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domingo, 4 de marzo de 2018

Las Lagunillas





25-02-18

Los negligentes


     Hace solo dos meses de nuestra visita a la fuente del Esportón para ver su belén y que aprovechando la coyuntura fuésemos a las Lagunillas pasando antes por el collado de su mismo nombre. Asombrados vimos como las charcas estaban secas exceptuando un par de ellas que tenían un poco de agua, por este motivo pensamos volver a verlas con agua. 


     Aparcamos en:

Cogemos los trastos y nos vamos. Llegamos al camino del Ingeniero, a la derecha, rápidamente nos encontramos con la "8ª maravilla del mundo de la naturaleza" que nos tiene sorprendidos y enamorados desde el mismísimo primer día que la vimos. Estamos ante un bonito berrocal surgido ahí desde el principio de los tiempos y a un pino fuerte y vigoroso que la ley de la causalidad universal le hizo nacer en ese  punto, suponemos que hace más de un siglo. Este siguiendo su línea de crecimiento fue a parar a la arista de un bolo de 5.000 kg. y desde ese día la piedra "cabezota" le ha estado molestando cuando le movía el viento. El pino siguió creciendo y creció y creció y la piedra erre que erre, le  hizo una embocadura, éste molesto con el continuo roce empezó a empujar y al mismo tiempo levantar a la dichosa piedra. Aunque el bolo sigue molestando al pino, éste no le va a la zaga en testarudez  y sigue empujando. Muchos años después aquí están, el pino con su "piedra en el riñón" y la roca dura como una ídem. Lo que está claro es que este es un auténtico pino espinariego de la Canaleja, que con constancia y tenacidad ha conseguido levantar verticalmente más de un metro de su posición inicial a la dura y pesada piedra por mentira que parezca ¡Asombroso! ¿Caerá la piedra? o ¿Morirá el pino fruto de dolorosos "cálculos renales"? Sólo tenemos una duda ¿Veremos cómo acaba la tenaz pelea? El pino tiene bien demostrada su robustez pero un siglo sufriendo una "nefrolitiasis" le tiene muy castigado, le vemos como le van saliendo "canas" en su copa, aunque bolo y pino sean paisanos los dos, nosotros nos decantamos por el pino, tantos años empujando incansablemente contra la adversidad causa veneración, árbol singular donde los haya.

Visión del conjunto.

Detalle de la "urolitiasis"del pino.

     Nos vamos que solo llevamos doscientos metros y nos queda mucho camino, pronto vemos un adelanto de lo que se nos va a venir encima, un proyecto de arroyo que no tiene ni nombre pero hoy tiene agua y además hielo.

Oído, guardar para el verano.
      Ya nos queda poco del camino del Ingeniero, otros doscientos metros y aquí a la izquierda nos cogemos el llamado por nosotros camino del "burro viejo". Nada más empezar nos da una sorpresa ¡Cuidado donde se pisa!

Placa de hielo.

     A este camino le llamamos así porque un primer tramo que llega aproximadamente a la misma cota del chozo de los Arteseros tiene una fuerte pendiente que salva zigzagueando. Llegamos a esta altura y nos damos la vuelta como siempre para ver una ilusión y una bola.

En primer término el Cerro de Matabueyes y al fondo la Bola del Mundo.

Proyecto.

     Ahora comenzamos el segundo trecho, éste más tranquilo nos lleva primero hasta una antigua fuente, la conocimos funcionando, pero hace un tiempo que fue destruida por algún inquisidor suponemos. A estas alturas ya nos hemos dado cuenta de la primera negligencia, muy grande teniendo en cuenta que desayunando lo hemos comentado, ¡Tenemos que coger las gorras!  Pues no, nos las hemos dejado ¡Cabeza traidora...! Subimos todo el camino con el sol de frente y entre pinos pasan los rayos del sol dejándote ciego intermitentemente. Tenemos que descansar los ojos, damos media vuelta para dar un vistazo a nuestra espalda.

Antigua fuente de Lavacoñitos.

Los Peñoncillos
     Continuamos con el tercer tramo del camino y aquí lo primero que nos encontramos es la puerta de la frontera de Peguerinos abierta de par en par, pasamos y le atamos una cuerda, aunque no creemos que haya ahora ganado, el servicio aduanero hoy y aquí brilla por su ausencia, bien es verdad que por las huellas que vemos delante de nosotros solo ha pasado un caminante, dos motos y más extraño aún, dos bicicletas que pueden circular gracias a que la nieve está helada, de cualquier manera no deja de ser una temeridad. Seguimos y llegamos al cruce con el camino de Gargantilla a la  misma altura que sale la senda que lleva a la fuente baja de Bellver, nosotros nos vamos a la derecha y subiremos con cada vez más nieve hasta la fuente alta de Bellver.

