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sábado, 25 de enero de 2020

09-02-19 El parto de la burra de Zarzalejo





09-02-19

El parto de la burra de Zarzalejo




     
     Desde que subiéramos a la Machota Baja, para no equivocarnos llamándola baja, chica, pequeña, menina, diminuta, etc., en adelante la denominaremos "La Machotita”, como decíamos desde ese día y desde su cima descubrimos  el bello valle que hay entre esta y la Machota Alta, lo mismo decimos para no errar llamándola alta, espigada, elevada, prominente, etc..., a partir de aquí la nombraremos como "La Machota", a secas. Como decíamos, nos gustó tanto, que automáticamente la metimos en la carpeta de pendiente en letra cursiva, negrita y subrayada para no olvidarnos de ella. 

     Y hoy ha llegado ese día, para ello aparcamos cerca de la Silla de Felipe II desde donde después de equiparnos arrancamos. A pocos metros tomamos el camino por el que discurre el GR-10 y que ya no abandonaremos hasta el "sprint especial" que tenemos situado en Zarzalejo. Andando, llegamos al cruce en el que dejamos la cueva del Oso a la derecha, nos presentamos en el punto en el que se divide el camino. A la izquierda se mete el camino  en una finca particular por una puerta para vehículos, nosotros nos vamos por la derecha siguiendo el GR por una senda estrecha pero muy bella, custodiada por bolos "vestidos" de musgo tocado con unas preciosas plantitas carnosas de las que no conocemos su nombre pero que nos encantan, nos gustaría saber su nombre preguntaremos  a los "súper cicutas".


???
     El comentado día que subieramos a "La Machotita" coincidimos con el caminante Manolo muy dicharachero que entre otras muchas cosas nos comentó sobre el cedro que tenemos delante que es muy usado en cierto ritos sefardíes, no supo decirnos el motivo.


ארז (Cedro en hebreo)
     Seguimos, a lo nuestro, empezamos un "slalom" por la senda entre múltiples robles jóvenes que tenemos que ir esquivando y llevar cuidado de no toparnos con el bolo que vemos al fondo con la señal blanqui-roja del GR-10 marcada en el.


Armonía.
     Seguimos el subiendo el camino recordando nuestra anterior ascensión de esta senda con José Carlos compañero locuaz, jovial, conocedor y amante del monte, aunque le ocasionamos un lastre aguanto nuestro lento ritmo al tiempo que nos hacía una disertación de la zona,  de abantos, del valle de Cuelgamuros y sus alrededores.

     Llegamos a un claro en el que vemos al sur "La Machotita" y al oeste "La Machota" a la que le debemos una visita en el futuro, de hecho la tenemos en la carpeta de pendiente.



En primer termino y al fondo "Las Machotitas"


"La Machota".
    No se aprecia en la foto la genuina piedra de caballero que se haya en la cima con el nombre del Monje por su parecido, es curioso lo bien que la veíamos desde este punto y no se ve reflejada, está claro que nos perdimos algunas clases del curso de fotografía, tendremos que asistir a otro a ser posible superior.

     Continuamos subiendo al tiempo que nos preguntamos que será del componente del Comando Peñota que está en París y la ley de la causalidad universal nos ataca de nuevo, no es posible, de nuestra espalda nos llega un rumor, ¡En francés!, media vuelta, ¡Oh la la!, se nos acerca una pareja a la que saludamos,

- Bonjour
- Bonjour
- Aujourd'hui notre fille est à Paris...

     Continuamos la charla en castellano unos minutos porque no recordamos más. Son españoles ensayando francés para un futuro viaje, nos despedimos y salen como si fueran a sofocar un incendio. Rápidamente les perdemos de vista en una curva en la cual les cede el paso un hombre que cuando llega a nuestra altura nos comenta que  llevamos mal los palos, nos da una rápida lección para el buen uso de los bastones, nunca te acostarás sin saber una cosa más ¡Muchas gracias! A la postre nos hemos dado cuenta de lo beneficioso del consejo. Con la amena subida que hemos tenido llegamos al Collado de Entrecabezas en un suspiro, a la izquierda "La Machotita", a la derecha vemos la vereda que en un futuro próximo nos llevará a "La Machota", damos media vuelta para mirar dirección a Madrid, imposible de ver, la polución la oculta, nos preguntamos que pasara cuando llegue el calor, podemos ver la meseta que nos separa de la ciudad y el embalse que está lleno.



