El recodo Minguete
Aparcamos en el área recreativa y Centro de Interpretación Boca del Asno aunque esté mal decirlo. Llegamos pronto y ya hay bastante gente con la mesa cogida para pasar el día, por nuestra parte cogemos los hatillos, palos, mitones y partimos. Paramos en el centro del puente para echar un vistazo a la que nosotros pensamos que será la Boca del Asno, una garganta por la que pasa el río Eresma con bastante agua, transparente y seguro que muy fresca, ya hay algún bañista que ha cogido sitio dentro de ella.
 |
Garganta ??? |
Salimos del puente y nos vamos a la izquierda, pronto llegamos al Vado de la Tabla, (la clásica. el Comando Peñota propone y...) Nuestra intención era desde aquí coger una senda que nos llevaría a Navalpinganillo, pero no existe. Seguimos y cuando llegamos a Navalayegua tomamos el primer camino que sale al oeste por él subimos, por delante siempre la "liebre" y detrás el "galgo", la veo como se agacha y me presenta un fruto de un centímetro que me dice que es una fresa, se parece, me da a probar la mitad, increíble, un verdadero sabor a fresa me inunda la boca, tan pequeña y tan rica, había más matas pero aunque buscamos no vimos ni una más, no es extraño estando a estas alturas de julio. La naturaleza, que de nuevo nos sorprende, buscando fresas nos encontramos un níscalo al lado de una mata.
 |
Falsa alarma. |
Como no vemos ninguna fresa y lo único que vemos son falsos níscalos nos vamos. Cruzamos el arroyo de Navalazarza y vemos como el camino nos dirige al suroeste a Peña del Buitre y posteriormente a Los Vadillos. El camino se va borrando y franqueados por el aroma de las genistas que nos embriaga cuando queremos darnos cuenta estamos medio perdidos,
 |
Ambientador gigante. |
Vamos tras la Vereda de Valbuena y en su busca perdemos de vista el camino, cuando caemos en la cuenta estamos rodeados por una naturaleza salvaje que nos deja ver poco, deberíamos de haber cogido hoy el machete para abrirnos paso por esta maraña.
La naturaleza en estado montaraz nos entorpece el paso pero nos hace disfrutar de ella, más teniendo en cuenta lo larga que está siendo la primavera. Vemos una futura "urbe insectívora", una ciudad multirracial formada por gorgojos descortezadores, perforadores, chinche rojas, gran capricornio (cerambyx cerdo), carcomas, termitas, etc., todos ellos con ese apetito voraz que les caracteriza se encargaran de comerse esta tremenda "tajada-tocón" y acabar transformándola en polvo que servirá de abono al entorno para volver a comenzar el ciclo de la vida.
 |
Comedor social. |
Hemos dejado atrás el arroyo del Tesoro y la vegetación persiste en hacernos imposible encontrar a la huidiza Vereda de Valbuena. Nos encontramos en la parte baja de La Majada del Cochino en las faldas de La Camorca, a estas alturas nos queda claro la imposibilidad de hacer lo que teníamos pensado que no era otra cosa que buscar un camino para subir a La Camorquilla, en este momento tenemos una premonición en forma de mojón que nos dirige a la derecha.
 |
Mojón direccional. |
Una vez que anulamos la idea primitiva cambiamos los planes, ahora nos ponemos como meta encontrar la Vereda de Valbuena. Después de andar un rato serpenteando y no encontrar la dichosa vereda, llegamos a la altura de un torrente, aquí decidimos desistir, bajaremos hacia el Eresma. Está claro que donde menos te lo esperas salta la liebre, bajando por la orilla izquierda del arroyo de las Pamplinas ¿con quién nos encontramos? ni más ni menos que con la Vereda de Valbuena, es curioso cómo es posible que no la hayamos visto antes, ¡por fin la vemos! ¡Nos ha costado! Nos damos cuenta que la estábamos buscando demasiado arriba, pero ahora abandonamos la selva y ante nosotros tenemos una estupenda senda, ¡qué gustirrinin! Cruzamos el Pamplinas y entramos de lleno en el paraje de Peña Gorda. Vamos tan cómodamente que desestimamos un camino que sale a la izquierda y continuamos por Nava las Horcas, ahora que hemos encontrado la Vereda de Balbuena no la vamos a soltar hasta su término. Cruzamos el arroyo del mismo nombre y nuestra querida Vereda de Valbuena que termina casualmente en el camino por el que subimos a La Camorca, nos despedimos cariñosamente de ella y hacemos el "recodo Minguete" que bajando nos lleva al arroyo de ese nombre que tanto nos gusta, Minguete. Le cruzamos, justo en el punto donde recibe las pocas aguas el arroyo de Nava las Horcas, seguimos hasta llegar al conocido GR-10.1 que le cogemos antes de llegar al puente sobre el Telégrafo, le sobrepasamos y automáticamente a la izquierda para recorrer el tramo que nos falta, vemos una bardaguera de precioso tronco múltiple, sinuoso y embellecido por musgos y líquenes, unos metros más abajo vemos el objeto de nuestros deseos, el final de Las Pesquerías, curiosamente termina en un puente del que no sabíamos de su existencia.