No tiene hielo.
     Lo lógico sería que nos fuésemos hacia el sureste al Collado Gargantilla, pero dado que hoy no hay caminos, vamos a optar por irnos por el suroeste a encontrarnos con el camino del Saúco. Llegamos pronto a él y nos vamos al oeste, vemos con agrado que ha pasado más gente por aquí, se ven algunas huellas sobre las que pisamos nosotros también. Nos encontramos la fuente de "Benitin" con un chorro de agua considerable, nos viene de perillas, curiosamente hoy nos hemos bebido todo el agua que traíamos, otros días tenemos para la etapa entera ¿Dará sed la nieve? Será por asociación de ideas, montones de sal, montones de nieve... Vale, cogemos agua y nos vamos. Da gusto como corre el agua en esta fuente, lo mismo da que sea en verano que en invierno y es curioso por lo alta que está, solo hay una diferencia de nivel de ochenta y cinco metros de la fuente al punto más alto que está a su espalda, milagros acuíferos de la naturaleza.


Fuente de Fernando Benito.
      ¡Sigamos! Estamos en la semi planicie y cuando el sol da en los claros entre pinos nos damos cuenta de la segunda negligencia, no hemos cogido las gafas de sol que en anteriores etapas de nieve lo comentamos. Al mismo tiempo que nos ciega el sol calienta la nieve con la contrapartida de ablandar la nieve, lo cual nos produce una cojera intermitente, vas tranquilamente y de repente te desaparece el pie. Llegamos al último cambio de rasante antes de llegar al primer objetivo del día, en cuanto le superamos vemos a lo lejos el claro de las Lagunillas, bajamos y antes de llegar al área despejado vamos viendo alguna, unos metros más y estamos ante un cuadro pintado por la naturaleza, nos daremos una vuelta para verlo y disfrutarlo. En estas estamos cuando vemos a una persona que viene del collado, se acerca hacia nosotros que estamos al lado contrario de una de las charcas grandes, charlamos un rato con ella, una valiente mujer viguesa y majariega, viguesa de nacimiento y actualmente viviendo en Majadahonda. Nos comenta que ha subido no sabe muy bien por donde, lo que sabe es que han sido unos tramos muy duros, verticales y con hielo, que se ha tenido que poner los crampones. Después de charlar un rato le pedimos un favor, que nos haga una foto, por supuesto nos responde que sí, dicho y hecho.                  


Y aquí estamos.
     En honor a la verdad, en la foto no sale el comando completo porque hoy nos acompaña Morrosko, como estaba jugando con su nuevo juguete no se podía contar con él. Nos despedimos, nosotros seguimos con la visita y ella se va, no por el camino que hemos venido, se va dirección a El Chuvieco, nos encanta, como es de Vigo se va por donde quiere ¡Adiós! Seguimos con la visita, la planicie libre de pinos y expuesta al sol estos días pasados le ha derretido gran parte de la nieve caída, pero hoy no ha podido con la helada que ha dejado a las Lagunillas  con una gruesa capa de hielo capaz de soportar nuestro peso, verdaderamente digno de ver, mucho más bonito que la última vez que estuvimos.


Arroyo con final en embalse de Cañada Mojada.

Mudito di Peñota a lo lejos.

Y cerca, al fondo se va nuestra nueva amiga.

Andando sobre el hielo.
     Una vez vistas las condiciones en las que se hallan las Lagunillas, todas congeladas nos damos cuenta de nuestra tercera negligencia, no hemos cogido los patines para hacer unos bucles picados y unos flip, una pena. Antes de abandonar el paraje de las Lagunillas levantamos la vista, pasamos del suelo al claro cielo del día de hoy, vemos al este asomando por encima de los pinos, a la derecha las Navas del Toril y a la izquierda Cueva Valiente coronada por una frágil luna, el conjunto es idílico.

Están alineados los astros.

      ¡En marcha! Vamos a buscar el comedor, rápidamente encontramos el ideal, dos tocones separados lo justo y cortados a la altura de taburete, hoy vamos a disfrutar por primera vez de un bocata mixto, la prueba ha sido un éxito, delicioso, repetiremos, una pena pero se ha acabado, nos vamos de nuevo a la frontera de Peguerinos pero ahora toca por el precioso Collado de las Lagunas,

Vemos la frontera al fondo.