Embalse de Valmayor.
    Seguimos con el itinerario que a partir de aquí para nosotros es ignoto, una suave bajada discurre por un coqueto valle en el que el "jardinero" ha sembrado estratégicamente bolos graníticos separados entre sí y ribeteados de verde que suponemos pastado por el ganado o pasada la segadora. La delicada vereda discurre flanqueada a derecha e izquierda por ambas "Machotas" salpicadas de millares de bolos. Una vez comenzado el descenso pronto llegamos a la fuente de Entrecabezas que a su vez es el origen del arroyo de los Morales. Como es costumbre en estos tiempos aflora escasamente, se podría decir incluso que nace con sed.


Fuente de cinco senos.
En la fuente coincidimos con un paisano que nos da una información pormenorizada del camino hasta el pueblo, desde este punto vemos el discurrir del camino hasta donde se acaba el verde penetrando en el tremendo "sembrado" de cantos que pueblan la ladera sur de "La Machota" y que desde aquí da la sensación de impenetrable. Como nos ha indicado nuestro contertulio, este sendero nos llevará hasta el pueblo, parece increíble que pueda discurrir un camino por lo que tenemos delante de nuestros ojos. Nos fiamos de las indicaciones y nos sumergimos en la "plantación" de boliches graníticos, sorprendente. El GR-10 transcurre encajonado entre piornos, estepas, encinas y sobre todo infinidad de berrocales, es curioso ver como el camino ha sido replanteado, transformado y desarrollado esquivando 


Zarzalejo a vista de "pájaro pinto".

     Divisamos el pueblo y después de admirar su bonito entorno retomamos de nuevo el laberinto y las sorpresas no se acaban. Lo que menos nos podíamos imaginar. Vemos un estupendo ejemplar de castaño, dos, tres, ¿cómo es posible?, castaños diseminados por una ladera encarada al sur, seguramente que con un calor de bigotes en verano y embebidos en un repleto encaje de bolillos anárquico, realmente se les nota faltos de esa humedad necesaria en los castaños para que fructifiquen en abundancia.

Bonito castaño.
Dejamos a nuestra espalda este magnífico ejemplar después de disfrutar de su visión y de nuevo nos sorprendemos cuando nos encontramos delante del 33, número que identifica al "castanea sativa", inventariado con ese número en la lista de árboles singulares de Madrid. Realmente no es muy agraciado pero su aspecto es de una tremenda robustez dada por sus muchos años de vida.


"Diga 33".

     La abundancia de bolos y lo enmarañado de la zona no nos permite encontrar un mirador que nos deje ver íntegramente al número 33, de cualquier manera era más bonita la silueta del castaño anterior. Continuamos por el laberíntico GR-10 y nos encontramos con una fuente de nombre y semblante muy monárquico.


Precioso grabado y labrado.



Silueta de "La Machotita"
PICO DE LA MACHOTA
     Unos metros más y dejamos atrás el precioso caos de berruecos graníticos, la belleza de la que disfrutamos durante el paso por el tramo del GR-10 que transcurre por él, ha sido difícil de describir, cabe decir que ha sido muy placentero y una demostración más de la gran obra escultórica de la naturaleza. Ahora se abren algunos claros que nos dejan ver que estamos cerca del pueblo y nos da libertad de movimientos para poder mirar al este para ver la cima de "La Machotita" que se la ve muy escarpada por esta cara con un bonito perfil. A sus pies, delante de nosotros, sale un bonito camino con dirección a su falda, está imantado, nos atrae, tenemos que luchar para liberarnos de su atracción que nos permite ver a nuestra espalda la falda de "La Machota" sembrada de bolones entre los que discurre costosamente el GR. Después de echarla un vistazo no es difícil imaginar el intríngulis que supondría encajarle por ella a los primeros usuarios del mismo, un verdadero quebradero de cabeza y un auténtico deleite para los sentidos recorrer este tramo ¡Inolvidable! Liberados de su magnetismo, nos despojamos de su atracción lo que nos permite ver al sur una nueva sorpresa Zarzalejo ¡Precioso!



