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sábado, 19 de diciembre de 2020

3ª Camino de San Frutos del Comando Peñota

 



 


"3ª mini-etapita"

Tizneros-Basardilla-Santo Domingo de Pirón


       Hoy aparcamos en la Plaza Mayor de Santo Domingo de Pirón, casualmente coincidimos con la concentración motera de "Los Ángeles del Pirón".  


Parquin motero

        ¡Estupenda idea! Las madres se ahorran venir cargadas y los hijos vienen pensando en el universo juguetes, al parque móvil hay que sumarle un pequeño arenero repleto de "herramientas" que harán las delicias de los más peques, la plaza cuenta también con columpios, toboganes, caballitos, etc.
    


"Planta de  tratamiento de áridos".


        
         Como no podía ser de otra manera también hay una "Casa de los Horrores".


Momius Galacticus.


       Dejamos la concentración y el Parque Temático y mientras esperamos disfrutamos de la deliciosa mañana y de la sencilla y cuidada plaza compuesta además del susodicho parque por una veintena de diferentes árboles de bonita poda, bancos,  mesa, las necesarias farolas para el disfrute nocturno y una lujosa marquesina de reciente construcción a dos caras donde cogeremos el bus.


Plaza Mayor.

       
Luminosa y acogedora Marquesina de Santo Domingo de Pirón.



        Pensábamos encontrarnos con el microbús y la simpática conductora de la semana pasada y nos aparece un "macrobús" con conductor, pronto caemos en la cuenta que no sería un buen monologuista pero si un gran "monosilabista" a lo que habría que añadirle su gran pericia pilotando. Sentados en primera fila asistimos a una clase magistral de conducción, el camino tiene algunos puntos conflictivos amenizados con unas estrecheces en los que a los "apéndices retrovisores" no les sobran ni diez centímetros por cada lado y los sortea estupendamente, a estos inconvenientes hay que sumar alguna "curva borriquera" que pasó hierático, sin inmutarse, una auténtica "master class" de conducción. Llegamos en un visto y no visto al final del viaje en bus y que coincide con el principio de nuestra etapa.

La guapa "marquesita"... de Tizneros.


      Y arrancamos. De nuevo nos encontramos con la pequeña iglesia de San Juan Degollado que dejamos atrás y antes de salir del pueblo nos encontramos una obra de arte realizada al alimón entre un cantero que ha horadado un mogote de granito y un herrero que ha hecho una argolla con un piquete para atar los rocinantes.


Amarradero.


        Salimos y vemos una torre que cuando llegamos a su altura suponemos que sería el antiguo depósito de agua que se cuida mucho y guarda la línea.


¿Palomar?


        Paralelamente al título del libro del admirado Delibes "La sombra del ciprés es alargada" vemos que en Tizneros "La sombra del depósito de agua es muy alargada", no es un deposito al uso, suponemos que al contar con pocos habitantes con un pequeño deposito tendrían bastante, esbelto y rematado por lo que parece un mirador nos deja con las ganas de visitarle pero nos lo impide que está la puerta cerrada.

        Intentamos dejar atrás y lo conseguimos al pueblo por un bonito camino verde, cruzamos la Cacera de San Medel, sobre está leemos un post apasionante, entre otros muchos datos nos dice que regaba los cultivos de lino traído a Segovia por los romanos y reconocido en su día como de los mejores de Europa. Verdaderamente llamativa es la fecha de su reunión anual que es ni más ni menos que "el día de Cuasimodo" del que no sabía de su existencia el Comando y que pone literal que se celebra "El domingo de Cuasimodo” (segundo domingo de Pascua de Resurrección) ¡es una locura! ¡Una cosa lleva a otra! No podemos parar sin decir que Cuasimodo proviene textual "primeras palabras del introito del segundo domingo de Pascua, quasi modo géniti infantes" aquí tenemos que poner el punto final a este apartado.

      Este camino verde empieza a ser una caja de sorpresas, no hemos salido de una cuando nos encontramos con otra, tenemos que cruzar el arroyo Polendos apellido de varios pueblos conocidos alguno por sus "huevos con kaskotes", no viene muy caudaloso, le vadeamos fácilmente. 


El humilde Polendos.


        Pasado el paraje de Peña Golondrina rebasamos una nueva cacera, ésta llamada del Cuarto porque repartía la cuarta parte del caudal a varias poblaciones como Aldehuela, Brieva, etc. Descubrimos un prado en el que pastan unas vacas de una raza desconocida para nosotros, buscando descubrimos la raza cachena que como es gallega podría ser. Cruzamos el Cerro Pajarillo y llegamos a la SG-P-2222 donde nos encontramos una nueva marquesina ésta vez a las afueras de Basardilla que aunque es nueva le han engalanado con una joya, un precioso cartel antiguo, pensamos que puede tener más de medio siglo, una pena verle atacado por personas indecentes que acabaran con su belleza.


La Rápida S.L.

Marquesina de Basardilla.


        Enfrente de la parada sale la SG-V-2362 que nos lleva al pueblo que se halla a quinientos metros, antes de entrar a la derecha está el campo de futbol que se le ve que lleva tiempo  sin uso, preguntamos a un ex-directivo del Recreativo que nos dice que nunca han jugado en su contra, nos dirigimos a la iglesia, pequeña, sencilla, románica con una torre cuadrangular de mampostería.


Puerta principal en la cara sur.


       Le damos una vuelta en la que coincidimos con el sacristán tiene la llave y vive al lado, descubrimos la doble ábside, la central con una ventana preciosa.


Ventana abocinada


          En el paseo nos encontramos repetidamente con una particularidad que nos encanta, aprovechan piedras naturales del terreno que las han dejado encastradas en vallas y muros de las casas, detalle que embellece al pueblo aún más si cabe.


Piedra de plastón.


        A lo que le suman..... Más piedra ¡Que mesa! Ya pueden estar tranquilos que no se la roban.


Mesa de rueda de molino.


         Nos encontramos un pajar abierto con el suelo recién hormigonado que nos muestra una "radiografía del esqueleto estructural", una tremenda viga de más de doce metros y media docena de "encorvados" pilares que mantienen a nueve o diez metros la cubierta formada por pares, correas, viga cumbrera, ripia y teja en perfecto estado un siglo después de su construcción, una verdadera obra de arte, hecha por auténticos artistas y con los medios de antiguamente.




        Según salimos del pueblo con lo que gracias a la explicación de la alcaldesa de Espirdo sabemos que es una fuente característica de los pueblos de la zona.


Fuente de El Calvario.


        Seguimos por El Lavadero y antes de llegar al sitio de Navavidrial tomamos un camino a la izquierda, cruzamos al humilde arroyo del Quemado. El camino nos indica la dirección de la ermita de la que estamos enamorados aunque en la foto no se aprecie.


Al fondo la ermita de Santa Rosa en el pueblo de La cuesta.


             Acompañamos al afluente en su descenso hasta su arribada al  río Pirón donde deposita su escaso caudal.    


Poco caudal baja por El Pirón.


        Le cruzamos y nos hermanamos a él hacia el norte donde rápidamente nos encontramos la carretera por la que tenemos que ir un pequeño trecho hasta...




        A la entrada nos encontramos una cruz de piedra de granito con un cristo barroco y la tablilla del acrónimo I.N.R.I. cincelados.


"O cruceiro"


         Desde aquí vemos la iglesia del siglo XII y su magnífica espadaña de dos vanos para sus campanas y sus canes, detalle que es imposible obviar dado su tremendo tamaño ¡Preciosos además de llamativos!


Una verdadera alhaja


        Camino de la plaza Mayor pasamos por el ayuntamiento que nos encontramos cerrado como todos los demás que nos estamos encontrando, hay que tener en cuenta que es sábado, esto nos conlleva tener La Pajarera impoluta. Después de que se acercasen Fer y Edu a recogerlas en Segovia y nos las regalasen seguramente que no podremos sellarla ni una vez teniendo en cuenta que siempre la estamos haciendo en sábado. Resignación y llegamos a la meta, ya preparamos la próxima.  


