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sábado, 24 de junio de 2017

La pradera-Los Vadillos 17-06-17




17-06-17

EL AMOR




     Era uno de mayo de no hace muchos años, ese día el Comando Peñota iba al completo, motivo suficiente para llevar los macutos llenos de felicidad y de lo "otro", habíamos decido ir a conocer las Pesquerías Reales y allí fuimos, estábamos teniendo una primavera lluviosa, motivo por el cual el Eresma y todos sus afluentes rebosaban agua, hecho este que unido a la belleza del lugar, la gigantesca obra realizada en toda su margen izquierda, el fabuloso día que amaneció y la maravillosa compañía, nos hizo disfrutar de su recorrido desde el embalse del Pontón hasta Valsain. Desde ese mismo día el Comando Peñota tuvo un flechazo y se enamoró perdidamente de las Pesquerías.

     Hoy en día, pasado un tiempo somos matrimonio, un matrimonio moderno que por motivos laborales, de empadronamiento, etc..., les separa la distancia, pero esto no es óbice para que cada vez que nos vemos la alegría y el disfrute sean enormes.

     Aparcamos en la calle del Barrio Nuevo H. Vemos el cole desocupado de niños y el centro médico despejado de enfermos, no vayamos a creer que los niños se lo saben todo y que no hay enfermos, lo único que ocurre que es sábado y están cerrados los centros.

     El plan "A" de hoy es salir de La Pradera de Navalhorno para ir a los Vadillos, para eso cogemos "los trastos de matar"  y nos lanzamos en busca de nuestra meta. Pronto llegamos al puente de los Canales que al mismo tiempo que servia para pasar, sujetan los pilares del tosco pero eficiente acueducto mandado construir por Ios Trastámara. Es curioso que hecho quince siglos después del segoviano no mejorasen los detalles constructivos. Este se hizo para abastecer de agua al palacio de Valsain, hoy en ruinas.

Acueducto de los Canales.

     Pasamos por debajo del conducto, cruzamos el puente de Peñalara sobre el arroyo del mismo nombre y abastecedor del acueducto, otro puente sobre el Eresma y cruzamos a la margen izquierda que será po
r donde subiremos a nuestra meta. Dejamos a la derecha el arroyo del Guindo, hoy hemos decidido venir huyendo del calor, aunque aquí también lo hace. Hay más gente que ha pensado lo mismo que nosotros, muchos pasean, pero la mayoría se han puesto el bañador para meterse en el río. Dejamos atrás a los Asientos un área recreativa que está a rebosar, pasamos por encima del arroyo de los Acebos y llegamos al puente de Navalacarreta. No se entiende muy bien el motivo por el cual tiene un ojo "parcheado".




     Ya vemos el Barco o Tobogán del príncipe como se quiera llamar. Lo que está claro es que a los niños les encanta desgastar pantalón escurriéndose por él. A nosotros también nos dan ganas de tirarnos, seguramente tendría que ser rodando. Es curioso ver la línea recta que recorre la piedra de arriba abajo demostrando la superior dureza del cuarzo ante el desgaste.



     Estamos llegando a Boca del Asno, vemos el cañón y la escalera que libra la diferencia de altura que subimos para hacer un primer descanso comiéndonos una manzana. Aquí sí que arde Troya, "El morro di pollino" esta abarrotado de familias, parejas y niños muchos niños. Nosotros continuamos, casi ni se nota el arroyuelo de las Cárcabas. Llegamos a lo que queda del antiguo puente de los Vadillos. La duda nos corroe, vemos con sorpresa fotografías relativamente modernas, de hace muy poco tiempo con el puente entero, hoy en día quedan los tajamares y las pilastras, suponemos que se lo llevaría alguna riada, se lo tendremos que preguntar a los amigos de Valsain.


     Vamos pegados al río, vemos una colonia de libélulas de cuerpo azul y alas negras. Posteriormente nos encontraríamos a un caminante con una cámara grande y su trípode. Hablamos con él y la ley de la casualidad universal funciona de nuevo, es de medio ambiente y está haciendo fotografías a las libélulas y mariposas. Nos enseña algunas y está claro que las hace bastante mejores que las nuestras, nos da nombres pero solo nos quedamos con la mariposa limonera que huelga decir cuál es.

                                      
De profesional
     
La nuestra, está claro que nos falta mucho, el que la vea tiene premio.
        
     Un poco más y nos encontramos la confluencia del arroyo del Telégrafo y del arroyo del Puerto del Paular, también en este punto cada uno de ellos tiene su respectivo puente.
Puente sobre el Paular.

Puente sobre el Telégrafo.