Silueta placa de calle.

     Dejamos el camino para entrar a Zarzalejo como no podía ser de otra manera por la calle del mismo nombre de la montaña que hemos dejado atrás. Nos dirigimos a la iglesia de San Pedro, nada más verla apreciamos dos cosas primera, es preciosa, segunda y muy importante nos descubre claramente que estamos en un pueblo con tradición de buenos canteros. Vemos todo el exterior construido sobriamente en piedra de sillería labrada y colocada con esmero, una curiosidad que leemos es que se comenzó en el año de 1492 coincidiendo con el descubrimiento de américa y se terminó en 1619 con posteriores reformas. Se nota que estamos cerca de El Escorial de donde suponemos que copiaron el estilo Herreriano, de donde saldría la cúpula de la torre del campanario, llamativo trabajo de cantería. Por supuesto que es mucho más modesta que su homónima del Vaticano pero como no sabemos si algún día la veremos, de momento nos conformamos con la exquisita belleza del conjunto y sobre todo de su campanario obra que demuestra sobradamente la destreza de los canteros del lugar.


San Pedro de Zarzalejo.

     Decimos adiós a la iglesia de San Pedro y nos vamos a la plaza del ayuntamiento, descubrimos que todas las calles que a ella acceden están flanqueadas con talanqueras de granito labradas en tosco perforadas con tres huecos cada una para insertar en ellos los palos para cercarla en tiempos de fiestas y convertirla en plaza de toros ¡Tremendo y formidable trabajo! Vemos otras que claramente se las ve más modernas con los huecos taladrados con perforadora no por ello menos bonitas

Resultado de imagen de Talanqueras de granito
Banco, guarniciones, fachadas, balcón, dintel, solado, talanqueras, algo de granito si que hay.

     Abandonamos la plaza por una calleja que nos lleva a encontrarnos con una plazoleta en la que vemos un olivo en el centro que tiene sus añitos, también decorada con una antigua grúa que en su día estuvo situada en la estación del tren para cargar el granito, este dato y muchos más nos los dio un paisano que sabía bastante bien de lo que hablaba. Obsesionados en la observación de las dos machotas cuando nos asomamos a el mirador del Guijo la sorpresa que nos llevamos es impresionante.



El maquinillo.

     La vista que descubrimos es fascinante. Inmersos en el universo granítico de las pendientes de las Machotas estábamos hechizados de una manera que no nos dejaba ver más allá. Nos asomamos al balcón del mirador del Guijo que nos muestra la espléndida belleza de la meseta que tiene Zarzalejo a sus pies, prunus floreciendo en los primeros días de febrero ¡Cómo está el tiempo! En las dehesas comienza a retoñar la hierba, extraordinaria es la sorpresa cuando al fondo, descubrimos recortados en el horizonte nuestra ascensión más peligrosa, la para nosotros inconfundible y bella silueta del cerro de La Almenara y su inseparable compañero el Almojón, aquel "Montón de Trigo" que descubriéramos desde Cueva Valiente con métodos no sabemos si muy fiables vemos que está aproximadamente en línea recta a unos treinta y dos kilómetros, que a posteriori nos costaría dos "safaris" encontrarla y una etapa maravillosa y dura (para nosotros) escalada.


Al fondo la Almenara ¡La Escalada!

Las dehesas.