  


























lunes, 7 de diciembre de 2020

2ª Camino de San Frutos del Comando Peñota


 Andanzas segovianas del Comando Peñota

variante

 Camino de San Frutos 

"2ª mini-etapita"

La Lastrilla-Espirdo-Tizneros


      Hoy de nuevo aparcamos en Espirdo, en la calle Real cerca del ayuntamiento y para hacer la etapa de hoy nos ayudaremos de "la logística". Después de estudiar el tema vemos que hay un autobús que parte de Santo Domingo de Pirón, pasa por aquí, nos llevara a Tizneros y luego a Segovia, y de allí iremos en el mismo microbús a La Lastrilla. Conducidos por una encantadora joven, buena conversadora y mejor conductora que nos ha llevado por una ruta con muchos ringorrangos pero muy romántica. Entre otras muchas cosas nos indica la parada final más beneficiosa para nuestros propósitos,  que no es otra que la situada enfrente de Cárnicas Valverde, nos despedimos de ella diciendo que nos volveremos a ver.


       "Comenzons" (dicho en el francés de Tip y Coll) bajamos por la calle Camino de Valseca (vía que se utilizaba antiguamente para ir a por sus ricos garbanzos) dicha calle termina o empieza según como se mire en la calle del Camino de Zamarramala que ya pisamos en la anterior visita y que nos lleva de nuevo a la iglesia de la que representamos el ultimo día su entrada principal, hoy mostraremos la fachada sur.


Pronto han puesto la estrella.

            Hacemos un "recodo del fraile" y llegamos a una rotonda situada justo enfrente de donde nos dejo nuestra conductora favorita y desde aquí tomamos el camino de San Frutos dirigiéndonos al norte, pasamos por la puerta del cementerio y antes de dejar el extrarradio del pueblo nos despide un conocido para el que tenemos algún deseo que le pedimos y que directamente nos niega porque sabe que nosotros somos más de Reyes Magos.

Ahí te quedas


      Se queda tranquilamente esperando a Paco Pepe, nosotros continuamos, cruzamos Los Losares y nos encontramos con la vía de servicio donde dos mojones nos indican por duplicado la dirección a seguir.




Redundancia segoviana.

      Millones de cardos corredores (nombre que nos enseñó el maestro hace unos días) han visto  paradas en seco sus excursiones atrapados en la "red" que salvaguarda la seguridad de la SG-20, unos metros en la trayectoria que nos ordena el doble mojón y que nos acerca a un puente que cruzaremos, pero antes vemos la cartelera de la "película" que ponen hoy en "el cine del puente de Los Losares" y que se titula "La mujer muerta"

En cinemascope.
                                
                 

      Salimos del cine, perdón del puente y como en la vida misma tenemos que "levantarnos"  lastrados por los múltiples problemas que se nos yuxtaponen al cerebro. Decíamos levantarnos y continuar, eso es lo que tenemos que hacer. En estas estamos cuando nos damos cuenta que vamos por el camino equivocado, damos marcha atrás, volvemos al camino correcto y llegamos al cruce que debemos tomar. Nos tenemos que esperar, estamos en hora punta, está el camino abarrotado, tenemos que dejar que pase la caravana, mientras hablamos con el rabadán que nos comenta la cantidad de hembras, perros, corderos, machos que son dos, de los cuales de ellos capado, menuda bestia el otro ¡un fiera! Pasan rápida y ordenadamente supervisadas por una cuadrilla de perros bien adiestrados y el ojo matemático del "Profe" que como todos los pastores además son geógrafos, filósofos, y unos hombres del tiempo inmejorables, nos indica que vamos por buen camino y nos despedimos.

     El que adivine el número de ovejas que tienen a su cargo entre el pastor y el macho se ganara un café o un chocolate y al que adivine el nombre del macho castrado ganara un bocata de mortadela y el que adivine el del macho entero se gana bocata de calamares.

       El pastor nos enseña una sencilla fórmula para adivinar la cantidad exacta de ovejas,

                                        N = número de patas / 4 



                                                              

¿Cuantas hay?

