más experimentados, lo que le da a la iglesia más empaque y belleza. Después de darla un vistazo, nos fijamos en un detalle que nos resulta muy curioso, vemos unas vieiras labradas en la piedra, cosa curiosa teniendo en cuenta que estamos en Segovia lejos del mar (lo que no es óbice para ser patria de grandes marino mercantes) por otro lado teniendo en cuenta la advocación de la iglesia es lo suyo. Nos llega uno de los buenos momentos del día, el momento del tentempié, como siempre el ayuntamiento tiene a bien situarnos estratégicamente un banco con vistas a la plaza, la iglesia, el pararrayos, la cigüeña y a una preciosa veleta.

Iglesia de Santiago Apóstol con su "puertecita de sacristanes".

Está como nueva.

         Una vez calmada la carpanta pasa una pareja a la que preguntamos por el posible camino de vuelta que no lo tenemos muy claro, vemos por una parte que tenemos un puente para cruzar el río en un camino que hace muchos kilómetros, por otra parte vemos en el plano otro camino que nos lleva casi recto a la meta, optamos por esta posibilidad. Nos vamos “rompiendo cinchas" y antes de llegar al paraje de la Encina Corva viene hacia nosotros un ciclista, el único que hemos visto en todo el día, le damos el alto, frena y nos atiende, tenemos suerte porque es conocedor de los caminos y a nuestra pregunta sobre la posibilidad de cruzar el río nos asegura categóricamente que es imposible, nos comenta la posibilidad de dar una gran vuelta por el puente que veíamos en el plano ¡imposible! ¡Muy largo! En contra de nuestra voluntad tenemos que deshacer el camino por parte de lo hecho esta mañana, le damos las gracias al ciclista y a San Frutos pajarero y redirigimos la etapa. Llegamos al arroyo, dejamos las encinas a nuestra espalda, atravesamos el pinar, nos encontramos de nuevo con "las legiones" y el arenero, inmenso depósito de materiales solidos acumulados pacientemente por el río durante miles de años, antes incluso de saber que se iba a llamar Cega.

"El socavón".

        Viendo tan tremenda excavación es para pensar donde habrá ido a parar el hectómetro cubico de arena que han arrancado del arenero teniendo en cuenta que los pueblos la rodean no son muy grandes.
         
        De nuevo en la SG-V-2317 a la altura de la ermita. Llegamos al puente sobre el río donde nos asomamos por la barandilla y al ver el caudal que lleva, un torrente de consideraciones, nos vienen a la cabeza, principalmente, cómo se nos podía ocurrir pensar en pasar el río quitándonos botas y calcetines (recordamos la carcajada del ciclista cuando se lo contamos). Vemos como fluye suavemente el agua del río por un cauce de poco más de tres metros de ancho y algo más de un metro de profundidad, un auténtico afluente del Duero. Observando el discurrir del agua nos acordamos de la etapa que hiciéramos hace justo un año atrás al Chorro de Navafría, maldita memoria, como ha sido posible que se nos haya olvidado, a la altura del área recreativo del Chorro un río joven revoltoso, sonoro, alocado y seguidor de la música rock, un auténtico río de montaña.

A seis kilómetros de su nacimiento (un año atrás). 

Río abajo le vemos más tranquilo, mucho más tranquilo, menos ruidoso, a estas alturas es amante de la música melódica. Curioseando vemos porque no ha aumentado el caudal, el motivo no es otro que las numerosas acequias que toman el agua para regar arboledas y sembrados, con todo y eso para cruzarle tendríamos que ponernos el bañador y cruzarle a nado.   

Treinta kilómetros más abajo que la anterior.

        Bueno ¡nos vamos! Que si no al final nos ahogamos en el Cega. Desandamos el tramo de carretera (en este momento nos adelanta nuestro benefactor ciclista que vuelve a casa) que nos lleva de nuevo al sitio de La Losilla, desde donde tomaremos un atajo que a la postre nos dará varias sorpresas. La primera es encontrarnos en medio de la nada del pinar un corderito recién nacido completamente negro exceptuando una pequeña manchita blanca en la frente con su madre, totalmente blanca. Se la ve que muy pendiente de su recién nacido, la primera pregunta que nos viene a la cabeza es, donde estará su rebaño, como nos falta poco para llegar al pueblo nos vamos en busca del dueño, pero antes dos corzos cruzan por delante de nosotros corriendo despavoridos, pronto vemos el motivo, tres sátiros los persiguen en su 4X4 por un camino que lleva su misma dirección. Estamos de suerte, entre pinos se vislumbra un rebaño, vemos al pastor recogiendo el rebaño en un aprisco de los modernos, portátil de poner y quitar, cuando nos ven las ovejas se asustan, el rabadán nos lo recrimina y cuando lo soluciona le comentamos nuestro hallazgo, a lo que nos responde que al corderito le había atado al pino y que en cuanto le dejemos terminar de meter a las ovejas en el redil irá a por el corderito y su madre. Charlamos un rato con él y entre otras cosas descubrimos que es el abastecedor de corderos de nuestros amigos del pueblo. Nos despedimos y continuamos, pronto salimos del pinar y llegamos a "la piscina de Torrebruno", a su alrededor vemos claramente las huellas en vista de las cuales caemos rápidamente en el porqué de la altura del pilón, está hecho a la altura de las ovejas, otra lección aprendida, nos despide el campo y el día con otro regalo del camino de San Frutos.

El sol de oro segoviano se despide de nosotros


        Antes de llegar al pueblo recapitulamos y solo podemos decir una cosa, etapa maravillosa, la hemos disfrutado muchísimo y cuando entramos al pueblo nos encontramos con una redundancia que nos pone a cantar la famosa canción🎶🎶 Muñoveros  Muñoverooos, Muñoveros  Muñoveros pop 🎶🎵 (famoso éxito que hiciera famoso Fernando Esteso treinta y tantos años atrás)









        




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