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martes, 15 de octubre de 2024

12ª de La Vía Verde

 

02-03-24

12ª de La Vía Verde  

Desde que comenzáramos a pensar en el proyecto de hacer La Vía Verde, nos llamó poderosamente la atención el nombre del pueblo que será la salida de la etapa de hoy. ¡Nos encanta! … Ciruelos de Coca y por fin aparcamos en su plaza Mayor, donde nos llama la atención de la impecable e higiénica iglesia de San Cipriano (San Cipri). Cuando leemos que data de la edad media, nos quedamos pasmados; nos da la sensación de que su construcción fuese más moderna. En la fachada principal el sencillo pórtico es muy atractivo; vemos a la puerta en centro en la nave, rematada con una ventana semicircular, las dos enmarcadas por un cerco de ladrillo rematado en arco de medio punto… Mención aparte se merece la estilizada torre del campanario que se la ve cuidada, (parece una modelo) sus múltiples ventanas acogen campanas de diferentes "tallas", la que nos está mirando de frente es mayúscula, por encima de ella vemos un nido de cigüeñas deshabitado  y que pensamos será por mucho tiempo dada la cercanía de la veleta, no nos imaginamos a la cigüeña perdiendo un ojo cuando estira el cuello y es atacada por la flecha impulsada por una racha de viento violenta, también vemos como en muchas ocasiones los cigoñinos baten sus alas con el afán de entrenarse para comenzar a volar y la misma saeta furiosa de aguantar los vendavales les desplume sus tiernas "alitas de cigoñino" conclusión, ese nido nunca va tener problemas con los okupas.

Iglesia de "San Cipri".

La fachada sur se nos presenta sencilla, austera, delicada, pero bonita, vemos que la cubierta de la nave central está recientemente reformada, cinco arcos rebajados permiten la entrada de todas las bondades del sol, luz, vitamina D y calor, muchos días habrá en los que se pueda disfrutar de dichos beneficios en la bonita galería realizada en lo que podríamos llamar "románico modernista Segoviano" con líneas sencillas y delicadas a la vista, por esta cara en el campanario la ventana que da al sur vemos una campana que ha sido prisionera de la tribu amazónica de "los Jibaros" que han transformado una gran campana a un campanillo para llamar a comer, desde luego hay una cosa clara, lo que estamos viendo es una iglesia sencilla pero atrayente. (Tremenda sorpresa nos llevamos al leer sobre las campanas y descubrir que la campana más grande que se ha construido se hizo en los Países Bajos con un peso de 25,7 toneladas para los juegos olímpicos de 2012 en Londres, suponemos que cuando la hagan repicar se oirá hasta en Edimburgo).

Fachada porticada.

Rodeamos la iglesia para irnos por la calle Sotillo con dirección a la antigua estación, que nos la encontramos en buen estado en comparación con las demás estaciones del recorrido, exceptuando la de Nava de la Asunción, que como comentábamos en la etapa anterior sigue en uso como museo y empleos múltiples.

Estación.


Desde el sur.

Rumbo sureste, curiosamente nos encontramos pasando por una pequeña trinchera en mitad de la meseta segoviana, atravesamos la llanura que nos lleva hasta la ligera curva que hay en el paraje de El Palomar. Pasado un camino que lleva a Villagonzalo de Coca, donde iremos a la vuelta, vemos a nuestra derecha lo que parece un clon del refugio del Batan al cual nos acercaremos de nuevas. Está en perfecto estado gracias a que la asociación Los Azafranales de Coca lo reformó hace siete años. Como reza una pequeña placa, le han dejado al refugio de San Benito más guapo que un San Luis.

"San Benitiño"

Atravesamos de nuevo los pinares segovianos disfrutando de las esencias que desprende la explotación resinera, hoy un poco enmascarada por el ambiente húmedo que tenemos…

Recta de Villagonzalo.

"Heridas de guerra:

Camuflada entre pinos nos sorprende la que fuera antigua estación de viajeros de Coca, de estilo muy diferente a todas las vistas anteriormente. Vemos que la han visitado recientemente personajes más famosos que el Comando Peñota, unos metros más adelante vemos las ruinas de las varias y grandes naves empleadas antiguamente para la recogida, almacenaje, y expedición de mercadería de todos los pueblos de los alrededores, que en su día era considerable.