Ya por el camino correcto llegamos al paraje de Los Almajanos, donde vemos a la izquierda el vértice geodésico nº 48329 situado en el cerrillo de La Cabrilla que está a 1095 m. Llegamos a un  cambio de rasante que al asomarnos a él nos muestra el pueblo, bajamos hasta la ribera de arroyo de San Medel donde enlazamos como no podía ser de otra manera con... el camino de Bernuy, doscientos metros y conectamos con la nacional que nos acerca en menos que canta un gallo al pueblo donde nos acercamos a “La Despensa de Espirdo” a comprar una barra de pan y dos refrescos con los que mitigamos la sed en el banco de enfrente. A continuación nos vamos por la Calle Heras preguntándonos cuál será el gentilicio de los habitantes de Espirdo, nos aventuramos con varias posibilidades, todas igual de vistosas, espirdonianos, espirdones… Salimos del pueblo por el camino del mismo nombre de la calle y nos damos cuenta de que vamos errados ¡media vuelta! Otra vez a nuestras reflexiones, espirdos, espirdenses… Llegamos a pensar que como son descendientes de los primeros pobladores que venían de Calahorra que si podría ser que se les dijese calagurritanos de Espirdo. Bueno, ¡estamos tontos! ¡Nos hemos vuelto a equivocar! Hemos vuelto a salir del pueblo esta vez por el Camino En medio. Marcha atrás para coger la calle Centenera hasta el cruce donde nos encontramos de frente calle Camino Mingorrero, la Calle Real a la izquierda y nosotros nos vamos por la derecha para ahora sí dirigirnos nuestro objetivo a la carrerilla. 

      Vamos por una estupenda acera que nos permite disfrutar de un maravilloso paseo, de las bonanzas del día y de las llanuras segovianas. Sorpresivamente aparece una pequeña charca natural con una  serena  belleza, como la música nos ocasiona paz espiritual. La visión del estanque en completa calma te paraliza la lengua temporalmente, pero por el contrario nuestras cabezas sobrevuela como una libre libélula por encima de ese espejo acuífero al tiempo que nos vemos reflejados en él. Tras el corto y agradable vuelo ponemos de nuevo los pies en el suelo momento en el que comenzamos a "masticar" la calma que estimula al hipotálamo que descarga endorfinas inundándonos de paz, liberación mental y armonía, cosa que agradecemos infinitamente pues buena falta nos hace.



Espejo de paz.

      Como no podía ser de otra manera nos vamos tranquilamente, pero tenemos que volver a lo nuestro y en un tres por cuatro llegamos a Tizneros, nos acercamos al complejo formado por el polideportivo, el gimnasio exterior, la iglesia y nuestro comedor, todo un lujo que nos permite disfrutar de nuestro ágape, un vez hemos dado cuenta de él nos acercamos a la pequeña iglesia barroca de San Juan Bautista con una bonita espadaña de tres ojos realizada con ladrillo, una sacristía adosada al costado del templo adornada con algunas obras de arte.


Parroquia de Tizneros.


      Nos encontramos un par  de detalles de auténtica construcción rural, una "puerta cubista", parcheada por un virtuoso, a su lado vemos lo que podríamos denominar de resto arqueológico, pensamos que es una especie de celemín gigante que no sabríamos decir su utilidad pero si alabar su belleza, es un precioso cajón gigante realizado en una pieza de un gran tronco, un laborioso trabajo, es una pena que se le acabe la vida, merecería ponerle a buen recaudo.



¿Celemín de 100 litros?





Puerta diseñada por Picasso.



      Dejamos atrás la iglesia y nos vamos a dar un garbeo por el pueblo. La tranquilidad es infinita, la pequeñez del pueblo y la situación actual deja huérfano el lugar. Silencio, no se mueve ni el viento. Buscando la fuente encontramos un típico  rincón decorado anárquicamente pero de gran belleza y que vemos a menudo por los pueblos de esta zona.

Ahí queda un hueco para otra piedra.