     La gente que pasa por esta frontera no pasa contrabando, tampoco hay vigilancia. Nada más cruzarla al este, nos vamos paralelos a la alambrada que separa el término de Peguerinos de el Espinar, ahora vamos por tierras espinariegas, por aquí hay una nevada tremenda, parece mentira lo cerca que están los Goyatos y lo que nos ha costado llegar. Cuarta negligencia, hoy no traemos raquetas, mucha nieve y en los claros donde ha dado el sol, a estas horas según vamos andando cuando llegamos a un blandón nos hundimos hasta sesenta centímetros, tremenda cojera intermitente, ahora me hundo, ahora no ¡Increíble! Vemos en la nieve virgen las huellas de los crampones de nuestra amiga de Majadahonda, cuando ha pasado ella la nieve estaba más dura que ahora, hay que sumarle su escaso peso. A nosotros continuar el camino nos cuesta muchísimo y nos damos cuenta de la quinta gran negligencia, no hemos cogido las polainas, si diesen un premio a los negligentes estaríamos en el "top ten". Al hundirse los pies se nos suben los pantalones y al subir el pie, la bota se nos llena de nieve, que listos ¡Ojo! ¡Sorpresa! Vemos a nuestra izquierda lo que parece otro mundo, ciento setenta metros menos de cota nos separan, a eso le sumamos el "cariño" que le da el sol a esa ladera totalmente expuesta al sur, no obstante no se ha hecho con toda la nieve, le quedan unos neveros de "nata" en su cima.

El cerro del Caloco
      Esta postal nunca vista por nosotros nos ha cautivado. La visión de la colina y las Cercas del cristo a sus pies, nos ha hipnotizado, vemos la panorámica discontinua a causa de los pinos. Automáticamente metemos en la carpeta de pendiente el volver a este punto. Tenemos que volver a nuestra recién adquirida cojera, nieve dura cuando te confías, ¡hiepaaaa!, el pie se nos hunde al semisótano a unos y al sótano a otros, para calcular la profundidad del hundimiento es muy fácil, solo tenemos que aplicar la variante del teorema de Pitágoras, sólo hay que sumar los kilos del cateto a la altura de la nieve y hacer la raíz cuadrada ¡Caramba! Nos encontramos de nuevo las huellas recientes  de los crampones de nuestra amiga, traen la dirección del chozo, esta fuerte pendiente sería la que nos comentaba. Con estas reflexiones y el cálculo de las operaciones anteriores en la cabeza llegamos a los altos de Los Arteseros, terrenos ignotos para nosotros, buscamos y rápidamente encontramos al segundo de nuestros objetivos del día, el mojón de los Arteseros. Ha costado, pero el placer de encontrarle bien vale el esfuerzo, recogemos el testimonio de nuestra estancia.


Mojón de los Arteseros. 

     Y ahora  a pensar, teníamos un tercer objetivo en mente, buscar la fuente del Pino, desconocida por nosotros, creemos que está cerca, pero el cansancio, la hora y lo que nos queda por hacer nos aconseja que nos tenemos que ir. Volvemos a la renquera, afortunadamente nos dura poco, pero es peor el remedio que la enfermedad, ¡Con la pared vertical de hielo nos hemos topado amigo Sancho! Poco podíamos imaginar la razón que tenía la viguesa cuando nos comentaba: 
-He tenido que ponerme los crampones para subir una fuerte pendiente que para colmo estaba helada-. Como vamos a imaginar que el azar nos traería a esta auténtica vertical (Ver gráfica de Wikiloc) con el agravante de que pinos y orientación no le han permitido el paso a los rayos solares, motivo por el cual ahora nos encontramos en una auténtica pista de patinaje vertical. Ahora caemos en nuestra sexta negligencia, no hemos traído los crampones, en nuestra defensa diremos que gracias a nuestra desconocimiento pensábamos que solo se usaban en alta montaña, motivo este que nos hace jugarnos, no sé si se puede decir la vida, pero cuando menos ha sido una temeridad. Con algún descenso de "esquí cross" incontrolado, con "sustitos" incluidos, resbalando incontroladamente sin saber cómo vas a parar, que como es lógico ha sido contra un pino "salvador". Afortunadamente como el descenso es corto el susto es corto, que se nos pasa cuando llegamos a la puerta por la que entramos a Peguerinos esta mañana ¡Salvados! Ya estamos en nuestro querido camino del "burro viejo" ¡A disfrutar! Lo primero, enfrente Cueva Valiente bonita e impresionante recibiendo los últimos rayos de sol del día y dando la impresión de tener poca nieve, pero ahí arriba seguro que hay muchos camiones de nieve.