   Nos adentramos un poco por el Telégrafo, poco que llevamos más de nueve kilómetros y tenemos que volver, lo justo para ver un comedor minimalista estupendo, con "perchero di mochila".

     Metemos los pies en el agua fresca, entre esto y el bocata nos cambia el metabolismo, ya somos otros.  

Precioso perchero.
     Nos lo llevamos a casa.

Una hermosa hierba graminoide embellece un canto del río.


Helecho minimalista.
      Nos llevamos estas bellezas también.

     Sacamos los "pinreles", fresquitos, agradecidos y dispuestos para la vuelta, nos encontramos nuestros clásicos bolos.


Este con gorra.
     Nos vamos, que nos queda bastante, pero no es óbice para ir disfrutando de las Pesquerías, maravillosa obra encargada por un rey, que hoy en día las disfrutamos los plebeyos y además gratis.




      Nos encanta esta obra y nos encanta ver el agua tan limpia, tan transparente.



    
     La faena es que este año ha llovido muy poco y es escasa, muy escasa, nos preguntamos cómo acabará después del verano, saturado. Da un poco de pena, tenemos que hacer una visita primaveral.

     Desviándonos un poco del camino nos encontramos otro poco más de agua en la fuente del Cardo, con ese cartel tan artesanal y encantador.



     Llegamos de nuevo al puente de Navalacarreta, ahora le vemos por arriba, está en perfecto estado, creemos que por este puente pasaba en su día el camino de Madrid a La Granja.

Puente de Navalacarreta con can.
     Continuamos bajando y nos seguimos encontrando carteles y fuentes, todas con un agua muy fresca y rica que hoy nos han venido de perillas, dado el calor que nos ha acompañado todo el día. De hecho hoy ha sido el día que más agua hemos bebido en una etapa.





     Ya estamos acabando el recorrido de hoy, unos cuantos kilómetros, vamos por la pradera, entre magníficos ejemplares de roble, trescientos o cuatrocientos años nos contemplan y nosotros a ellos.


     Salimos de la Pradera camino del coche, pero antes cierra la puerta que se escapa el gato.



     P.D.; Estupendo día, maravilloso lugar, una gozada, solo un poco de tristeza al pensar en el posible mal uso de este sitio tan bonito. Desear limpieza, cuidar el Eresma con ese agua tan transparente que incluso tiene truchas aún, aunque cada vez menos.

     Nuestro matrimonio con las Pesquerias sigue funcionando a las mil maravillas, ha sido una visita corta de un día, pero larga de distancia, está claro que nos seguimos queriendo.




                                                          
                                                   














     
     


domingo, 18 de junio de 2017

Cabeza del Buey-Peña el Águila 11-06-17



11-06-17

UN "WIS-WAS"

     En argot Peñonero un "Wis-Was" es  subo y bajo, un me voy y vengo, dos largos de piscina, un mete y saca, un bajo a por el pan y subo, etc..., en japonés "ya ta". Nosotros lo empleamos un poco pretenciosamente para determinar un recorrido corto, que seguramente un "runner" lo haría en un "wis-was" y nosotros también, pero nos tomamos nuestro tiempo. Por ejemplo les llamamos "wis-was" cuando subimos al Peñón, la tachuela, o vamos a Peña el Águila. Por eso hemos considerado hacernos hoy uno, pensando en ver por la tarde la final de Roland Garros entre Wawrinka y Nadal.

     El fin de semana pasado hicimos la vertical a Cueva valiente, eso sí, despiste incluido, hoy lo vamos a subsanar subiendo a Cabeza del Buey, cerro que esquivamos sin querer y que no conocemos.

     Cruzamos la puerta giratoria que hay enfrente de "Villa Pin Pan" camino a la cerca de Las Monjas. Dejamos a la derecha la vereda que lleva a la fuente de los Gabarreros. Llegamos a la "Cañá Juan Llanos" que dejamos por la derecha. Nos llama la atención el verdor y la belleza geométrica de los helechos que con sus megafilos (hojas) hacen ese perfecto triángulo equilátero a base de triángulos isósceles.




     Vamos camino del Arroyo Secal, al que pronto llegamos. Hace el dudoso honor de su nombre y esta seco completamente, aquí empieza el aperitivo. Empieza la subida dura, pegado al camino vemos un cardo en flor, parece mentira que de una cosa tan bonita salga un apestoso cardo, que nos perdone su madre.