Estación de Coca.

Tarjeta de visita del nieto de Bertín.

Antiguo almacén.

Cruzamos bajo el puente que libra la carretera que va de Coca a Santiuste de San Juan Bautista en el que un ilustrador anónimo ha dibujado "un paixaro tornasolado".

Pájaro multicolor.

Salimos y al fondo, no muy lejos, se nos muestra el puente de hierro que salva el río Voltoya. Llegamos y antes de cruzarle nos desviamos a la derecha para llegar al que fuera el comedor en el que disfrutamos de "las delicias de Berna" en la anterior etapa y que hoy repite cometido. Estamos hablando del refugio de El Batan, "albergue gemelo" del anteriormente visto y nombrado refugio de San Benito. Toca fajina, nos vais a perdonar, pero vamos al meollo del asunto que ahora mismo no es otro que disfrutar de nuestro esperado bocata, ¡qué rico! Como era pequeño, damos buena cuenta del mismo rápidamente. Cuando salimos, nos encontramos de frente con los dos puentes de diferentes épocas y metodologías que nos retrotraen a diferentes épocas, utilidades, tecnologías y funciones, ¡caramba! Una, dos, tres, cuatro gotas, mal presagio, ¡emigremos!

Nuestro comedor por duplicado.

Que raro, no hemos bebido y vemos dos puentes.

Cuando cruzamos de nuevo bajo el puente del pájaro multicolor y antes de salir del mismo nos tenemos que poner "os chubasqueiros", la meteorología empeora, pasamos de nuevo de largo por el área de descanso de la estación de Coca que se nos había pasado por la cabeza como posible comedor, pero hemos acertado porque nos le encontramos mojado.



Hay ocasiones en que la mente vuela a la vista de cualquier detalle, en este caso, la visión de los restos de un fenomenal ejemplar de PINO nos ha llevado a los tiempos de la formación del Comando Peñota allá por 1980, año en el que triunfaba la canción "Ma quale idea" que cantaba el recientemente fallecido PINO D'Angió, pionero del rap italiano. Bonitos y jóvenes recuerdos de aquellos tiempos nos vienen a la cabeza.

Despertamos de nuestra fantasía y cruzamos la carretera que va de Coca a Villagonzalo de Coca, visita que teníamos en mente, pero la climatología se ha encargado de olvidarnos de la idea.

Un gran ejemplar que desafortunadamente ha caducado.

Dejamos por segunda vez a nuestra espalda la estación de Coca, el refugio de "San Benitiño" (al que como a nosotros le gusta mucho el pan de Porriño), y apretamos el paso, parece mentira, pero como nos predijo el cartel adivinador que vimos ya hace unos días.


"Mal se le pone el ojo a la gata".

Genuinos esquimales segovianos.

Dejamos atrás el dudoso abrigo de los pinares para entrar de lleno a la "planicie de Ciruelos de Coca". Hacemos un alto en el camino para hacer "una mirada al pasado" para disfrutar de la belleza y metamorfosis sufrida entre la ida y la vuelta.

Por aquí pasó el Comando Peñota.

Aunque parezca mentira, vamos disfrutando de la etapa, soñando en blanco y negro, aprovechando los decorados que nos rodean. De nuevo nuestro cerebro fantasea y nos transporta a la tundra rusa donde el doctor Andréyevich Zhivago, entristecido, ve como Larisa Antípova, su amante, se separa de él por última vez, desasosegada, triste y dolorosa.

Adiós Larisa.

La melancolía se transforma en jubilo cuando vemos que la meta está cercana.

Ciruelos blanqueado.

Cuando rematamos la etapa en el mismo punto que empezáramos por la mañana, con una salvedad, vemos con menos claridad la iglesia de San Cipriano. Hay menos luz, incluso los grandes copos que caen "pican de viruela" la postal. Nos quitamos los achiperres, nos montamos en el coche y nos vamos despacio, muy lentamente. La carretera se pone realmente peligrosa hasta Valverde del Majano. En el camino vemos varios coches accidentados. Nos ha pillado la nieve desprotegidos y sin cadenas.