Hemos ocultado la cueva.
     Continuamos bajando el camino y rebajando la tensión del peligroso descenso, cuando vemos la medicina ideal para curar ese mal, una espectacular vista de la "integral".

Falta nuestra Peñota.
     Relajante, la visión de parte la Sierra de Guadarrama, la Mujer Muerta,  en el centro del  "escenario" el bonito Montón de Trigo y en su regazo la Garganta, un privilegio poder disfrutar de este panorama. Nos despertamos y continuamos el descenso, llegamos a la parte serpenteante del camino, esquivamos la cascada de hielo, salvamos la trinchera y arribamos al ingeniero, antes de dejarle nos despedimos del "pino puntal" y al norte al coche, de donde sacamos los botellones, cogemos agua en la fuente de PEÑA Morena, se va la luz y nosotros también. 



     P.D.: Es indudable el día ha sido sorprendente, hemos disfrutado muchísimo, por otro lado nos damos cuenta de nuestras deficiencias como montañeros, hoy nos ha quedado patente que tenemos mucho que aprender y antes de decidirnos por una etapa, analizarla pormenorizadamente, en nuestra defensa solo podemos decir que habíamos hablado con algunos supercicutas que nos habían indicado que había poca nieve y caben dos posibilidades, primera, es poca nieve para la cantidad que había cuando ellos subieron y segunda, que es dado que hemos visto poquísimas huellas en el camino, que han sido muy pocos los que han subido y saben a ciencia cierta la nieve que hay. Fuera aparte las múltiples negligencias que hemos cometido, a la que hay que sumar la negligencia póstuma, mirando el mapa nos hemos dado cuenta que si antes de bajar la vertical helada nos hubiésemos ido al sur habríamos llegado fácilmente al Collado Gargantilla.

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4 comentarios:

  1. Preciosa ruta la que habéis hecho y contada por ti parece que uno la está viviendo. Me acuerdo lo del árbol y la piedra del ingeniero porque aquel día fuimos juntos. Y déjate de tanta negligencia que cualquier día para tener que venir a rescatar los a los del 112. Seguro que lo "otro" no se te olvidó

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    1. Siempre que vamos, siempre que vayamos, o que crucemos el camino del Ingeniero nos acordaremos de ese día para nosotros inolvidable, siempre que veamos esa imagen del pino de aquel día imborrable en nuestra mente para nosotros nos acordaremos de él y de vosotros.
      Y por supuesto del bocata y de lo "otro" no nos olvidamos, bueno hay que reconocer que un día nos olvidamos de lo "otro" pero nos dimos la vuelta y lo recogimos, un rato de estos nos vemos.

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  2. Hola!, soy Ana. Me ha encantado tu relato, muy divertido y además fue un encuentro estupendo.

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    1. Muy buenas Ana: Muchas gracias, que decir, lo primero, si la primera confluencia fruto de la ley de la casualidad universal fue sorpresiva, la segunda, una semana después y causa del mismo motivo, fue entrañable, nos dio la sensación de hablar con nuestra familia querida, nos encanto y recordando los dos encuentros disfrutamos mucho del día,como os dijimos, en San Rafael teneis unos amigos incondicionales para lo que os haga falta.
      Por otra parte cuando hablas de José Mª entiendo que te refieres al compañero que os acompañaba el domingo, bien, pues como estuvimos comentando que nuestra meta era visitar el salto de la trucha y él comentó de la posibilidad de venir el fin de semana que viene a verlo, tenemos que decirte para que se lo comentes que el itinerario que le comentamos que haríamos paralelo al nivel del agua contenido por el pantano, le hicimos pero cuando llegamos a la altura del arroyo del Patarro no pudimos pasar y tuvimos que subir de nuevo al camino con muchas dificultades, nos fue imposible cruzarlo, bajaba mucho agua, tuvimos que coger otro camino, comentale que si quiere alguna indicación se ponga en contacto con nosotros y encantados trataremos de comentarle otro camino, por otra parte nos han encantado las fotografías que nos has enviado, felicita al fotógrafo que nos ha retratado tan guapos, nos preguntamos si te importaría si publicamos una de ellas en el próximo post, lo dicho Ana un verdadero placer y seguro que nos veremos por estas sierras nuestras, un saludo cordial del Comando Peñota.

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