      Continuando con el rodeo nos damos cuenta de que hay vida, mantenemos una agradable charla con un triunvirato formado por madre, hijo y nieta simpáticos, dicharacheros y  a los que seguramente volveremos a ver, nos despedimos e iniciamos la vuelta llegando de nuevo a La Charca donde nos encontramos a varios residentes disfrutando de todo lo que comentamos anteriormente. Nos encontramos lo que creemos porrones y fochas.

Ondulando el agua





Espejo, el retorno


      Desandamos la acera pero antes de terminar vemos un banco de los muchos que nos encontramos sin salir de nuestra provincia y que tenemos comprobado que te muestran las bellezas segovianas y sus maravillas, hoy nos toca disfrutar del asiento que además de regalarnos la posibilidad del descanso tiene una sorpresa guardada, el postre, un observatorio astrofísico que nos va a permitir disfrutar una puesta de sol  "Espirdoniana", una maravillosa forma de rematar la etapa del día de hoy.

Caso único, un Sol eclipsa a otro Sol.



      Abandonamos la posición del loto que nos ha dejado cansados del exceso de relajación y nos dirigimos directos al "carrimoto" al que llegamos rápidamente. Es llamativo ver los pueblos en estado de semi abandono, ¿Cuándo acabara esta Maldición? Si empezábamos aparcando en Espirdo terminamos desaparcando del mismo, pero volveremos,

¿A donde?

A






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martes, 1 de diciembre de 2020

1ª Trilogía de los tres cerditos

 


Trilogía de los Tres cerditos

1ª Cerro del Puerco de la Pradera de Navalhorno


      Extraemos de la “carpeta de pendiente” está trilogía que "casualmente" vamos a dividir en tres etapas, a saber, 1ª Cerro del Puerco de Valsaín, 2ª Cerro del Puerco situado en la falda de Majada Pielera en la Sierra del Quintanar y la 3ª etapa que a su vez la subdividiremos en una nueva "triloxía" compuesta  por una visita a "O Porco do Porriño", la asistencia y deleite de "A Festa do Porco de Budiño" y para rebajar a festa hacernos la espectacular etapa de "O Fuciño do Porco" una bella etapa que sería un buen final ¡nos encanta esta "sub-trilogía” embutida en otra trilogía!

       Empezamos el día ordenadamente y de orden en La Pradera saben un montón, prueba de ello es que tomamos por la izquierda la calle Primera que con mucho orden y concierto desemboca en la calle Segunda que tomamos a la derecha donde aparcaremos. Cogemos los cachivaches y nos vamos por un camino que nos lleva hasta la cacera del arroyo de Peñalara a la que acompañaremos durante el tramo que discurre por La Pinochera. “El pinar encantado de los troles” siempre nos llaman la atención los robles intercalados entre los pinos, suponemos que tendrá su motivo, hay que preguntar a los supercicutas, lo que nos queda claro es que le abonan abundantemente al tiempo que le embellecen dándole un aire misterioso con sus irregulares formas dadas en gran parte por las numerosas y exuberantes protuberancias.

Gemelos monocigóticos.

Gemelos idénticos.

      Nos separamos de la cacera para tomar el camino que lleva a la Cueva del Monje,  que pronto le abandonamos porque nos llama la atención poderosamente una sugestiva piedra que nos magnetiza, nos atrae… Una suerte, porque gracias a ello la radiografiamos periféricamente. Cada uno de sus perfiles mejor que el anterior y ¡que telones de fondo!

Al fondo el Cerro de Matabueyes

        Es realmente curioso que una piedra que calculando a groso modo pesara 150.000 kg. aproximadamente parezca tan delicada. Si la tocas por supuesto que está dura no cabe duda, es granito, pero te da la sensación de ser una piedra con sensibilidad, te trasmite un efecto gravitacional, toques la cara que toques notas una atracción que viene desde el "justi-punto" en el que gravedad mantiene en perfecto y difícil equilibrio a ésta maravilla. Después de lo visto anteriormente nos vienen a la cabeza varias dudas, ¿durante la guerra estaba en esta posición? Si así fue ¿Cómo no se cayó? ¿Fueron las bombas las que la dejaron así? Es intrigante a la vez que bella su posición.