"Copus caen"

P.D. Este verano estábamos pendientes de este post, cuando nos asombra la crónica que nos anuncia la celebración del próximo Arrea Majo Festival. Hasta aquí todo bien, lo realmente curioso es el lugar de la celebración, que no es otro que "LA PLAZA MAYOR DE CIRUELOS DE COCA". Más sorprendidos nos quedamos cuando leemos que en la anterior edición, dos años atrás, con dos mil asistentes, ¡madre mía! imposible imaginar la paz vivida en ese lugar rota por una tropa con ganas de disfrutar de la música un fin de semana largo entero, en la portada del post podemos ver la plaza mayor repleta de gente, nos gusta ver que comienzan con un "festi-bocata" para empezar con el estomago en buenas condiciones par lo que viene después, que son entre otros los conjuntos, Malos Versos, los Ala de Mosca, La Electrocharanga Motociclones, Los Afonica Naranjo, etc., a la vista de los nombres de los grupos que tocaban en el festival nos quedamos hasta con ganas de ir a ver el concierto y el pos-concierto para ver el estado en el que se quedó "LA PLAZA MAYOR DE CIRUELOS DE COCA" que suponemos no sería muy malo cuando esta es la quinta edición.


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martes, 1 de octubre de 2024

11ª de La Vía Verde Capitulo 2º Coca --> Nava

 


26-02-24

11ª de La Vía Verde  

Capitulo 2º Coca --> Nava  


Pronto llega los "solis ortus", los "cornos y los lituus" tocando todos a diana floreada y comenzamos el día haciéndonos un tres en uno; desayunamos, nos despedimos y arrancamos.

 

A continuación, lo primero que hacemos es una visita obligada por el exterior del famoso castillo de Coca, una joya con una historia realmente fascinante como todas estas enormes fortalezas con siglos de vida, empezando porque en este caso fue a un arzobispo de Sevilla al que se le concedió la licencia para construirle a mediados del siglo XV, aunque sería un sobrino suyo el que encargaría el comienzo de las obras en el año de 1473. Su estilo es el gótico mudéjar. Dentro de las múltiples curiosidades que leemos sobre él, nos llaman la atención las diversas circunstancias que se dieron hasta llegar a formar parte del patrimonio de la Casa de Alba, como casi la totalidad de España, que después de ver cómo sufrió un tremendo deterioro y mil historias ocurridas dentro del recinto, en 1954 lo cedió al ministerio de agricultura por el curioso periodo de 100 años menos un día. El Ministerio se encargó de su restauración para posteriormente acoger la Escuela de Capacitación Forestal, función a la que se sigue dedicando a día de hoy, aparte de acoger visitas guiadas.


De fabula.

Después de disfrutar del fascinante castillo de Coca, nos vamos hasta la plaza que se haya frente a la Puerta de la Villa. Aquí tomamos la calle Icona de la que salimos por la calle Frontón donde nos encontramos en la entrada a una parcela de nuevo con otro, ahora pequeño homenaje al resinero. Imaginamos que el dueño o su padre trabajaría en ello.
    
El resinero cerámico.

Dejamos atrás a Coca con todo el dolor de nuestro corazón, pero sabemos que volveremos. Vamos por el camino de Moraleja de Coca hasta encontrarnos con el Camino del Cerruco que seguimos hasta la siguiente intersección, en este punto coincidimos con tres jinetes que nos indican el camino a seguir, unos metros más adelante a la izquierda del camino nos hacen una demostración hípica que se la ve que la tienen entrenada, vuelven al camino y se van al trote, nosotros no, nosotros nos vamos pausadamente porque estamos pensando que este camino nos llevara a Nava, pero una gran parte del recorrido tendríamos que ir por carretera,  media vuelta y en el cruce anteriormente mencionado nos vamos hacia el sur, donde nos encontramos de nuevo con nuestro ya amigo arroyo Balisa que cruzamos por un bonito y deteriorado puente de ladrillo. Antes de dejar atrás a los sembrados y entrar de nuevo al pinar, coincidimos con dos viajeros conocedores del terreno que nos dan sobradas indicaciones que a posteriori nos vendrán muy bien. Gracias y adiós. 


