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sábado, 25 de marzo de 2017

La Almenara-12-03-17



12-03-17
La Almenara
    
     Hace seis meses nos entro la fiebre de visitar lo que nosotros en principio dimos en llamar el negativo de Montón de Trigo, aunque nos costo dos avanzadillas para buscarla y llegar a situar correctamente a la Almenara,  hoy será el gran día. 

     Para empezar con buen píe comenzamos el día tomando un café en el bar del mismo nombre de nuestro destino, ya podemos decir, ¡Hemos estado en la Almenara!.





     Partimos de la gasolinera en la salida de la M-512, cruzamos la carretera y cogemos el camino de las Casas de Navas del Rey.



     Vemos la fuente de la Duquesita, sin agua, continuamos y nos sorprende encontrarnos con nuestro amigo el GR-10 que discurre por el camino que llevamos.
Al la izquierda vemos el Almojón, un cerro imponente con un pico granítico plagado de buitres, se le ve que hacen gran uso de el, por las huellas que han dejado, (ver la mancha blanca). Continuamos y comienza la subida que nos lleva al collado de Navahonda donde abandonaremos el GR-10 a la derecha, cruzamos una puerta y empezamos a subir por un sendero precioso. En rápida y pronunciada ascensión, llegamos al primer descansillo por el cual se desliza la senda entre la hierba verde, un descenso leve y de nuevo otra subidita gustosa que nos permite disfrutar de los pocos pinos negrillos que hay, algunos realmente notables y vistosos.
                                                                                       Llegamos arriba, ¡La visión!, desde aquí vemos descender la vereda hasta la hondonada que da paso a la subida al pico de la Almenara y ¡allá vamos! dando la sensación de tobogán gigante, veremos si nos da el impulso necesario. Vamos subiendo y la visión de un roble de porte magnifico nos llama la atención, nos acercamos para admirarle, creo que a día de hoy será el roble más bonito que hemos visto, además de su belleza está situado en el borde de un precipicio granítico que le embellece más, un sitio inverosímil para un roble, una pena no poder verle desde abajo.
     A partir de aquí viene lo realmente duro, escalada pura y dura, ¡que miedito! Lo intentamos por tres vías diferentes, la primera imposible, la segunda inviable y la tercera inalcanzable, ¡no había manera!, por otra parte se oíamos a unos niños que estaban en la cima. Nos preguntábamos por donde habrían subido.., a la ultima, v¡va la vencida! subimos, con mucha dificultad, pero llegamos. Allí nos encontramos con cuatro niños que les decían a dos parejas que supusimos sus padres, que lo habíamos logrado, después de ver lo canutas que lo  habíamos pasado, nos estaban espiando. ¡Un poco de relax! Les preguntamos a los niños donde estaba escalera por la que habían subido, cuando reaccionan a la pregunta,nos dicen que no hay escalera y nos indican por allí, increíble, dos niños y dos niñas, guapísimos  simpatiquísimos y no mayores de nueve años, han subido aquí, todavía me parece mentira, ¡ver para creer! Una de las niñas nos quiere dar una gominola, de premio por subir, como se las han dado a ella, ¡que guapa! Nos despedimos porque se van, asombroso verlos bajar a todos, niños y adultos, verdaderos saltimbanquis y después de darle gusto al tacto acariciando el granito unas veces y otras estrujándole para que nos sujete como una madre.


Una vez aquí la tranquilidad parece infinita, en este estado vamos a reponer fuerzas dando gusto al paladar, hoy menestra ¡que rica!, y ahora a disfrutar. Poco podíamos imaginar la belleza de lo que se divisa desde aquí. Empecemos por decir que el nombre le viene que ni pintado, Almenara, viene del árabe, quiere decir faro o señal hecha con fuego desde una atalaya, lo que quiere decir que este punto se divisa desde muchos sitios y desde muy lejos. Empecemos por el norte: se ve Cueva Valiente, que lo sabemos porque fue allí donde descubrimos este monte. Un poco más al este se ve la "Bola Di Mondo", Peñalara y "sus compañeros".



