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jueves, 5 de abril de 2018

29-03-18 La Capilla Sixtina




29-03-18


La Capilla Sixtina



     Con las pistas que nos dio la última escapada, nos fuimos al plano y nos costó segundos encontrarle, además de darnos una alegría enorme al ver su nombre, San Pedro.

     Con San Pedro situado en el mapa allí nos dirigimos, carretera, petate y manta. Antes de darnos cuenta estamos pasando al lado del CIR en el que hicimos el campamento de la mili, como rezaba el cartel, hoy se llama Base Militar San Pedro (no podía ser de otra manera). Vemos la tremenda explanada donde repetíamos hasta la saciedad las prácticas necesarias para hacer la jura de bandera ¡Que calor pasamos!  Caían desmayados como chinches, han pasado tantos años que ya no me acuerdo de la cifra, bueno, en números redondos medio siglo ¡Peligro que viene el abuelo Cebolleta!

   Seguimos y kilómetro y medio más adelante abandonamos la M-607 y nos vamos dirección norte por la M-625 hasta el km. 7,5 donde nos encontramos el Alto del Mojón, justo en el cambio de rasante nos desviamos a la derecha. Hay un aparcamiento,  con una veintena de vehículos, estamos cogiendo los bártulos y miramos al este, la visión de la ascensión es diáfana, casi se ve en su totalidad, pero a la vez podríamos decir que es turbadora, el verla de "cuerpo entero" desnuda delante de ti te causa casi hasta rubor, no mide "1.80". Es una cota bajita 1425 m., pero es tan atractiva..., está claro, ha sido un "flechazo", hasta el punto que nos ponemos celosos de los muchos senderistas que se ven recorriendo su silueta.

     Después de la primera sorpresa arrancamos. No nos queda más remedio que saltar una tremenda piedra  que hace las veces de valla, incomprensiblemente porque según reza el mapa oficial se supone que vamos por la Cañada de las Merinas. Pasado un corto primer rellano comenzamos a disfrutar de la visión del camino desde las distancias cortas. Subimos por una sugerente curva.
Atractiva curva

     Subimos la fuerte pero corta pendiente por la que llegamos a un placentero rellano, curiosamente está situado justo encima del ¡túnel del AVE!, que casualidad hace unos días nos encontrábamos en las mismas circunstancias en Valsain. Este túnel que mide la tercera parte que aquel tuvo un gran inconveniente en su ejecución, por culpa de la roca fragmentada que tiene todo el Cerro de San Pedro, es curioso que la blandura y el fraccionamiento de la piedra consiguiera atascar la tuneladora y tenerla ocho meses parada hasta el punto de tener que hacer parte del túnel por el método antiguo de perforación, dinamita, explosión y tentetieso.


     Volvemos al camino y vemos la imagen de dos "morugos del cuaternario" subiendo pesadamente, curiosamente el morugo pequeño ayuda a subir la cuesta al morugo grande. 


¡Empujaaaa!

     También vemos dos ejemplares marchitos, no creemos que sea culpa de las tuneladoras que les hayan cortado las raíces, sobre todo teniendo en cuenta que está 250 m. por debajo, de cualquier forma tienen una serena belleza que nos encanta.


Víctima erguida

Bonita silueta


     Seguimos por un delicioso rellano donde dejamos a la izquierda al Cerro de la Prestancia, un vistazo al último tramo que nos llevará a la cima.


Sigamos disfrutando

     Le damos las gracias al viento que nos refresca al mismo tiempo que nos cuartea la piel, la comodidad de este tramo nos permite tomar carrerilla para afrontar la última subida. Vamos por la mitad del último tramo y vemos como baja un runner que nos había adelantado un poco más abajo. Le damos el alto y nos dice que nos queda muy poco ¡Adiós! Desde luego hay gente muy preparada. A los cinco minutos le vemos lejísimos, corriendo como un galgo. Por nuestra parte un rato después llegamos a la cima, allí nos encontramos a tres chavales que entre otras cosas nos comentan la existencia de un precioso cofre de granito con tapa de acero inoxidable, su fin, guardar un cuaderno de "Bitácora" puesto por la asociación Pico de San Pedro. Dejamos constancia de nuestra estancia
     
El cofre del tesoro.