     Continuamos por el sendero hasta llegar a una talanquera que fue la culpable el "fínde" pasado de nuestra metedura de pata al pensar que sería la única en esta zona ¡Craso error! Subiendo a la izquierda nos encontramos una segunda barrera, que nos abre el paso a una pendiente muy pronunciada, más exigente que las de "Doña María de Las Chivas".




     Un esfuerzo más y desembarcamos en nuestra buscada Cabeza del Buey, ha sido menos fiero el león que lo pintábamos.

     Lo primero que vemos la fresca sombra de un bonito pino que se agradece y mucho,  si a eso le añadimos que tiene un estupendo "pispato di mochila" dispuesto a liberarnos de peso, pues miel sobre hojuelas (Receta deliciosa de la abuela).



    Después de aligerarnos de peso y  beber un poco de agua nos disponemos a disfrutar del paraje de "Testa di manso", asomarnos y asombrarnos ha sido todo uno. El sitio, es mágico, lo primero que vemos es un dragón de cuatro jorobas, eso sí con imaginación. 


     La segunda visión es más cinematográfica y también fantaseando, vemos la proa del Titanic con  Kate Winslet y  Leonardo Dicaprio



     Se acaba la película y empieza el documental geográfico. Es un auténtico mirador, la visión de 360º es asombrosa. A la izquierda vemos El Carnero (Próxima visita), Cabeza Reina, Sierra del Quintanar, que con ese toque amarillo de los piornos parece un cuadro del realismo. Al norte el precioso "circo de la Garganta". Un poco más al este "La Bola di Mondo" y el puerto. Al este Cabeza Lijar y a sus pies Peña el Águila. Hacia el sur nos encontramos dos montes que no sabemos sus nombres y no vienen reflejados en el mapa. Al suroeste Cueva Valiente y el camino por donde sube la Vertical desde aquí. Más al oeste cerrando el círculo El Peñoncillo. Espectáculo puro, desde hoy añadimos este lugar a la carpeta de preferidos automáticamente, sin lugar a dudas, ha sido un auténtico flechazo, volveremos más veces seguro.

El Carnero entre medias discurre el Secal.
      Cabeza Reina y al fondo la Sierra del Quintanar.


La Integral.
Peñota, el Puerto y al fondo Navacerrada.
En primer termino Peña el Águila y al fondo Cabeza Lijar.

???

 Cueva Valiente, a la derecha El Peñoncillo.

     Una vez descrita la orografía que se ve desde este balcón privilegiado y disfrutado de sus formaciones rocosas, seguimos gozando del lugar, ahora de sus naturalezas muertas y vivas, de una belleza exquisita.

Precioso pino enano en tiesto natural.


Pino de chocolate sobre alfombra de estepa en flor.

Pino de plata
.     

     Vamos a beber un poco de agua y a comernos una manzana a la sombra al mismo tiempo que digerimos esta estupenda experiencia.

     Estamos en estas cuando oímos como alguien sube corriendo por la tremenda pendiente llena de piedras, cuando le vemos nos damos cuenta que es un auténtico "marathon man" ya le vimos corriendo el maratón de El Escorial el año pasado, hace dos fines de semana corrió el sábado las tres cumbres y el domingo la vertical. Hoy se hará otra vertical como poco, con bastones incluidos, para exigirse más, aunque sea entrenamiento.
     
     Con todo el dolor de nuestros corazones nos vamos para abajo por otra pendiente bastante pronunciada, ambos lados del camino están enmoquetados con cantueso (Lavandula Stoechas) de perfume embriagador.





     Las jaras (Cistus Ladanifer) están también en plena floración con abejorro nervioso, imposible de inmortalizar.




     Vamos bajando, cruzamos un arroyo que baja con algo de agua, nos encontramos una bifurcación de la que sale una vereda que nos llevaría al GR-88, miramos el reloj, desde aquí vemos al este a Peña el Águila.


     Es pronto y optamos por continuar el camino y hacernos otro "wis-was", subimos hasta encontrarnos con la Real Leonesa, la tomamos a la izquierda, cruzamos el Mayor y rápidamente llegamos a la divisoria. Vemos que han colocado una puerta peatonal giratoria, ¡Estupendo! La cruzamos y nos acercamos a Peña el Águila, nos asomamos a ver nuestro anterior emplazamiento.

Cabeza del Buey desde Peña el Águila.