También descubrimos a nuestros pies un camino que va al sureste, desde aquí tenemos el privilegio de verle en todo su desarrollo y claramente se dirige al barrio de La Estación y Pajares que es nuestro próximo destino. Una vez que hemos disfrutado de sus llamativas y evocadoras vistas y antes de abandonar el mirador nos refrescamos en la fuente de la plaza, el caño es otra exposición de trabajos de cantería, se aprecia la acera solada en granito gris, los muros chapados en piedra de musgo, coronados con unas cobijas primorosamente labradas, la fuente, aunque pequeña es un "tractatus" sobre la cantería. Vemos que está compuesto por chapado, esquinas labradas, pilón, frente de la fuente, cobijas y remates piramidales hechos con piedra aserrada y para rematar el conjunto lo han coronado con un "Manolito" del "Obelix" de Zarzalejo que nos encanta.



Fuente de "El Menhir".

     Una vez mitigada la sed abandonamos el balcón por la derecha, despidiéndonos de los zarzalejeños de arriba y como no podía ser de otra manera por una escalera realizada con peldaños de granito, a su lado hay un llamativo ejemplar de áloe que tiene una "espadas" que si te caes encima te quedas pinchado como un boquerón.




"Gomorresina" adornando la escalera.

     Desembarcamos en el camino y tomamos dirección este, senda cómoda en ligero descenso jalonado con bellos ejemplares de prunus en flor que nos llaman la atención además de por su belleza por las fechas de su temprana floración, vamos dejando atrás también alguna fuente.


Nueve de Febrero.



El principio.
   
     El camino nos ha llevado hasta la N-533 por la que llegamos a la estación del tren,  como hemos vivido tantos años "pasándonos el tren por la cocina de  casa" le tenemos cogido mucho cariño al ferrocarril, por este motivo cuando llegamos a la estación nos da la sensación de estar en el comedor de casa. Si al efecto de las emociones sentidas  anteriormente le sumamos que nos llama la carpanta a las puertas del estómago decidimos aprovecharnos que nos hallamos en la sucursal de nuestro merendero particular para  sentarnos en uno de sus bancos mirando al sol que nos abraza amorosamente con sus cálidos rayos. Abrimos los hatillos y por arte de magia aparecen dos maravillosos bocatas que nos calman el apetito, una vez saciados nos entra un sopor del que nos despeja la llegada de un tren con dirección Ávila, casi nos dan ganas de cogerle, pero, aún medio dormidos recordamos que vamos en sentido contrario.

     En marcha, salimos de la estación, cruzamos la carretera y retomamos el GR-10 a la altura en la que se encuentra la fuente de Los Pabellones y cuando llegamos al paraje del Prado del Concejo levantamos la vista mirando al norte y se nos muestra la cantidad ingente de residuos producidos por la extracción de granito de una cantera ¿Alguna de ellas estará colocada en El Escorial? Nos gustaría ver su interior.



Macro cantera.
     
     Siguiendo el camino llegamos a un cruce en el que nos vamos por la izquierda abandonando el GR que continua por la derecha, tomamos la colada del Camino del Chicharrón (Que rico), es curioso ver la cantidad de fuentes y pilones marchitos que se ve claramente que han tenido tiempos mejores, da verdadera pena ver su estado sobre todo teniendo en cuenta que estamos a principios de febrero y es de suponer que en su día las hicieron porque los paisanos verían que brotaba el agua continuamente, poco se podían imaginar que no correría el agua ni en invierno ¡Cómo ha cambiado la vida! Se nos ponen los pelos de punta cuando oímos que cabe la posibilidad  de que España se desertice...



Pilón seco.

Pilón seco y por lo que se ve desde hace tiempo.
    
