Vistas de página en total

martes, 1 de diciembre de 2020

1ª Trilogía de los tres cerditos

 


Trilogía de los Tres cerditos

1ª Cerro del Puerco de la Pradera de Navalhorno


      Extraemos de la “carpeta de pendiente” está trilogía que "casualmente" vamos a dividir en tres etapas, a saber, 1ª Cerro del Puerco de Valsaín, 2ª Cerro del Puerco situado en la falda de Majada Pielera en la Sierra del Quintanar y la 3ª etapa que a su vez la subdividiremos en una nueva "triloxía" compuesta  por una visita a "O Porco do Porriño", la asistencia y deleite de "A Festa do Porco de Budiño" y para rebajar a festa hacernos la espectacular etapa de "O Fuciño do Porco" una bella etapa que sería un buen final ¡nos encanta esta "sub-trilogía” embutida en otra trilogía!

       Empezamos el día ordenadamente y de orden en La Pradera saben un montón, prueba de ello es que tomamos por la izquierda la calle Primera que con mucho orden y concierto desemboca en la calle Segunda que tomamos a la derecha donde aparcaremos. Cogemos los cachivaches y nos vamos por un camino que nos lleva hasta la cacera del arroyo de Peñalara a la que acompañaremos durante el tramo que discurre por La Pinochera. “El pinar encantado de los troles” siempre nos llaman la atención los robles intercalados entre los pinos, suponemos que tendrá su motivo, hay que preguntar a los supercicutas, lo que nos queda claro es que le abonan abundantemente al tiempo que le embellecen dándole un aire misterioso con sus irregulares formas dadas en gran parte por las numerosas y exuberantes protuberancias.

Gemelos monocigóticos.

Gemelos idénticos.

      Nos separamos de la cacera para tomar el camino que lleva a la Cueva del Monje,  que pronto le abandonamos porque nos llama la atención poderosamente una sugestiva piedra que nos magnetiza, nos atrae… Una suerte, porque gracias a ello la radiografiamos periféricamente. Cada uno de sus perfiles mejor que el anterior y ¡que telones de fondo!

Al fondo el Cerro de Matabueyes

        Es realmente curioso que una piedra que calculando a groso modo pesara 150.000 kg. aproximadamente parezca tan delicada. Si la tocas por supuesto que está dura no cabe duda, es granito, pero te da la sensación de ser una piedra con sensibilidad, te trasmite un efecto gravitacional, toques la cara que toques notas una atracción que viene desde el "justi-punto" en el que gravedad mantiene en perfecto y difícil equilibrio a ésta maravilla. Después de lo visto anteriormente nos vienen a la cabeza varias dudas, ¿durante la guerra estaba en esta posición? Si así fue ¿Cómo no se cayó? ¿Fueron las bombas las que la dejaron así? Es intrigante a la vez que bella su posición.

Al fondo La Camorca.

Equilibrio cósmico de "O bolo do porco".

       Abandonamos por un momento el estado hipnótico hecho que aprovechamos para dar la espalda a la imantada piedra en su equilibrio eterno. Como falta poco para la cima subimos a “espetaperros”, abandonada la idea de ir la Cueva del Monje, tenemos la suerte de encontrarnos con la cripta de nuestra querida y bella plantita de nombre tan sugerente y que tanto nos gusta.

Cueva del Ombligo de Venus.

        Una vez que accedemos a la cima del Cerro del Puerco dividimos la visita en cuatro fases: 1ª fase visitaremos la ingente cantidad de obras militares como fortines, lo que suponemos puestos de guardia, refugios, "kilómetros" de trincheras excavadas a pico y pala en este duro terreno granítico y aprovechando la piedra del lugar para levantar un montón de "kilómetros" de parapetos ambos proyectados por un ingeniero "harto de cazalla", lo que queda claro después de la visita es que aquí la soldadesca guerreó poco, pero callos les salieron hasta en las orejas, ¡Que trabajo más bestial!

      Pensábamos escribir una sandeces sobre el lugar, lo que dejamos de lado después de leer sobre la batalla de La Granja, un episodio de corta duración, seis días, lo que parecía a nuestros ojos una menudencia, un vistazo a un estupendo blog nos parte el corazón. Este corto enfrentamiento fue de los más violentos de toda la guerra, nos quedamos sorprendido cuando leemos que en seis días hubo 2600 fallecidos, muy difícil de digerir. Es extraño el desconocimiento del hecho viendo las cifras y viviendo a solo 35 km.


Parapetos.

Refugios.

Fortines.

       2ª fase, la nutritiva, no menos importante y de gran disfrute para el sentido del gusto, damos buena cuenta de nuestra menestra y unas mandarinas.

      3ª fase, nos encontramos con lo que suponemos antiguas canteras de las que se extraería la piedra para las construcciones dejando socavones que gracias a las últimas lluvias están llenas de agua con su flora.

Hasta el infinito y más allá.



        4ª fase, ésta la haremos al tiempo que bajamos disfrutando de las diferentes franjas florales del cerro, toda la cima está dominada por las estepas, donde descubrimos un mirador que nos regala unas vistas fabulosas entre otras la de nuestro estimado Valsaín.

A nuestros pies La Pradera de Navalhorno, al fondo el cerro Matabueyes y en su falda Valsain con el verdor del Parque a su izquierda.

        Un nuevo estrato, éste dominado por el roble, que no está en la plenitud del otoño, pero igual de sugerente. Desde este punto y coincidiendo con que las nubes se levantan, nos dejan al descubierto el genuino perfil del Montón de Trigo ¡el mirador más bonito que ha visitado el Comando Peñota! Desde él descubrimos hace más de un lustro la depresión del Eresma y los infinitos pinares de Valsain, gracias a ello hemos disfrutado en muchas ocasiones de los dos y lo seguiremos haciendo muchas veces más. Volviendo a la fotografía vemos  acompañando a nuestro "amigo" a su izquierda Siete Picos y el puerto de La Fuenfría, por su derecha, camuflada bajo una nubecilla la más alta de nuestro termino, La Pinareja y un poco más cerca y de menor altura otro estupendo descubrimiento La Camorca y su inseparable Camorquilla.

Escondido tras los robles el valle del Eresma.

       Dejamos a nuestra espalda el otoñal robledal y nos colamos de nuevo en la mágica Pinochera donde nos encontramos otro de sus aborígenes nigromantes que nos despide gruñendo.

Nos despide con cara de pocos amigos.

      Bajamos directamente hacia el pueblo y ¡la suerte nos acompaña! Los "gnomos" misericordiosos de La Pradera de Navalhorno nos han traído el coche a la puerta, lo que nos viene de perillas, aunque la etapa ha sido corta la noche ha sido larga. Nos montamos, arrancamos y siguiendo la calle Segunda nos deja en la CL-601 y a la cama pronto.  
Powered by Wikiloc

No hay comentarios:

Publicar un comentario