     Ahora buscamos un lugar a cobijo del viento, el de hoy no es muy frio, pero si molesto. Ya al resguardo, lo primero, un caldito calentito, si el último día nos gustó el de Avecrem, el de hoy hecho por la chef del Comando, "Caprice des Dieux", además nos entona el cuerpo. A continuación nos comemos un bocata de "Pavi-pato". Hemos acabado el refrigerio, ahora vamos a disfrutar del lugar. Cuando vimos desde el puerto y pensamos en la posibilidad de venir, poco podíamos imaginar la belleza del lugar, realmente desarrollar íntegramente lo que desde aquí vemos necesitaría de "Diez trilogías". Como nos imaginábamos desde la lejanía, esta atalaya tiene una visión de trescientos sesenta grados, a lo que nos hicimos tan aficionados desde nuestra visita a Montón de Trigo, nos declaramos amantes de las atalayas. Para ahorrar explicaciones decidimos hacer un video y verlo en dos minutos. Nos ha salido una tremenda chapuza, da la sensación de que el cameraman tiene el mal de San Vito o enfermedad de Huntington, a lo que hay que añadir que le grabamos con una "Zapatilla". Tenemos que recibir algunas horas de clase, una verdadera pena, daremos algunas descripciones de lo visto. Podríamos empezar diciendo que vemos la Sierra del Guadarrama desde el Escorial hasta que acaba en la Sierra de Ayllón, conseguimos ver desde Cabeza Lijar, nuestra Peñota, la Bola del Mundo, La Maliciosa imponente, Cabeza de Hierro Mayor, Peñalara, Alto de los Poyales,  Alto de la Calderuelas, Pico Crecientes, Alto del Porrinoso, Peña el Cuervo, El Reventón. No podemos olvidarnos de los Canchos de la Peña del Rayo desde donde descubrimos el fin de semana pasado nuestros dominios del día de hoy y así podríamos nombrar  un millón más. También vemos los embalses de Santillana y de Pedrezuela, pueblos otros mil, por ejemplo Colmenar Viejo, Manzanares, Soto, Miraflores, Valdemanco, Guadalix , etc., vemos incluso las Torres de Madrid y la Puerta Europa. Sitios peculiares, como la base de helicópteros de Colmenar, el viaducto arroyo del Valle del Ave, no nos podemos olvidar de la "embajada de Cataluña" en Soto del Real y vemos un montículo en el cual durante el campamento hacíamos los ejercicios de tiro, peligro que ataca de nuevo "Abuelo Cebolleta". Vemos al norte la pre-sierra y al sur la meseta madrileña ¡Un universo!


La embajada de Cataluña en Soto del Real y detrás el embalse de Santillana.

Soto del Real y a su espalda la Cuerda Larga.

   Vemos la salida del túnel de San Pedro, el viaducto y la entrada del túnel del Guadarrama en las faldas de la Najarra. Mientras duró nuestra estancia en la cima y el principio de la bajada vimos pasar cuatro unidades del AVE, dos dirección Madrid y dos hacia Segovia, no daban la sensación de ir muy deprisa.


Antena de prevención de incendios y linea del AVE.
          Es difícil de abstraerse de la inmensidad que rodea al Pico San Pedro y por si fuera poco, si levantamos la vista y miramos a los dominios del tocayo del cerro que pisamos, vemos un precioso cielo cambiante de cúmulos y cumulonimbos. Estando donde estamos y mirando a los cúmulos sentimos que incluso a Miguel Ángel le maravillaban, como así demuestra al utilizarlos en los frescos  de la Capilla Sixtina, desafortunadamente no la conocemos, pero sí que hemos visto en fotografías. El fresco llamado el Juicio Final pintado por Miguel Ángel y si nos fijamos en él vemos a todos los actores a caballo de pequeños cúmulos inamovibles durante los últimos 480 años, en cambio los cúmulos creados por la naturaleza no paran, dan la sensación de estar vivos, estos cúmulos están formados por  infinitas gotas de agua microscópicas suspendidas en la atmósfera, no sabemos de qué océano vendrán y a dónde van ¡Misterio! Van cambiando continuamente sus formas divirtiendo siempre al observador, una maravilla, son los frescos de nuestra bóveda de la Capilla Sixtina particular.   
Divinos cúmulos.

     Coronando el cerro hay también un cilindro de unos tres o cuatro metros de altura hecho con piedra en seco, encima de la  construcción hay un punto geodésico. Observando la obra nos preguntamos, si tiene que venir un topógrafo por cualquier motivo a usar el vértice tendrá que ser escalador también. Hay dos detalles religiosos que llaman la atención, por un lado vemos un pequeño belén incrustado en un hueco del cilindro pétreo y por otro lado  se ve una imitación de una bandera de plegaria similar a las que hay el Himalaya, un bonito toque de color.


"Manolito".

     Al noreste está Guadalix de la Sierra y el embalse de Pedrezuela, la N-I, más lejos Torrelaguna y mucho más lejos El Casar de Talamanca (visita pendiente), al sur vemos Tres Cantos y las torres.


