26-02-24
11ª de La Vía Verde
Capitulo 2º Coca --> Nava
Pronto llega los "solis ortus", los "cornos y los lituus" tocando todos a diana floreada y comenzamos el día haciéndonos un tres en uno; desayunamos, nos despedimos y arrancamos.
A continuación, lo primero que hacemos es una visita obligada por el exterior del famoso castillo de Coca, una joya con una historia realmente fascinante como todas estas enormes fortalezas con siglos de vida, empezando porque en este caso fue a un arzobispo de Sevilla al que se le concedió la licencia para construirle a mediados del siglo XV, aunque sería un sobrino suyo el que encargaría el comienzo de las obras en el año de 1473. Su estilo es el gótico mudéjar. Dentro de las múltiples curiosidades que leemos sobre él, nos llaman la atención las diversas circunstancias que se dieron hasta llegar a formar parte del patrimonio de la Casa de Alba, como casi la totalidad de España, que después de ver cómo sufrió un tremendo deterioro y mil historias ocurridas dentro del recinto, en 1954 lo cedió al ministerio de agricultura por el curioso periodo de 100 años menos un día. El Ministerio se encargó de su restauración para posteriormente acoger la Escuela de Capacitación Forestal, función a la que se sigue dedicando a día de hoy, aparte de acoger visitas guiadas.
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De fabula. |
Después de disfrutar del fascinante castillo de Coca, nos vamos hasta la plaza que se haya frente a la Puerta de la Villa. Aquí tomamos la calle Icona de la que salimos por la calle Frontón donde nos encontramos en la entrada a una parcela de nuevo con otro, ahora pequeño homenaje al resinero. Imaginamos que el dueño o su padre trabajaría en ello.
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El resinero cerámico. |
Dejamos atrás a Coca con todo el dolor de nuestro corazón, pero sabemos que volveremos. Vamos por el camino de Moraleja de Coca hasta encontrarnos con el Camino del Cerruco que seguimos hasta la siguiente intersección, en este punto coincidimos con tres jinetes que nos indican el camino a seguir, unos metros más adelante a la izquierda del camino nos hacen una demostración hípica que se la ve que la tienen entrenada, vuelven al camino y se van al trote, nosotros no, nosotros nos vamos pausadamente porque estamos pensando que este camino nos llevara a Nava, pero una gran parte del recorrido tendríamos que ir por carretera, media vuelta y en el cruce anteriormente mencionado nos vamos hacia el sur, donde nos encontramos de nuevo con nuestro ya amigo arroyo Balisa que cruzamos por un bonito y deteriorado puente de ladrillo. Antes de dejar atrás a los sembrados y entrar de nuevo al pinar, coincidimos con dos viajeros conocedores del terreno que nos dan sobradas indicaciones que a posteriori nos vendrán muy bien. Gracias y adiós.
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Puente de tochos de las ladrilleras de Nava. |
Nos encontramos de nuevo en la Cañada Real Leonesa Oriental antes de llegar al paso inferior por el que cruzamos ayer las vías y que pensábamos cruzar hoy también, pero aquí tenemos que sopesar pros y contras. Nos atacan ráfagas de viento "sazonadas" con algunas gotas de agua que nos amenazan con posibles chaparrones, lo que nos hace pensar en seguir el camino indicado por los caminantes que nos lleva paralelo a las vías de AVE, que al ir elevadas sobre el nivel del terreno natural nos resguardan del intenso y molesto viento que hace. Poco tiempo tardamos en darnos cuenta de lo bien que nos defiende el terraplén de las inclemencias. Cruzamos SG-P-3432 a la altura del polígono de Coca; llegamos a la altura de Las Salinas donde cruzamos un puente para marchar de nuevo paralelos a las vías, pero ahora por la margen contraria y, afortunadamente, como todo buen ingeniero debe saber, un objeto puesto al viento corta el aire a sota y barlovento, que es precisamente lo que necesitamos hoy. Llegamos al lugar de Matabuey donde nos separamos de las vías con dirección sur. Nos encontramos de nuevo andando por el camino de Santiago…
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Camino de Madrid a Santiago. |
Alegría al ver recortada al fondo la silueta de Nava, porque rachas intermitentes de calabobos nos empapan ¡démonos prisa!
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Al fondo Nava de la Asunción. |
Llegamos a la meta, o eso creíamos, charlamos con un peatón, le preguntamos por la antigua estación, nos da las indicaciones pertinentes, estamos al lado, en cinco minutos nos presentamos en su puerta. Sorpresa y entusiasmo, como no puede ser de otra manera, cuando descubrimos la primera estación de todo el recorrido cuidada y en uso. Dado el hermanamiento al que ha llegado el Comando Peñota con la Vía Verde, descubrir que por lo menos hay una estación aprovechada nos colman de felicidad. Vemos que entre otros usos tiene el de museo del poeta de la generación del 50 Jaime Gil de Biedma, que vivió gran parte de su vida en Nava de la Asunción. Mirando a la puerta de la estación vemos que han construido la piscina municipal también en terrenos de Renfe, que ha sido el obstáculo que no nos permitió ver la estación ayer. Vista la estación, o mejor dicho, el museo de Jaime Gil de Biedma, "arriamos velas" y nos despedimos de Nava hasta la próxima.
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Antigua estación, hoy Museo Gil de Biedma |
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Fachada noroeste. |
P.D. Tenemos que decir que nos ha sorprendido gratamente ver a este pueblo situado dentro de las tierras de Santa María la Real de Nieva. Pedimos perdón a todos los naveros, la carencia de cultura provincial nos llevaba a pensar que era un pueblo de los muchos que tenemos por Segovia, pero no, lo que nos hemos encontrado es un pueblo de 2800 habitantes que nos ha dejado boquiabiertos ver su dinamismo, parque empresarial, la laboriosidad, como está de bien cuidado, que mantiene su población, y además puede vanagloriarse de tener un equipo de balonmano en primera división del que todo el pueblo está orgulloso. Para nosotros, que afortunadamente le hemos conocido gracias a nuestro propósito de hacer la Vía Verde, nos ha encantado ver cómo han mantenido las antiguas instalaciones de la estación para hacer el museo a Jaime Gil de Biedma, cosa que no se ha hecho en San Rafael, pueblo en el que también vivió, concretamente cuando comenzó la guerra civil, vivía en la antigua casa que había en la finca de El Robledal que era propiedad de su abuelo. Desde aquí emigraron a Nava de la Asunción donde su familia era propietaria de la Casa del Caño donde pasó mucho tiempo. Allí sanó de un episodio de tuberculosis que sufrió. Posteriormente acogería a varios escritores contemporáneos suyos. De Nava dijo que era su reino y de hecho sigue y seguirá siéndolo "in saecula saeculorum", porque como dejo escrito reposa allí. Es obligado decir lo mucho que hemos disfrutado de esta etapa, y por supuesto de Nava de la Asunción, donde no tardando mucho tendremos que volver.
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