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miércoles, 25 de octubre de 2017

Cordel Peñas Zamarriegas 12-10-17




12-10-17

Deambulando

     

     Pensamos en un paraje solitario, principalmente porque que hoy nos acompaña nuestro socio "Morrosko di Peñota", a esto le añadimos que esta etapa la teníamos en la carpeta de pendiente, de ella la sacamos, allí nos vamos y allí aparcamos. 
     
     El sitio es el cordel de Peñas Zamarriegas, su entrada desde la N-603 siempre nos ha llamado la atención, tiene una entrada digamos, un poco intrigante, además creemos que será una zona poco transitada, ¡error!, porque después de coger los "trastos de matar" subimos por un cordel repleto de coches aparcados a diestro y siniestro, caemos en la cuenta, es tiempo de setas, los "micólogos" llevamos un año esperando y estamos ansiosos. Aunque no creo que haya muchos, por lo menos para los torpes, que no las vemos ni tropezando con ellas, un poco más adelante iremos algún día.

     Estábamos subiendo por el cordel que curiosamente tiene el honor de compartir en este tramo el protagonismo con el GR-88, poco dura este matrimonio, porque poco más arriba nos encontramos una bifurcación que los separa, Por la derecha recto sigue el cordel, camino que seguimos nosotros y por la izquierda curiosamente se va el GR-88 dirección a la casa del Robledillo, que posteriormente llegará a la cañada a la misma altura que enlazamos nosotros con ella. Antes de llegar al cruce de caminos tenemos a nuestra izquierda El Robledillo, un encinar precioso, muy bien cuidado y que realmente nos alegra la vista, vemos múltiples encinas, algunas de porte importante y todas con su forma y su "flequillo" perfectamente cortado, solo un pero la deshidratación de terreno, le falta el verdor que lo favorecería mucho.

Dehesa y al fondo Cabeza Gatos con su casa.
     Llegamos a una encrucijada, dada por la cañada Real Soriana, el cordel y el GR-88 que se une en este punto y se aleja de nosotros dirección oeste, hermanado a la cañada. Un momento de reflexión, nuestra idea primigenia era subir de frente por el cordel al Pinar de Gonzalo con dirección al Cerro de la Muela, todo esto pensando en una posterior ascensión a la Pinareja por esta vía, pero..., está claro hoy no va a ser ese día, nos falta entrenamiento, fondo, ganas y nos sobra una arroba recién adoptada, motivos por los que decidimos cambiar de idea y nos vamos a ir por la cañada a la izquierda, otra etapa que teníamos también en la carpeta de pendiente, no nos desagrada porque el panorama es seco pero realmente precioso.

Cañada Real Soriana Occidental dirección este.
    Aunque la marcha es cómoda, el calor es agobiante estando a doce de Octubre, a la izquierda vemos la bonita dehesa del Robledillo y a nuestra derecha las Peñas Zamarriegas, nos encontramos con el mojón del km. treinta y dos, unos cuantos diferentes llevamos vistos.

Mojón del 32.
       Continuamos y nos encontramos una señal que les avisa a los ciclistas que echen pie a tierra, ¿Que nos vamos ha encontrar?, pronto veremos que no es tan fiero el león..., esta pendiente la bajan montados la mayoría de los practicantes del "Cross country" con las últimas innovaciones, tales como los materiales de fabricación aluminio, titanio, carbono, la incorporación de las suspensiones, nos olvidamos de los frenos de llanta y les acoplamos los maravillosos frenos de disco, etc., inventos que les permite a los ciclistas hacer alardes impensables para los que aprendimos con las bicis de ruedas macizas y piñón fijo, por esto pensamos que esta pendiente la bajaran sin apearse de la bicicleta el 95% de los que pasen por aquí.


     Bajamos y llegamos al presunto cauce del arroyo del Cuervo, decimos presunto porque nos le encontramos completamente seco para disgusto de Morrosko que va muerto de sed. Subidita y cuando empezamos a bajar nos encontramos con el mojón del treinta y tres "la edad de Cristo menos un mes".