     Más cerca se ve una sierra que viene desde el Escorial preciosa. Al noreste cerca vemos la dehesa de Navalquejigo. A lo lejos parece que se vean "
l'Agüelet y l'Agüeleta" las dos torres del castillo que en la edad media era la residencia de Jaime I de Aragón y su mujer Violante de Hungria en el pueblo de Almenara provincia de Castellón, pero no estamos muy  seguros. Al este la meseta madrileña, con un borrón sobrevolando la capital que no la deja ver exceptuando sus famosas cuatros torres, que se ven borrosas. Un poco a la derecha con claridad se podría ver Getafe, Pinto y hasta Toledo. Al sureste se ve estupendamente Colmenar del Arroyo y unos cilindros enormes de hormigón que nos llaman la atención poderosamente, posteriormente descubrimos que esos macro-tubos forman parte de una serie de estaciones elevadoras que forman parte de un trasvase de agua que hay del pantano de San Juan al Pantano de Valmayor y supongo que viceversa, ¡tremenda obra!.



     Estoy seguro que a los árabes les gustaría, eran amantes del agua.

     Al sur,  vemos la ermita de Navahonda, datada de los siglos XVI-XVII y cosa curiosa en tiempos pertenecía  a Segovia. A la derecha bastante más moderna, esa joya de la tecnología, la estación de seguimiento  de la NASA, construida en los años sesenta y que fue fundamental en los seguimientos de las naves Apolo en sus viajes a la luna, hoy en día sigue recogiendo millones de datos del telescopio Hubble, de la estación espacial, de  las naves a Marte, incluso de la Voyager 1 que después de treinta y tres años ha salido ya del sistema solar,  por casualidad hace cuarenta años hablando con un americano que media dos diez y trabajaba en la estación, le comenté la posibilidad de verla por dentro y me dijo que era imposible si no eras del F.B.I. 


    
      Al suroeste, a nuestros píes, el paraje de la Rozuela repoblado no hace mucho tiempo, muy curioso porque se ve claramente que tuvo que haber dos maquinistas haciendo los cortafuegos, uno que los hacia perfectamente rectos y otro que se ve que estaba completamente beodo porque se ven más torcidos.
    
     Si miramos al oeste nos encontramos decenas de picos de las estribaciones del sistema central, pero más al fondo también se llega a ver Gredos, una verdadera pléyade de picos, un verdadero placer para la vista y por fin al noroeste vemos a Robledo de Chavela (Vargas) junto a su precioso valle que acompaña por el que transcurre el arroyo de la Puebla.



     Al fondo creemos ver la espadaña de la iglesia románica del siglo XII de Almenara de Tormes, provincia de Salamanca. Un poco a su derecha, borrosos, parecen verse la torre de la iglesia y el deposito de agua de Almenara de Adaja, provincia de Valladolid. Lo dicho un placer para la vista y para la mente que no para de volar.





     El deleite para el sentido del oído viene dado por el silencio, es tal, que se oye deslizarse a los buitres que nos sobrevuelan, sigilosos, observándonos, en su viaje infinito en busca de comida y es aquí donde queríamos llegar, al sentido del olfato, porque desde que llegamos a la cima se olía el mejor aroma del mundo, estábamos dentro de una nube con una deliciosa fragancia de ¡COCIDO MADRILEÑO! Venían los efluvios de los famosos cocidos de La Bola, Malacatín, la Cruz Blanca de Vallecas, Lhardy, Viridiana de Madrid y mucho más cercano El Charolés del Escorial, además de los miles de cocido que se estarían haciendo en todo Madrid y es que el Comando Peñota es de la "PEÑA de Admiradores de la Asociación de Amantes del Cocido Madrileño", después de esta maravillosa experiencia y "con las tripas llenas de cocido", ¡el susto!, ahora hay que bajar, miedito, nos aventuramos por donde han bajado los saltimbanquis, despacito, con cuidadin y cuando nos quisimos dar cuenta estábamos fuera de peligro. Decididamente nosotros escogimos los peores caminos, solo posibles para subir por autenticos escaladores, lo que no somos nosotros, esta claro.

     Ya estamos en la vereda radiante, cuando nos queremos dar cuenta vemos desde abajo al roble, que visto desde aquí se ve más bonito si cabe, punto en el que nos damos cuenta de que ha sido el culpable de nuestro error cuando veníamos, por ir a verle, nos salimos del camino, ¡que se le va a hacer!, por otra parte realmente ha merecido la pena, ha sido un placer verle por arriba y su forma perfecta por abajo.





             


     Según bajamos, los efluvios del cocido se tornan en bálsamo de pino, que aunque no abundan mucho, lo que si que hay son unos ejemplares centenarios esculturales que nos llaman la atención.