Un bonito toque turquesa.

Las torres y a su espalda Getafe.

     Antes de empezar el descenso llega a la cima Pablo, vecino del lugar, que sube San Pedro por primera vez, charlamos un rato y nos vamos, no antes sin mirar de nuevo las bonitas formas del camino, esta vez desde arriba.


¡Qué curvas!

     A media ladera del primer tramo nos cruzamos con un trío, un chaval joven y dos menos jóvenes que se ríen de nosotros cuando les decimos que se les va a hacer de noche, se despiden de nosotros riéndose, un poco más abajo nos adelanta Pablo a toda la velocidad. Nos vamos sin ver la ermita de San Pedro que presumiblemente estaría ya a nuestra espalda (posteriormente nos enteramos que desapareció hace tiempo), lo que sí que vemos son las líneas rectas de las torres en contraste con la irregularidad de los roquedales. Llegamos de nuevo al rellano que hace el camino a la altura del Cerro de la prestancia, desde aquí vemos el "negativo" de  "bonita silueta".


Arbolito marchito pero bonito.

     Comenzamos a bajar el segundo tramo pero antes de llegar a la pendiente fuerte pasamos por un enebral de una docena de ejemplares, única sombra que hay en todo el camino, aunque hoy no sea necesario. Sobrepasamos la nebreda y pronto llegamos a la fuerte pendiente concluyente, cuando se va suavizando vemos a la izquierda primero las ruinas de un antiguo pilón y un poco más abajo otro más nuevo y de uso exclusivo del ganado. Ya nos vamos directos a la piedra que tenemos que sobrepasar, la salvamos y ya en el aparcamiento nos fijamos en el edificio ruinoso que domina la explanada. Se supone antigua casilla de los camineros, en la fachada norte aún sobrevive uno de los rótulos que tanto nos gustan con más de medio siglo de existencia.


Bonito letrero informativo.
     Estamos en estas cuando nos tocan el hombro, caramba, ¡No puede ser!, el trío que nos encontramos nosotros bajando y ellos subiendo  ¡No habéis llegado a la cima! Nos aseguran que sí y nos lo creemos, es increíble el estado de forma del personal, el joven porque es joven pero la pareja más madura están en plena forma, muy simpáticos, nos despedimos.

     Nos vamos, pero cuando nos alejamos un poco paramos para despedirnos de un sitio precioso y ver su perfil.

     Como luego hemos visto éramos los únicos que no conocíamos al famosísimo Cerro de San Pedro y después de verlo no nos extraña, es una verdadera maravilla digna de ver, sobre todo teniendo en cuenta que es una etapa muy corta, eso si suponemos que no será aconsejable subirla en pleno verano, puede ser mortal.
     
La bonita silueta del Pico de San Pedro.


2ª parte  



     Aprovechando el viaje de vuelta paramos en la ermita de nuestra Señora de los Remedios, patrona de Colmenar viejo.

     Tiene una curiosa historia, en enero de 1961 se rodaron aquí partes de la película "El Cid", las escenas que se grabaron en esta ermita contaban la reclusión de Doña Jimena que fue interpretada por Sofía Loren, durante su aislamiento recibía visitas de la reina  Doña Urraca encarnada por la actriz Geneviéve Page, también la cumplimentaba su marido Don Rodrigo Díaz de Vivar al que le daba vida Charlton Heston, esta película le trae buenos recuerdos al "Abuelo Cebolleta".

     La ermita estaba cerrada, el bar abierto, aprovechamos y dimos una vuelta al recinto, está reformada y en perfecto estado, a su espalda tiene un mirador al que nos asomamos.



Portada y ermita.

Embalse de Santillana y a su espalda La Maliciosa.

Embajada de Cataluña en Soto del Real.

    Nos vamos por la izquierda y nos encontramos una sepultura en roca, seguimos rodeando la ermita por el lado contrario y nos encontramos una nueva sorpresa, una necrópolis visigoda, está vallada y bastante explicada por medio de carteles, está datada entre los siglos VI y VII, en él se hallaron 11 individuos de diferentes edades, se hacían sobre un lancha de gneis, se perfila el cuerpo con lajas y cubierto con 1, 2 ó 3 losas, R.I.P.


Enterramientos.

     En uno de los letreros reza que dentro de la ermita hay un mojón romano del siglo I d.C., nos hubiese gustado verla por dentro.

     Nos vamos de vuelta a casa, pero no puede ser tranquilamente, acabamos de descubrir "otro Montón de Trigo", comienza de nuevo la investigación, Plinio y Don Lotario atacan de nuevo.


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