          Nos fijamos en el cartel de orientación y curiosamente nos rompe todos los esquemas ¡Es un chiste! No puede ser de otra manera, no entra en cabeza humana ¡Pero quien ha hecho este desvarío! ¡Es increíble! Parece de cámara oculta, no salimos de nuestro asombro. Vamos por partes, vaya por delante que con la impresión no fotografiamos la mitad de la derecha, pero con respecto a la izquierda vamos a tratar de explicarla y si alguien lee esto y cree que estamos equivocados por favor que nos corrija. Por supuesto esto no es invención nuestra, solamente lo vemos en el mapa topográfico nacional y lo transcribimos. Empezando por la derecha, donde pone el Carnero (1569 m) debería poner Cabeza del Buey (1537 m) y el Carnero se situaría a su espalda separado por el arroyo Secal. Continuamos a la izquierda y leemos Los Arteseros (1734 m) que habría que situar dos kilómetros más al oeste y en su lugar pondríamos El Peñoncillo. Siguiendo en la misma dirección nos encontramos con un acierto que sería difícil errar porque hablamos de la simbólica Cueva Valiente (1903 m), más a su izquierda leemos el nombre de La Cotera, que le daremos por bueno de momento hasta que lo cotejemos, lo que sí sabemos es la cota que tiene porque si viene reflejada que es 1872 m. Terminando por la izquierda, vemos el desatino mayúsculo, aquí colocan a Cabeza del Buey (1537 m) que anteriormente hemos colocado correctamente. Solo echándole un vistazo te das cuenta de la barrabasada. A simple vista ves que los 1537 m que dice, distan mucho de los 1765 m que vienen reflejados en el mapa y que encajan visualmente, eso sí tendremos que investigar también su nombre que desconocemos y si alguien tuviese a bien indicárnoslo, pues muy agradecidos. A todo esto tendríamos que añadir que en la mitad de la derecha del cartel que nos falta por no haber hecho la foto, el despropósito es también enorme, hablamos de memoria, pero donde debería poner collado Lagasca (1601 m), pone collado Marichiva (1753 m). No recordamos si venia la cota pero el nombre si, y esto sí que es un disparate porque de uno al otro hay más de diez kilómetros de distancia, con esto solamente queremos preguntarnos, ¿Abran cobrado por hacer esta infamia?, cuando se den cuenta lo arreglaran como los indicadores de la ruta de Peña el Águila que ya los han reformado con un coste mínimo que suponemos pagado por los mismos.

     Solo nos queda felicitar al creador del cartel, al coordinador y a la persona que le dio el visto bueno

Cartel "desinformador"

     Sin asimilar la indigestión del cartelito, empezamos a bajar y en el primer arroyo que vemos, al abrazo maternal de su frescor abrimos la mesa y las sillas, los platos, los cubiertos y los bocatas de "chori-pato" A este disfrute tenemos que añadir la abundante y preciosa colonia de mariposas que nos amenizaron la comida con su coreografía. A partir de aquí, recogemos los trastos y nos tiramos a tumba abierta, nunca mejor dicho. Sin lugar a dudas el descenso más rápido del Comando en su corta existencia, lo que nos permitió cuando llegamos al pueblo refrescarnos con un delicioso helado de postre antes de sentarnos a ver ganar su DÉCIMO ROLAN GARROS a nuestro quinto. Enhorabuena para él por su triunfo y para el Comando Peñota, que pensando en hacer un "wis-was", ha hecho dos "Wis-was" y por si fuera poco metemos a la "Testa di cabestro" en la carpeta de predilectos. Muchas etapas a la carpeta de pendiente, día genial, eso sí con calorcito.

domingo, 11 de junio de 2017

Cueva Valiente 03-06-17



03-06-17

"GASIFICANDONOS"

     Después de arrepentirnos de NO hacer la vertical el domingo pasado y darle muchas vueltas, hemos decidido subirla hoy.