     
     Después de  desandar los toboganes llegamos al comienzo de la vereda y nos damos cuenta de la pronunciada pendiente de su comienzo, después de lo pasado esto es "Peccata minuta", descenso rápido y llegamos de nuevo al GR-10, aquí se merece una pausa la vista del ocaso, la naturaleza se vuelve a ganar otro "Goya", un magnifico espectáculo, cuando nos queremos dar cuenta se nos hace de noche, tranquilos vamos bajando y vemos la fuente de la Mariquita, que curiosamente por la mañana no hemos visto.





     P.D.: Una día inolvidable,  no podemos elegir, pero el día hoy, después del sufrimiento ha sido para enmarcar, no vamos a meter futuros viajes a la carpeta de pendientes porque serian muchísimos, hemos visto decenas de ellos, pero posiblemente volvamos para ver el famoso roble "vestido", a la ermita, etc., estamos perdidos, si, tendremos que meter varios a la carpeta de pendiente, como no podría ser de otra manera.



Du matin-06-03-17



06-03-17
A Peña el Águila
    
    Aprovechamos la mañana y nos vamos con Morrosco di Peñota, un poco huérfanos porque no nos acompaña Mudito di Peñota.

     Antes de llegar a la cerca las Monjas nos encontramos con M. que más madrugador que nosotros ya vuelve, le preguntamos y nos contesta que viene de Cabeza Lijar después de subir por Lagasca y bajar por el collado Hornillo, vamos un autentico corre-caminos, sobre todo para nosotros que en ese recorrido emplearíamos todo el día. Nos separamos y llegamos a la "Cañá Juan Llanos" que está completamente inundada. La sorpresa es ver como baja el arroyo Mayor con bastante agua pero lo realmente bonito es verle después
de las ultimas riadas que le han dejado resplandeciente, da gusto ver el cauce tan limpio dando la sensación de estar viendo un río de los Pirineos en su parte alta, agua cristalina, hoy verdaderamente se puede beber agua de el. Buscamos un paso para poder cruzar sin mojarnos, bueno a Morrosco eso no le importa.

  
      Una vez hemos cruzado comenzamos a subir, pero antes tenemos que escoger por que "vía" subiremos, por detrás (derecha), por delante (izquierda), pues no, nuestro compañero decide que subamos por el centro, creo que es más durilla pero más rápida, de echo ya estamos arriba. La niebla no nos permite ver las cimas altas pero se puede divisar todo el valle de San Rafael mientras nos comemos una manzana.     
                        
                              

     Comenzamos a bajar y nos vamos a la derecha por la Real Leonesa, despistados ¡un susto! después nos encontramos, nos miramos y una vez que se nos pasa el sobresalto continuamos llegando a un punto desde el cual hay una vista que me gusta mucho de San Rafael con la Tachuela (el Estepar) detrás y el Caloco al fondo.                                                                                                                                                                                                                                                 

     Después de disfrutar con la vista continuamos y antes de llegar al primer arroyo a la izquierda, bajamos hasta llegar a la altura del prado Raso que le rodeamos disfrutando de su visión con sus arboles caducos desnudos, los pastos verdes y unas yeguas pastando disfrutando también del buen tiempo, nos encontramos de nuevo con un autentico muro de piedra de musgo.

     
     Nos acercamos al prado de P., un pino muerto nos saluda silenciosamente mientras una cascadita que salta con un rumor alegre nos sale al paso.




















     Proseguimos rodeando la pradera y de repente el descubrimiento del día, una casita que no habíamos visto nunca pese a pasar por aquí en múltiples ocasiones, preciosa, me encanta parece la casa de un Leprechaun irlandes, ¡que cosa más bonita!


     Los duendecillos nos invitan a bailar al son de la música irlandesa alrededor de su casa y nos agasajan con unas pintas, nos despedimos hasta la próxima que les presentaré a mi compi que se quedara encantada de conocerlos.



     Ya cruzamos el arroyo Mayor por el puente "romano" de los tres ojos, que en realidad es un acueducto. Seguimos rodeando la cerca y llegamos al punto en el que queda a la izquierda la fuente de los Gabarreros, donde nos hemos encontrado esta mañana a M., al mismo tiempo nos darnos cuenta que fue él quien arreglo la fuente en su día.