Al fondo La Camorca.

Equilibrio cósmico de "O bolo do porco".

       Abandonamos por un momento el estado hipnótico hecho que aprovechamos para dar la espalda a la imantada piedra en su equilibrio eterno. Como falta poco para la cima subimos a “espetaperros”, abandonada la idea de ir la Cueva del Monje, tenemos la suerte de encontrarnos con la cripta de nuestra querida y bella plantita de nombre tan sugerente y que tanto nos gusta.

Cueva del Ombligo de Venus.

        Una vez que accedemos a la cima del Cerro del Puerco dividimos la visita en cuatro fases: 1ª fase visitaremos la ingente cantidad de obras militares como fortines, lo que suponemos puestos de guardia, refugios, "kilómetros" de trincheras excavadas a pico y pala en este duro terreno granítico y aprovechando la piedra del lugar para levantar un montón de "kilómetros" de parapetos ambos proyectados por un ingeniero "harto de cazalla", lo que queda claro después de la visita es que aquí la soldadesca guerreó poco, pero callos les salieron hasta en las orejas, ¡Que trabajo más bestial!

      Pensábamos escribir una sandeces sobre el lugar, lo que dejamos de lado después de leer sobre la batalla de La Granja, un episodio de corta duración, seis días, lo que parecía a nuestros ojos una menudencia, un vistazo a un estupendo blog nos parte el corazón. Este corto enfrentamiento fue de los más violentos de toda la guerra, nos quedamos sorprendido cuando leemos que en seis días hubo 2600 fallecidos, muy difícil de digerir. Es extraño el desconocimiento del hecho viendo las cifras y viviendo a solo 35 km.


Parapetos.

Refugios.

Fortines.

       2ª fase, la nutritiva, no menos importante y de gran disfrute para el sentido del gusto, damos buena cuenta de nuestra menestra y unas mandarinas.

      3ª fase, nos encontramos con lo que suponemos antiguas canteras de las que se extraería la piedra para las construcciones dejando socavones que gracias a las últimas lluvias están llenas de agua con su flora.

Hasta el infinito y más allá.



        4ª fase, ésta la haremos al tiempo que bajamos disfrutando de las diferentes franjas florales del cerro, toda la cima está dominada por las estepas, donde descubrimos un mirador que nos regala unas vistas fabulosas entre otras la de nuestro estimado Valsaín.

A nuestros pies La Pradera de Navalhorno, al fondo el cerro Matabueyes y en su falda Valsain con el verdor del Parque a su izquierda.

        Un nuevo estrato, éste dominado por el roble, que no está en la plenitud del otoño, pero igual de sugerente. Desde este punto y coincidiendo con que las nubes se levantan, nos dejan al descubierto el genuino perfil del Montón de Trigo ¡el mirador más bonito que ha visitado el Comando Peñota! Desde él descubrimos hace más de un lustro la depresión del Eresma y los infinitos pinares de Valsain, gracias a ello hemos disfrutado en muchas ocasiones de los dos y lo seguiremos haciendo muchas veces más. Volviendo a la fotografía vemos  acompañando a nuestro "amigo" a su izquierda Siete Picos y el puerto de La Fuenfría, por su derecha, camuflada bajo una nubecilla la más alta de nuestro termino, La Pinareja y un poco más cerca y de menor altura otro estupendo descubrimiento La Camorca y su inseparable Camorquilla.

Escondido tras los robles el valle del Eresma.

       Dejamos a nuestra espalda el otoñal robledal y nos colamos de nuevo en la mágica Pinochera donde nos encontramos otro de sus aborígenes nigromantes que nos despide gruñendo.

Nos despide con cara de pocos amigos.

      Bajamos directamente hacia el pueblo y ¡la suerte nos acompaña! Los "gnomos" misericordiosos de La Pradera de Navalhorno nos han traído el coche a la puerta, lo que nos viene de perillas, aunque la etapa ha sido corta la noche ha sido larga. Nos montamos, arrancamos y siguiendo la calle Segunda nos deja en la CL-601 y a la cama pronto.  
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