Puente de tochos de las ladrilleras de Nava.

Nos encontramos de nuevo en la Cañada Real Leonesa Oriental antes de llegar al paso inferior por el que cruzamos ayer las vías y que pensábamos cruzar hoy también, pero aquí tenemos que sopesar pros y contras. Nos atacan ráfagas de viento "sazonadas" con algunas gotas de agua que nos amenazan con posibles chaparrones, lo que nos hace pensar en seguir el camino indicado por los caminantes que nos lleva paralelo a las vías de AVE, que al ir elevadas sobre el nivel del terreno natural nos resguardan del intenso y molesto viento que hace. Poco tiempo tardamos en darnos cuenta de lo bien que nos defiende el terraplén de las inclemencias. Cruzamos SG-P-3432 a la altura del polígono de Coca; llegamos a la altura de Las Salinas donde cruzamos un puente para marchar de nuevo paralelos a las vías, pero ahora por la margen contraria y, afortunadamente, como todo buen ingeniero debe saber, un objeto puesto al viento corta el aire a sota y barlovento, que es precisamente lo que necesitamos hoy. Llegamos al lugar de Matabuey donde nos separamos de las vías con dirección sur. Nos encontramos de nuevo andando por el camino de Santiago…

Camino de Madrid a Santiago.

Alegría al ver recortada al fondo la silueta de Nava, porque rachas intermitentes de calabobos nos empapan ¡démonos prisa!


Al fondo Nava de la Asunción.

Llegamos a la meta, o eso creíamos, charlamos con un peatón, le preguntamos por la antigua estación, nos da las indicaciones pertinentes, estamos al lado, en cinco minutos nos presentamos en su puerta. Sorpresa y entusiasmo, como no puede ser de otra manera, cuando descubrimos la primera estación de todo el recorrido cuidada y en uso. Dado el hermanamiento al que ha llegado el Comando Peñota con la Vía Verde, descubrir que por lo menos hay una estación aprovechada nos colman de felicidad. Vemos que entre otros usos tiene el de museo del poeta de la generación del 50 Jaime Gil de Biedma, que vivió gran parte de su vida en Nava de la Asunción. Mirando a la puerta de la estación vemos que han construido la piscina municipal también en terrenos de Renfe, que ha sido el obstáculo que no nos permitió ver la estación ayer. Vista la estación, o mejor dicho, el museo de Jaime Gil de Biedma, "arriamos velas" y nos despedimos de Nava hasta la próxima.

Antigua estación, hoy Museo Gil de Biedma



Fachada noroeste.


P.D. Tenemos que decir que nos ha sorprendido gratamente ver a este pueblo situado dentro de las tierras de Santa María la Real de Nieva. Pedimos perdón a todos los naveros, la carencia de cultura provincial nos llevaba a pensar que era un pueblo de los muchos que tenemos por Segovia, pero no, lo que nos hemos encontrado es un pueblo de 2800 habitantes que nos ha dejado boquiabiertos ver su dinamismo, parque empresarial, la laboriosidad, como está de bien cuidado, que mantiene su población, y además puede vanagloriarse de tener un equipo de balonmano en primera división del que todo el pueblo está orgulloso. Para nosotros, que afortunadamente le hemos conocido gracias a nuestro propósito de hacer la Vía Verde, nos ha encantado ver cómo han mantenido las antiguas instalaciones de la estación para hacer el museo a Jaime Gil de Biedma, cosa que no se ha hecho en San Rafael, pueblo en el que también vivió, concretamente cuando comenzó la guerra civil, vivía en la antigua casa que había en la finca de El Robledal que era propiedad de su abuelo. Desde aquí emigraron a Nava de la Asunción donde su familia era propietaria de la Casa del Caño donde pasó mucho tiempo. Allí sanó de un episodio de tuberculosis que sufrió. Posteriormente acogería a varios escritores contemporáneos suyos. De Nava dijo que era su reino y de hecho sigue y seguirá siéndolo "in saecula saeculorum", porque como dejo escrito reposa allí. Es obligado decir lo mucho que hemos disfrutado de esta etapa, y por supuesto de Nava de la Asunción, donde no tardando mucho tendremos que volver. 



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