     ¡Que forma más bonita de pasar una "matiné " estupenda!

     Au revoir.

Campo Azalvaro-25-02-16



 25/02/16 

Campo Azalvaro



     Cogemos la carretera SG-500 y nada más pasar el Ventorro (Gracias Jesús), a mano derecha hay una puerta que nos permite pasar, camino que cogemos con dirección norte, hoy en compañía del nuevo componente del grupo ,"Morrosco di Peñota", que como era su primera visita al lugar la sensación que tuvo fue de sorpresa, la misma que tiene todo el mundo que ve por primera vez el valle del Campo Azalvaro, esa maravillosa extensión de pastos paraíso de equinos y rumiantes, es tan bonito y apetecible que te dan ganas de ponerte a cuatro patas y pastar infinitamente, ademas de una sensación de libertad solo cortada por las alambreras puestas para diferenciar a los distintos dueños.


      Llegamos  al paraje de la dehesa de Navalaviga desde donde nos giramos para mirar al sur y al maravilloso cuadro que se nos presenta. 
El Voltoya deslizándose suavemente, dibujando meandros hasta llegar a la recula del pantano, el cual se nos oculta tras una loma. 
Al fondo se ven las cumbres mas altas de Gredos cubiertas de nieve,vemos esa ingente cantidad de pastos que se les ve con ganas de verdear. A la izquierda está Cabeza Renales que será una próxima visita por nuestra parte para ver este "mar" cuando este verde, cosa que estamos deseando. Llegamos al lugar de la Sierra, a la izquierda nos encontramos una hilera de aerogeneradores verticales que llega bastante más allá del puerto de La Cruz de Hierro. 


   "-¿Que gigantes? -dijo Sancho Panza.
     -Aquellos que allí ves -respondió su amo- de los brazos largos que los suelen tener algunos de casi dos leguas..."

     Viendo el tamaño de estas palas da la sensación de que el Ingenioso tenia razón con las medidas.

     Seguimos el camino que se utilizaría para su construcción y el que sospechamos no tardaran en reutilizar. Vemos varios que pierden aceite y uno que dará avería pronto porque suena fatal y huele a goma quemada, la puñeta es la altura tan tremenda que tienen. Conclusión, seguro que nos sube el recibo de la luz otra vez más, que conste que nosotros no hemos hecho nada.

     
Hemos llegado al Alto de las Atalayas un mirador perfecto, desde aquí vemos estupendamente la ermita de la Virgen del Cubillo, Villacastín, Aldeavieja, las Navas con el Caloco "y sus Caloquillos", una meseta preciosa, a nuestros pies una gigantesca herida abierta para la extracción de áridos para hacer asfaltos, cementos y hormigones, también se deja ver el camino que en un futuro no muy lejano nos llevara a Villacastín.
     Es la hora, unas barritas energéticas para nosotros, unas "judías pintas" para el Morrosco y nos vamos de vuelta.

     
Desandamos el camino entre molinos, esquivando el averiado, vamos a la Longuera para ver la fuente del Curro,
da gusto ver los múltiples manantiales que hay por doquier. Empezamos a bajar, nos desviamos a las casas de las Gachas, unas ruinas que como todas hacen volar la imaginación, aunque no sean antiguas si que dan píe a pensar que posiblemente la pequeña construcción que hay adosada al patio que le separa del pajar posiblemente fuese la morada de una familia encargada del ganado de la finca, ademas de los productos que pudiesen para su manutención como cerdo,patatas, huerto,gallinas etc..., a nosotros a raíz del nombre nos viene a la cabeza lo que nuestro tío llamaba gachas de rico, porque las que comemos hoy en día tienen más añadidos que las de tiempos pasados.






Lo que esta claro es que estamos deseando comernos unas gachas ricas y en buena compañía con alguno más que sabemos que tienen ganas, voto porque sea pronto. Según nos vamos, la curiosidad de Morrosco al ver por primera vez a unos borriquillos le lleva ha acercarse demasiado y de saludo recibe una leve coz sin daños graves afortunadamente. Seguimos bajando, llegamos a la Milanera, puerta, cruzamos la carretera y a casa. 


  P.D. Otro día feliz y esperando que os aficionéis al senderismo.