     Es curioso pero como en la mayoría de etapas nos encontramos con nuestro rucio de costumbre y pensándolo un poco cualquiera que nos vea dirá que nos falta una hora de cocción como mínimo ¿Por qué? Muy fácil cada vez que nos encontramos con un jumento hablamos con él y siempre son curiosas las respuestas que nos dan, bien es verdad que están condicionados por lo que queremos nosotros que respondan, normalmente nos hacen caso porque solemos ofrecerles un chusco de pan y en agradecimiento nos aguantan un rato la perorata por si acaso le cae un mendrugo más, sabida es la inteligencia y sensibilidad de estos animales y este nos lo demuestra en el coloquio que mantenemos con él. Rápidamente nos damos cuenta del buen juicio del animal, lo primero nos corrige diciéndonos que se trata de una hembra que está preñada de un burro que se llama Cañón, (no le preguntamos el motivo del nombre) le preguntamos que de cuanto está a lo que nos contesta que las burras no hacen muchas cuentas porque tienen la particularidad de que su gestación que puede durar desde los once meses a llegar en algunos casos a los dieciocho a lo que habría que sumar el prolongado tiempo del parto que puede ser de muchas horas, después de una animada charla nos despedimos de nuestra nueva amiguita deseándole una buena gestación y mejor parto ¡Adiós! ¡Nos vemos!

Balarrasa.

          Atrás dejamos los prados del Pino, del Rincón, de Cendreras y de los Reyes y llegamos a lo que el famoso Manolo nos dijo en su día que se llamaba La Casa del Ermitaño, enfrente vemos otro cedro, este, que se halla cerca del que viéramos al principio de la etapa y presunto lugar de oración son los dos únicos cedros que hemos visto en toda la etapa y crecen dentro de la misma finca.



Bonito ejemplar de tejo
     
      Llegamos de nuevo al GR-10, pensándolo nos llama mucho la atención el haber ido por la ladera oeste de "La Machotita" y hemos vuelto por la que da al este. Curioso, estudiando el mapa suponemos que está desdoblado teniendo en cuenta que el ramal este se usaría para llevar la piedra de las canteras de Zarzalejo a la construcción del monasterio y por la senda que transita por el oeste la usarían seguramente los trabajadores que les supondría menos kilómetros, por eso nos imaginamos que vendrán los dos reflejados en el mapa como GR-10.

     Nos falta poco para terminar pero  nos encontramos de frente con un viejo árbol atacado por los familiares de nuestras pesadillas "los karkofanos", el tronco está invadido por parásitos que le confieren un aspecto fantasmagórico y al mismo tiempo le produce una deformidad que le impregna de la belleza de lo irregular.
  


"El carcofano"
     
     Hoy estamos "inmunizados" gracias a la vacuna que nos ha supuesto la deliciosa etapa vigente, "vade retro karkofano abyecto". Dejamos atrás al actor de nuestras pesadillas y continuamos para descubrir unas piedras de varios miles de kilos en equilibrio cósmico que colocadas podríamos decir que mágicamente en una posición inverosímil que en caso de necesidad se podría utilizar de refugio.



Cueva con entrada y salida
     
      Dejamos de jugar a las "casitas" y ya finalizando la etapa nos vamos con la idea de ver el árbol catalogado que se encuentra junto a la silla del rey y que nos fuera imposible en una anterior visita en la cual se nos hizo de noche cerrada. Llegamos a él y descubrimos horrorizados que ha sido víctima de una traumática amputación, se nos ponen los pelos de punta, nos llevamos un gran disgusto cuando vemos una de sus ramas principales mutilada dejando su estructura completamente desfigurada, una verdadera pena, nos preguntamos cuántos años tardará en configurarse de nuevo si es que algún día lo consigue.



¡Que dolor! 




    Hoy nos sentamos nosotros sin pagar entrada en la Silla del Rey Felipe II en la que según cuenta la leyenda se sentaba él mismo. Estaba atardeciendo, no cabe duda que la vista desde aquí del monasterio es preciosa, la tranquilidad del lugar nos hace entrar en una especie de  trance hipnótico que nos hizo regresar a los años de la ejecución de las obras (1563-1584). Vemos, (imaginamos) como crecen las obras del monasterio, la basílica y el palacio real, no se ve ninguna edificación en sus alrededores, todo monte, con su guardaespaldas el imponente pico de Abantos, magnifico telón de fondo ¡Como y cuanto ha cambiado la vida! 