         La salida la hacemos desde el "cole", creemos que salió desde allí. Cogemos los bártulos, salgo por delante de la liebre que me aconseja que disminuya el ímpetu, rápidamente caigo en la cuenta, en la esquina del campo de fútbol me entra una "isquemia".¡ A parar tocan! Tenemos que "gasificarnos" un poco. Arrancamos de nuevo, esta vez la liebre va delante y la tortuga detrás como mandan los cánones. Llegamos a la fuente y vemos a la derecha al Venerable, esta radiante, llevábamos mucho tiempo sin verle, le saludamos y continuamos. Cogemos la carretera forestal, a la derecha, llegamos a la puerta de la Yeguada Gil Amaya  y cuando dejamos atrás la puerta nos vamos a la izquierda, donde cruzamos la puerta giratoria camino de "La Cañá Juan Llanos". Una vez que llegamos a ella la cruzamos y nos vamos por la derecha, nos dirigimos hacia el Mayor, le vemos a nuestra izquierda abajo y nosotros iremos un poco más a la derecha dirección al arroyo Secal al que llegamos y pronto le cruzamos por donde discurría la carrera. Aquí fue donde nos equivocamos. Deberíamos haber subido perpendicular al Secal hacia Cabeza del Buey, por contra continuamos paralelos al arroyo, ¡mucho corre la liebre! Algunas dudas nos vienen a la cabeza, sobre todo cuando vemos repetidamente que los pimpollos nos entorpecen el paso, pero cuando vemos desde la vaguada al Peñoncillo a nuestra altura, nos damos cuenta de que nos hemos pasado y decidimos hacer nuestra dosis de cada día de campo a través. Lógicamente, volvemos a pagar los errores, la "cuesta de Enero" es muy dura, se nos hace más llevadera gracias a un aroma que desconocemos su procedencia, pero su disfrute nos alivia el calvario de la dura pendiente. Un poco más de "cuesta de Enero" y por fin llegamos al camino prometido ¡Precioso! Bajamos un poco para asomarnos a un balcón natural, ¡Aleluya! Vemos la topografía del lugar y por fin "desfacemos" el entuerto, vemos claramente todo, El Carnero, la vaguada del Secal y también por donde tendríamos que haber subido al camino en Cabeza de Buey, que por fin situamos correctamente. Disfrutamos de las vistas y media vuelta. Seguimos subiendo por caminos ignotos, duros pero bonitos, como nos vamos "gasificando" subimos bien. El camino se adentra entre pinos, salimos a un claro, levantamos la cabeza y el entusiasmo es automático, enfrente tenemos, se podría decir un frontón granítico irregular y entre dos rocas vemos el punto geodésico.



     Subimos un poco más y llegamos al refugio, damos una vuelta para ver el belén, esta entero, estupendo, cantamos unos villancicos. 


Bebemos agua y nos comemos unos albaricoques. Vemos con alegría que las pruebas deportivas han valido para mejorar el estado de la puerta del refugio que el fin de semana pasado estaba casi en el suelo y hoy está bien sujeta. Vamos arriba pero antes la sorpresa botánica del día, preciosa, justo a los pies del vértice.


     Llegamos arriba y coincidimos con una pareja, les pedimos el favor clásico, difícil de conseguir en lo alto de Cueva valiente, "una fotito please".


     ¡Gracias! Nos despedimos, hoy no vamos a bajar por el clásico Gargantilla, vamos a bajar por el camino por el que se sube en las tres cumbres, que también es ignoto para nosotros y desde el comienzo nos encanta.


     Vamos disfrutando de la primavera, hay flores por doquier pero también bonitas imágenes de naturalezas muertas.



     Nos gustan mucho los pinos que hay a estas alturas castigados por las inclemencias, agua, heladas, rayos, nieve, viento, calor intenso, etc... No son estilizados, no valen para las "pasarelas", pero tienen esa belleza de lo irregular que nos atraen con su magia y embrujo. Vamos viendo y nos encontramos  "dos sillas, una mesita" y flores muchas flores, lo que se dice un sitio idílico.

     Ha llegado la hora🍴🍔🍦, un bocata a pelo y sin helado. Continuamos bajando y antes de llegar al collado del Hornillo nos encontramos, lo que suponemos un antiguo observatorio de aves, eso sí en muy malas condiciones, pero con una visión bonita.


     Llegamos al collado y en este punto vemos un camino que sale a la izquierda con dirección a un monte que no le hemos encontrado nombre alguno, tendremos que investigarlo, etapa que metemos a la carpeta de pendiente.

     Una pena que se nos acabe este camino tan bello, ha sido un auténtico disfrute, ahora nos vamos por la "autovía" Real Leonesa, llegamos a la fuente recientemente hecha, probamos el agua y está bastante rica y fresca.



     Después de refrescarnos, continuamos, cruzamos el arroyo Mayor y optamos por otro camino desconocido y cuando queremos darnos cuenta estamos en El Pinar. Como vemos que empezamos a subir otra vez nos damos la vuelta, dejamos Cabeza del buey a la izquierda y cogemos un sendero que rápidamente nos lleva al GR-88 y acompañamos al Mayor hasta que nos encontramos con el Secal y de aquí a la "Cañá". Bordeamos La cerca de las Monjas y cruzamos la puerta que nos deja en la forestal por la que iremos hasta el desvió de la fuente y el "Venerable" que se alegra al vernos sanos y salvos. Nos despedimos de él, nos dirigimos al campo de futbol y cuando llegamos nos acordamos de la asfixia de esta mañana y pensamos en lo bien que nos hemos "gasificado" que hemos terminado tan frescos, a por un ☕. ¡Adios!