Revenga-Acueducto (ii etapa)-18-02-17






18-02-17

Revenga-Acueducto (II etapa)   


     Yo, señores, soy de Segovia, algo así, me parece recordar que empezaba El Buscón de Quevedo, ¡caramba!, pensé, paisano mío, lo que me llevó a pensar que me gustaría y no me equivoque.

    Aparcamos el coche en la calle Cañada Blanca de Revenga, comenzamos a caminar y rápidamente dejamos los repetidores a la izquierda, un poco más y llegamos  a la altura del depósito de agua, que vamos dejando atrás, ¡no puede ser!, de nuevo nos encontramos con el sempiterno Mariano, que se nos hace un fijo de los viajes por cualquier camino que cojamos en los alrededores de Revenga. Saludos, le preguntamos cómo es posible que sepa hora e itinerario para encontrarnos todos los días sea de tarde o de mañana como es el caso de hoy, nos contesta diciéndonos que él estaba pensándolo mismo. Hablamos un rato, le pedimos unas indicaciones para hoy y nos despedimos diciéndole  que adivine fecha y hora de la próxima etapa, él no sabe que tenemos dos seguras por la zona en la carpeta de pendiente. No se nos ha pasado la sorpresa cuando llegamos al punto 10 de la ruta del Acueducto, que fue donde terminamos el primer intento por un catarro traicionero, motivo por el cual desde aquí comenzamos la segunda etapa, dejamos a nuestra espalda a la Mujer Muerta, cubierta de un sudario blanquísimo.


     Ponemos rumbo al norte de nuevo por nuestra muy querida Real Soriana dejando a la derecha el cerro de Cabeza Grande y a la izquierda el Calvario, subida suave y estamos en el punto más “alto”, desde allí vemos por primera vez el cimborrio de la catedral de Segovia, bonita incluso de lejos. 
Dejamos atrás un cartel con una leyenda que dice "camino romano", cogemos el testigo y a la carpeta de pendiente. Vamos por un encinar con unos ejemplares preciosos, sitio que aprovechamos para comer una manzana, nada más arrancar nos asomamos a una pequeña y primorosa vaguada formada por el arroyo de las Fuentecillas que se despeja de encinas y nos muestra pastos verdes.

 Al fondo del camino vemos recortado un poste señalizador de la ruta del agua que con las prisas la habíamos olvidado, bajamos, vistazo al arrollo que baja con bastante agua, subimos y a la altura del poste está el cruce con el cordel de Santillana, aquí decidimos acercarnos a las ruinas de la venta del mismo nombre y de la casa del esquileo Iturbieta, lo que a la postre sería un acierto y un disfrute. Es curioso pensar que este cruce en mitad de la nada en su día fue un enclave importante, 
vamos por partes, dos mil años atrás pasaba la calzada romana (Vía XXIV) que unía Mérida (Emérita Augusta) y Zaragoza (Caesaraugusta), camino de Santiago desde Madrid, camino transitado por reyes, los Austrias de camino a sus cacerías, posteriormente los Borbones en sus viajes vacacionales a los palacios de La Granja, Valsaín y Rio Frío, etc…