Mojón del 33.
    Llegamos a la sombra, gloria bendita, a eso le sumamos que un poco más adelante llegamos a un edén, una poza de agua que da ganas de darse un baño, Morrosko no se lo piensa y se tira de cabeza y de paso mata la sed que le tenía muy preocupado según nos "decía". Por nuestra parte no sentamos en el petril del puente sobre el río de la Acebeda que baja con bastante agua dadas las circunstancias y estamos en un paraíso, haciendo memoria, recordamos del último día que estuvimos aquí, tenemos en la retina la misma fotografía con muchísimos carámbanos de hielo colgando de todas las ramas, hoy la temperatura es ideal.  



Morrosko refrescándose.

     La verdad es que el frescor que nos dan la sombra y el agua se agradece, una vez que mata la sed el can, nos acercamos a ver el pantano y como no podía ser de otra manera nos le encontramos bajo mínimos, aunque nos sorprende viendo el aporte del río que como se puede ver en la foto anterior se compone de dos tubos de diez centímetros de diámetro cada uno y si Bernoulli no andaba desencaminado cada tubo vierte con poca presión un caudal de aproximadamente unos 50 m. cúbicos la hora que multiplicado por dos hacen 100 m. cúbicos, más lo que cae por fuera de los tubos, esto nos demuestra la ingente cantidad de agua que gastan los usuarios de este pantano (si nadie nos corrige los cálculos los daremos por buenos).

Bajo mínimos.
     Habrá que bailar la danza de las lluvias mientras que se lo pedimos a San Isidro.


     ..."Damos media vuelta y llegando al aparcamiento que hay al lado de las ruinas del Rancho del Tío Marianín, vemos tomar tierra a un ovni, del cual salen cuatro extraterrestres que nos abducen y nos llevan a Kepler 452b, un exoplaneta de tamaño similar a la Tierra que orbita aproximadamente a la misma distancia alrededor de su estrella Kepler 452, una enana amarilla del tipo G2 muy parecida al sol, situada a 1400 años luz de la Tierra, aunque nuestros amigos los Keplerianos nos llevaron y nos trajeron en un "wis-was".






     Estas fotos que hicimos clandestinamente demuestran que un día no muy lejano hubo ríos por donde corría el agua o algún otro líquido, demostración palpable de que están con la pertinaz sequía como nosotros, después de ser estudiados y ver que no somos los idóneos y además no tenemos arreglo, nos devuelven al mismo sitio del que nos recogieron, al final no nos queda muy claro si ha sido abducción o alucinación..."

     
     Afortunadamente no tenemos jet lag, cosa que nos viene de perillas porque tenemos apetito, motivo por el cual aprovechando las buenas condiciones del lugar damos cuenta del bocata que hoy ha preparado nuestra chef, delicias de pimientos verdes sobre lomo "di porco" sobre cama de pan blanco todo ello cubierto con otra rebanada del mismo pan. Delicatessen de la que disfrutamos lo indecible, ¡riquísimo! Al mismo tiempo disfrutamos  del frescor, parece mentira, mediados de Octubre.

     Llegó el momento, recogemos el campamento y nos vamos, empezamos a subir y de nuevo el mojón treinta y tres, bajamos, ahora en sentido inverso al seco cauce del Cuervo de nuevo y ahora sí que nos damos cuenta de que el cartel esta puesto al reves, hay que apearse de la bici, no para bajar la cuesta si no para subirla, entre el lastre del bocata y el calor nos cuesta un riñón subir la cuesta y una vez que coronamos, dejamos atrás el Pedazo de Paolo y nos damos cuenta de que seguimos "deambulando" porque de nuevo nos topamos con el mojón del 32, llegamos de nuevo al cruce con el cordel de Peñas Zamarriegas, como nos parece pronto cruzamos una talanquera  que nos corta el paso de la cañada y seguimos por ella, vemos una señal indicativa, por cierto muy bonita, tiene un color precioso dándole el sol casi de frente.