 |
Puente hecho a lo segoviano. |
Nuestra admiración crece hacia esta obra; ver la formación de estos tremendos cubos de granito colocados en el cauce de lo que parece un pequeño arroyo..., pero no hay que ignorar que recoge aguas desde Navacerrada pasando por Siete Picos, Cerro del Minguete, Montón de Trigo y varias faldas de menor entidad lo que quiere decir que en los 250 años de existencia de la obra tienen que haber bajado riadas tremendas y ahí sigue el puente impertérrito ¡se nota que está hecho por segovianos! Efectivamente descubrimos que en este punto terminan Las Pesquerías Reales. Bajamos y lo primero que vemos es un puente de reciente construcción, desde el día de hoy haremos un comparativo, veremos cuál dura más, este que está recién hecho o el que tiene 250 años.
 |
Puente nuevo y agua transparente. |
Es una pena que en este tramo vayamos por una vereda que transcurre un poco separada de la obra de granito realizada para las pesquerías de Carlos III. Viendo hasta donde llega la senda, cabe preguntarnos, ¿en tiempos de dicho monarca habría truchas a estas alturas del río? Antes nos decía el abuelo ¡cómo ha cambiado la vida! Ya con los años vividos nos damos cuenta que tenía razón, hace años nosotros veíamos bastantes truchas en nuestros ríos en sitios hoy en día insospechados, está claro que los humanos estamos acabando con todos los recursos que nos ofrece la "nevera gigante" que es la tierra. ¡Prosigamos! Pronto llegamos a lo que suponíamos que sería nuestro comedor el día de hoy, punto al que llegamos la última ocasión que subiéramos por este arroyo, son unas pozas denominadas Baños de Venus, un lugar tan bonito que no nos extraña que en su día se alargara la senda con el fin de llegar hasta este punto, desistimos de parar a comer aquí. Vemos que en los Baños de Venus hay dos "Venus de Milo" una en cada charca haciendo unos modernos posados, sus respectivo fotógrafo las acribillan con las cámaras de sus teléfonos, serán para sus respectivos "books". Nos gustaría ver por un agujerito a Carlos III viendo la escena, a lo cual hay que añadir que está poblado en exceso, por este motivo nos acercaremos a la fuente que hay a la izquierda, agua rica y fresca, saciamos nuestra sed y continuamos. Llegamos al punto que unen sus "fuerzas" el arroyo del Telégrafo y el Paular para formar el río Eresma que desde aquí no parará hasta verter sus aguas al río Adaja después de pasar por Segovia, recoger el agua de nuestro río Moros, ver el castillo de Coca y pasar por la ermita de Sieteiglesias cerca de Matapozuelos ya en la provincia de Valladolid, donde finaliza su fluir ¡vámonos! "que ya nos hemos vuelto a salir del Mapa".
 |
Nuestro mojón en la confluencia del Telégrafo y el Paular. |
Nos preguntamos cómo se llamaría el arroyo del Telégrafo cuando viniesen Carlos III y su esposa María Amalia de Sajonia a darse un chapuzón a los Baños de Venus teniendo en cuenta que por aquellos entonces seguramente que ni existía esa palabra. Bueno, nosotros a lo nuestro que no es otra cosa que apaciguar nuestro apetito, hoy con uno de nuestros manjares preferidos, el maravilloso chorizo de León, un puntito de picante y un poquito de lo otro, es tanto el disfrute que nos hace ver apariciones, ante nosotros aparece Hamlet recitando su soliloquio.
 |
Ser o no ser, he aquí la cuestión. |
Después de disfrutar de la comida y de la representación de una mínima parte de la gran obra de Shakespeare nos vamos y llegamos a lo que quedaba del puente de Los Vadillos, la última vez que le vimos quedaban los pilares con sus tajamares como manda la arquitectura romana y los contrafuertes laterales, todo ello sigue como no podía ser de otra manera, lo hicieron canteros segovianos con granito segoviano y eso sabemos todos lo que quiere decir, quiere decir que aprovechando estos puntos de apoyo están poniendo un tablero con sus bonitos pretiles de madera tratada.
 |
Lo antiguo y lo moderno. |
¡Prosigamos! Un poco más adelante pasamos por una garganta preciosa, al paseo hecho por el hombre se le suma el trabajo realizado por el agua y los toques verdes de hierba, buena simbiosis.
 |
Granito suavecito. |
Siguiendo el camino vamos viendo múltiples "radiografías de arterias pinicolas" hechos con los "pies X", nos encantan.
 |
La subclavia, la carótida y todas sus ramificaciones. |
 |
Iliaca interna, iliaca externa y todas sus divisiones. |
En este lugar se juntan temperatura, humedad, climatología y una flora maravillosa, todas estas cualidades le dan al entorno las cualidades que nos permiten ver en un entrante repleto de rosales silvestres que no sabemos porque motivo está repleta de mariposas, estamos contentos, de ver que se regenera la cabaña de mariposas, nos sentimos un poco culpables por participar en el expolio de mariposas cuando éramos pequeños y las perseguimos sin ningún tipo de escrúpulo con aquellos cazamariposas caseros, pobrecitas.
 |
XXX. |
 |
A la izquierda la mariposa pavo real (Aglais io) y a su lado la mariposa Pandoriana (Pandoriana pandora). |
La exhibición que nos han hecho la gran cantidad de lepidópteros de varias especies bailando todas al ritmo de la naturaleza, una gozada, no ha estado mal como colofón al día de hoy porque cruzamos el arroyo de las Cárcavas y llegamos de nuevo al vado de la tabla desde donde nos vamos al puente para cruzar el Eresma de nuevo esta vez en sentido contrario y llegamos al abarrotado área recreativa de la Boca del Asno después de hacernos un bonito "recodo Minguete" y "finiquitouse" la etapa de hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario