24-01-16
Casa las Yeguas
Estamos en Enero y con el tiempo que hace lo mejor un paseíto.
Retomando el camino de la Talanquera después del paseo corto del sábado, nos dirigimos a la puerta roja desde donde empezamos a subir por Gansapajaras con unas vistas preciosas, incluidos unos prados que como diría mi compañera del Comando Peñota " los han pasado el aspirador" de limpios que están, continuamos subiendo y después de corregir el rumbo, llegamos de nuevo al camino deseado, un poco antes de la curva sobre el arroyo de la Chorlera que gracias a la sombra nos permite ver su belleza, reanudamos el camino con el inconveniente del sol de cara, una subida asombrosa por la cantidad ingente de pilones que hay repartidos a diestro y siniestro, parece mentira que pueda salir tanto agua, llegamos al cruce del camino de Peguerinos con la vereda de los Serrano, donde un cartel nos indica el mirador de aves rapaces de Casa de las Yeguas que es donde pretendemos llegar, un poco más adelante, sorpresa nos encontramos con nuestras amigas las Crocus Nevadensis y curiosidades de la naturaleza, están aproximadamente a la misma cota que nos las encontramos el Domingo pasado en el Cristo.
Llegamos, varias sorpresas, el mirador cerrado, bueno le vemos desde fuera, un bonito recinto vallado con mesas y juegos para niños que no te lo esperas y menos aquí arriba, pero de nuevo, lo mejor las vistas incluido el Campo Azalvaro gran pradera que parece una tarta gigante para los rumiantes y de premio descubrimos el mojón de Valdelovillos otro más.
Hora de reponer fuerzas con unas barritas energéticas sentados en nuestra mesa con unas vistas inmejorables.
Nos ponemos en marcha de nuevo y como vemos lo que parece otro mirador hacia él nos dirigimos, vamos campo a través bajando por una pendiente leve hasta Prados de la Albarrana desde allí se ve estupendamente el famoso campo de golf de Cañadas Hondas y donde se sitúa lo que creíamos otro mirador.
Una vez allí la ley de la casualidad universal nos es favorable, se presenta un componente del colectivo Azalvaro, que por lo visto se encargan de la gestión de la alimentación de las rapaces, visitas, etc.
Tenemos una charla agradable é instructiva con el.
Tomamos el camino de vuelta a nivel hasta llegar de nuevo al camino de Peguerinos por el cual descendemos parando al poco al descubrir un árbol singular hermoso que queda por encima de un pilón a la altura de un encerradero que no sabemos la especie que es, (carpeta de pendiente).
Seguimos bajando y poco después de pasar el arroyo cogemos a la derecha dirección al mirador del cerro Boyal, desde donde divisamos unas bonitas vistas, cogemos enseguida la vereda de Guijo disfrutando de los parajes de la Grajera, las Capellanias donde vemos un pino excelente, Cañadas del Rojo y el Guijo donde cogemos de nuevo la vereda de la Talanquera y al coche.
P. D. ¡Viva el senderismo! Y por cierto si hacemos un portillo para pasar alguna valla lo levantamos.
Y eso es todo amigos, bueno por hoy.
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