No hay pérdida.
      Después de pensar que nos encontrábamos en medio de ningún lugar y cerca de todos los sitios y una vez analizada la señal, nos situamos y decidimos seguir deambulando, ahora dirección oeste hacia Otero, vamos por el nuevo regio matrimonio, entre el recientemente divorciado GR-88 y la Cañada Real Soriana donde nos encontramos con el mojón del 31, ¡Línea!


Mojón 31 con la Majada del Pastuero a su espalda.
     Continuamos y por delante nuestro cruza tan tranquilo un zorro, curiosamente con mucho pelo para el calor que hace y de un color rojizo precioso, en nuestro deambular del día de hoy, abandonamos la cañada y nos vamos por un camino que nos lleva al embalse del Peces, dejamos detrás el encuentro del río Peces con sus afluentes arroyo de las Horneras y el arroyo de la Pedriza que baja desde el Cerro de la Muerte, 
cuando llegamos a la represa la encontramos también muy escasa de agua, se encuentra dentro del Rancho Bayón y su precioso pero seco entorno.

Recula.


Al fondo la mujer muerta.

     La belleza del lugar, la temperatura que ha bajado y el entorno que nos brinda unas vistas preciosas, en primer término, sotobosque, posteriormente los encinares de Las Horneras y Las Pedronas, más arriba las laderas de pinos del Cerro de la Muerte y el Pinar de Gonzalo y al fondo como colofón la Mujer Muerta con La Pinareja como futura meta para el Comando Peñota. Total, un espectáculo con el Sol comenzando su ocaso que ilumina el escenario de una delicada luz, una gozada, sobre todo, porque es capaz de ayudarnos a eliminar unos "ladrillos" de la cabeza. Más ligeros, nos vamos.

Populus.
     ¡Error!, nos hemos acercado demasiado a la guardería de unos terneros que nosotros no habíamos visto, pero sus madres con sus dispositivos de "localización por GPS" naturales,  cuando  ven que nosotros nos acercamos a sus crias salen en tropel a por nosotros !Pies para que os quiero! Afortunadamente las madres se quedan con sus hijos, ¡que tuto! Ya desde el otro lado de la valla miramos con incredulidad que se trata de vacas cruce de limousin, las cuales nunca nos habían dado la sensación de peligro, pero visto lo visto nos hemos dado cuenta de que las vacas limousinas por sus crías ¡Matan!.


     Decidimos no dar la vuelta y vamos a cruzar íntegramente el Rancho Manteca de oeste a este con rumbo al inicio de la etapa de hoy, vamos por un hermoso encinar con pinos y pastos, nos ilumina el sol desde nuestras espaldas dándole al entorno un toque bucólico,  pastoril y poético ¡silencio!, vemos dos corcitas que nos están mirando fijamente, se creen que no les hemos visto, observamos que su pelaje es más oscuro de los que vemos por nuestro pinares, nos sentamos a mirarlas, parece mentira, más de veinte minutos mirándonos fijamente y nosotros a ellas, nos tenemos que levantar y en ese momento se van.

Hay que agudizar la vista, pero ahí están.
     Inmejorable epílogo, ha sido un dulce premio al día de hoy, con este ligero regusto dulce vamos cruzando por el paraje de la Zarzuela y llegamos al punto de partida.

     
P.D.: Algo de lastre se ha quedado por el camino. 

         A la postre deambulando toda la etapa hemos dado con bellos secretos. 
              
         Podríamos decir que hoy ha sido un día "allegro sostenuto" musicalmente hablando.
     
         Como la felicidad completa no existe, cuando llegamos al coche caemos en la cuenta de que hemos recibido un impacto en la aleta trasera, no nos dejan los datos,¡pero! le han pillado los GEOS y punto.



     
     
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