     Volvemos a la realidad y nos encontramos acomodados en un sitio tan curioso como privilegiado, viendo el ocaso del sol, disfrutando del sosiego del momento, hacemos balance de la  etapa que hemos disfrutado hoy. Hemos visto por primera vez el pueblo de Zarzalejo, situado en un lugar privilegiado con un frente y una espalda completamente diferentes pero igual de llamativos y bellos,  si a esto le añadimos que la mayoría de las edificaciones son graníticas  llegamos a una conclusión, nos encanta, solo se le puede poner un pero y es a su nombre, Zarzalejo, da la sensación de ser un poco despectivo dada su dilatada e interesante historia que nos cuenta que la primera vez que aparece su nombre es hace siete siglos en el Libro de Montería de Alfonso XI, seguramente sonaría mejor por aquellos entonces.
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"POSFOTODATAS"    

                                                             Resultado de imagen de Escudo de Zarzalejo

               
                                                     Resultado de imagen de Piedra del acueducto de Zarzalejo

                                                                                              
     Posdata

     A la etapa que hemos hecho tenemos que sumar la sorpresa que hemos tenido cuando hemos visto el escudo de nuestro ya querido Zarzalejo, bonito es poco, como no nos va a sorprender si lo primero que vemos reflejado en una mitad del emblema es un tramo de nuestro amado acueducto. Aunque hay datos que ya en la edad del bronce pudo haber algún asentamiento humano que dejo restos de su paso por la zona, su primera aparición en la historia viene dada por el hecho de la colonización por parte de caballeros segovianos, motivo por el cual entraron a formar parte de los sexmos de la comunidad y tierra de Segovia. En la otra mitad podemos ver lo que creíamos un rosal, que en realidad es una zarza arrancada de cuajo, bien es verdad que la zarza es de la familia de las rosáceas, lo que sí que es cierto es que por la zona hay muchas y redunda en beneficio de su nombre, justo debajo están también reflejadas dos montañas que realmente no hay que ser un genio de la geodesia para imaginar que representan las dos atalayas que amparan al pueblo por el norte, las Machotas.


     A la entrada del pueblo hay un "Manolito" que no es de granito de Zarzalejo, es un fragmento del acueducto de Segovia similar al que tenemos en San Rafael y en muchos pueblos más, en su día me comentaba un antiguo sexmero perteneciente al ayuntamiento de El Espinar que fue el impulsor de la donación de esos canales a muchos pueblos de los sexmos, tuvimos una agria discusión, yo era partidario de no haber desmontado  el acueducto y que estuviese lo más completo posible.

     Como repiten los políticos hoy en día, "una vez dicho esto" ¿Que?, pues que pasamos a decir que si podemos volveremos, ha sido un día inolvidable y hemos metido varias etapas en la carpeta de pendiente, a la que hay que sumar la Machota que nos falta, que es precisamente la alta.

     Y para rematar una cariñosa mención de nuestra nueva amiga "Balarrasa" a la que haremos una visita la próxima vez que volvamos.

     Por nuestra parte hemos tenido una larga gestación con este post, realmente ha sido prolongada desde que hiciéramos la etapa aquel ya "añojo" día de fecha 09-02-19, han transcurrido hasta hoy día 25-01-2020 un total de 350 días, en números redondos entre albañiles doce meses, podríamos decir sin temor a equivocarnos que el embarazo tenido sus altibajos, mucho días buenos y algunos, los menos afortunadamente con pseudoalucinaciones producidas por la visión de nuestros espectros, Mr. Hyde, Profesor Moriarty, Lord Voldemort, los Orcos y sobre todo nuestra epidemia más insistente que viene dada por nuestros enemigos acérrimos "los Karkofanos", pero olvidémonos de los malos trances. 

     "Y una vez dicho esto" solo nos resta decir que hemos disfrutado de  lo lindo trascribiendo nuestros recuerdos de aquel estupendo día, haciendo que sea doble el disfrute, eso sí, ha quedado claro que esta etapa ha durado más que.....

El parto de la burra de Zarzalejo

 25-01-20









   









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