Entramos a un gran patio central, con sus antiguos muros plagados de heridas que nos susurran y comenzamos a oír a los pastores y sus perros que sacaban a las ovejas del sudadero y las dirigían a las manos de los esquiladores que trasquilaban a miles de ovejas, después las conducían a la peguera donde una a una eran marcadas con el hierro del dueño impregnado de pez caliente posibilitando reconocerlas en ese momento y posteriormente con la lana crecida. Continuamos y nos asomamos a la lonja donde guardaban los vellones antes de llevarla a lavar, luego vamos viendo que había panadería, varias fuentes, cocina, comedor, dormitorios, todo a gran escala porque en época de mucho trabajo vivían más de doscientas personas, a todo esto hay que añadir la residencia del Marqués situada en la planta alta cuando
venía a supervisar los trabajos. Seguimos con el paseo mental entrando a la venta, el posadero nos dice que no tiene Coca Cola pero si una olla podrida digna de la mesa de un cardenal, dando cuenta de ella estamos cuando a la mesa de al lado se sientan dos personajes, que valiéndose de su doctorado en engaños consiguen que les invitemos,  con su picaresca aprendida en Alcalá de Henares Don Pablos (El Buscón) que viene en compañía de un soldado desde Cercedilla. Nos comenta que vienen de Madrid, se han conocido en el camino y en Cercedilla los han robado, dice que sus padres han fallecido y van a cobrar la herencia, después de pagar por la olla podrida, una hogaza de pan y una frasca de vino  de tercer agua un total de cuarenta y tres maravedíes nos despedimos y abandonamos el sueño.  
Retomamos el camino en el punto veinte del sendero del acueducto que coincide en este punto con el kilómetro 586 del camino de Santiago, desde aquí vamos descendiendo ligeramente, cruzamos la carretera de la Granja al palacio de Río Frío, seguimos por el cordel dejando a la izquierda el rancho del Feo, vamos por la Dehesa de los robles y vemos a la derecha las casas de Aldeanueva con su bonita torre. De repente choque temporal, salimos del siglo dieciséis y entramos al veintiuno directamente, cruzamos las vías del Ave por un macro puente, dejando a la derecha los túneles del Guadarrama y a la izquierda la estación de Segovia llamada Guiomar, (futura visita) y 
nombre de mujer con el que firmaba sus cartas Pilar de Valderrama a Machado. Hemos pasado directamente de la diligencia a la alta velocidad en un periquete. Continuamos por el cordel y la ficticia olla podrida no nos quita el hambre, tendremos que comer de verdad, saltamos la acequia del Mercado que en este tramo discurre paralela al cordel y nos sentamos en una arqueta de la traída de aguas mirando el maravilloso panorama, al norte preciosa y muy blanca Peñalara
y en abanico de derecha a izquierda, Cerro Matabueyes (Pendiente), Quitapesares, Palazuelos, detrás, Tres Casas y más a la izquierda San Cristóbal, al fondo Torrecaballeros, universo Segovia y hablando de ella nos vamos, llegamos al paraje El Villar donde cruzaremos por debajo de la Sg-20, llegamos al Prado Boyal sorteando charcos 
y estamos en Nueva Segovia donde cogeremos la avenida Vicente Aleixandre, mojón, izquierda por Dámaso González dejando a la derecha El Perico Delgado. Cruzamos la Avenida Gerardo Diego y nos encontramos con el hotel Cándido, mojón. Por la acera de la Cl-601 llegamos al decantador, un poco más y a la izquierda La Monumental.


¡Llegamos!, estamos delante del comienzo del acueducto, a partir de aquí le acompañamos disfrutando de su compañía hasta la calle Obispo Gandásegui,
giramos a la derecha por Conde Gazzola di Ceretto, (Que bien suena el italiano), a partir de aquí el agua sigue su camino hasta el Alcázar soterrado pero lo seguiremos hasta el final, cuando llegamos a la calle Colón nos cruzamos de acera no nos cojan con sus garras los de hacienda, Plaza la Rubia, Cronista Lecea, Plaza Mayor y de frente La Dama, preciosa, sobre todo después de su reciente rejuvenecimiento. Bajamos por Marques del Arco hasta la plaza de la Merced, parada para ver el magnífico ejemplar de abeto y su jardín que nos gusta mucho, continuamos por la estrecha Daoiz hasta llegar a la plaza Reina Victoria Eugenia con el Remate al fondo de El Alcázar.
 

Es un sitio hermoso, mirando al norte Zamarramala, la Iglesia de la Veracruz, el Parral y por debajo el Eresma, ahora nos vamos al sur enfrente el Serón, a la izquierda el cementerio judío y abajo el valle del Clamores con sus huertecitos. Nos vamos por la ronda Don Juan II hasta la plazuela del Socorro en la que se encuentra la estatua, en realidad las dos mitades que forman la estatua de Agapito Marazuela,
pasamos bajo el arco de la puerta de San Andrés y no te vas a creer con quien nos hemos encontrado, nada más y nada menos que el mismísimo Buscón Don Pablos, ha cogido la herencia que tenía su tío Alonso Ramplón, se vuelve a Madrid y va dando un rodeo para que no le vea el licenciado Dómine Cabra. Adiós, adiós, nos vamos por San Valentín y llegamos al puente Sancti Spiritu que nos lleva a la plaza de Cándido mesonero mayor, un último vistazo a la catedral ya iluminada, deslumbrante,
subimos doscientos o trescientos metros de Ezequiel González y nos encontramos cogemos "la diligencia" que nos llevara a Revenga, punto de partida y punto final de la divertidísima segunda etapa de la senda del Acueducto.



    P.D.: ¡Un día