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martes, 15 de octubre de 2024

12ª de La Vía Verde

 

02-03-24

12ª de La Vía Verde  

Desde que comenzáramos a pensar en el proyecto de hacer La Vía Verde, nos llamó poderosamente la atención el nombre del pueblo que será la salida de la etapa de hoy. ¡Nos encanta! … Ciruelos de Coca y por fin aparcamos en su plaza Mayor, donde nos llama la atención de la impecable e higiénica iglesia de San Cipriano (San Cipri). Cuando leemos que data de la edad media, nos quedamos pasmados; nos da la sensación de que su construcción fuese más moderna. En la fachada principal el sencillo pórtico es muy atractivo; vemos a la puerta en centro en la nave, rematada con una ventana semicircular, las dos enmarcadas por un cerco de ladrillo rematado en arco de medio punto… Mención aparte se merece la estilizada torre del campanario que se la ve cuidada, (parece una modelo) sus múltiples ventanas acogen campanas de diferentes "tallas", la que nos está mirando de frente es mayúscula, por encima de ella vemos un nido de cigüeñas deshabitado  y que pensamos será por mucho tiempo dada la cercanía de la veleta, no nos imaginamos a la cigüeña perdiendo un ojo cuando estira el cuello y es atacada por la flecha impulsada por una racha de viento violenta, también vemos como en muchas ocasiones los cigoñinos baten sus alas con el afán de entrenarse para comenzar a volar y la misma saeta furiosa de aguantar los vendavales les desplume sus tiernas "alitas de cigoñino" conclusión, ese nido nunca va tener problemas con los okupas.

Iglesia de "San Cipri".

La fachada sur se nos presenta sencilla, austera, delicada, pero bonita, vemos que la cubierta de la nave central está recientemente reformada, cinco arcos rebajados permiten la entrada de todas las bondades del sol, luz, vitamina D y calor, muchos días habrá en los que se pueda disfrutar de dichos beneficios en la bonita galería realizada en lo que podríamos llamar "románico modernista Segoviano" con líneas sencillas y delicadas a la vista, por esta cara en el campanario la ventana que da al sur vemos una campana que ha sido prisionera de la tribu amazónica de "los Jibaros" que han transformado una gran campana a un campanillo para llamar a comer, desde luego hay una cosa clara, lo que estamos viendo es una iglesia sencilla pero atrayente. (Tremenda sorpresa nos llevamos al leer sobre las campanas y descubrir que la campana más grande que se ha construido se hizo en los Países Bajos con un peso de 25,7 toneladas para los juegos olímpicos de 2012 en Londres, suponemos que cuando la hagan repicar se oirá hasta en Edimburgo).

Fachada porticada.

Rodeamos la iglesia para irnos por la calle Sotillo con dirección a la antigua estación, que nos la encontramos en buen estado en comparación con las demás estaciones del recorrido, exceptuando la de Nava de la Asunción, que como comentábamos en la etapa anterior sigue en uso como museo y empleos múltiples.

Estación.


Desde el sur.

Rumbo sureste, curiosamente nos encontramos pasando por una pequeña trinchera en mitad de la meseta segoviana, atravesamos la llanura que nos lleva hasta la ligera curva que hay en el paraje de El Palomar. Pasado un camino que lleva a Villagonzalo de Coca, donde iremos a la vuelta, vemos a nuestra derecha lo que parece un clon del refugio del Batan al cual nos acercaremos de nuevas. Está en perfecto estado gracias a que la asociación Los Azafranales de Coca lo reformó hace siete años. Como reza una pequeña placa, le han dejado al refugio de San Benito más guapo que un San Luis.

"San Benitiño"

Atravesamos de nuevo los pinares segovianos disfrutando de las esencias que desprende la explotación resinera, hoy un poco enmascarada por el ambiente húmedo que tenemos…

Recta de Villagonzalo.

"Heridas de guerra:

Camuflada entre pinos nos sorprende la que fuera antigua estación de viajeros de Coca, de estilo muy diferente a todas las vistas anteriormente. Vemos que la han visitado recientemente personajes más famosos que el Comando Peñota, unos metros más adelante vemos las ruinas de las varias y grandes naves empleadas antiguamente para la recogida, almacenaje, y expedición de mercadería de todos los pueblos de los alrededores, que en su día era considerable.

Estación de Coca.

Tarjeta de visita del nieto de Bertín.

Antiguo almacén.

Cruzamos bajo el puente que libra la carretera que va de Coca a Santiuste de San Juan Bautista en el que un ilustrador anónimo ha dibujado "un paixaro tornasolado".

Pájaro multicolor.

Salimos y al fondo, no muy lejos, se nos muestra el puente de hierro que salva el río Voltoya. Llegamos y antes de cruzarle nos desviamos a la derecha para llegar al que fuera el comedor en el que disfrutamos de "las delicias de Berna" en la anterior etapa y que hoy repite cometido. Estamos hablando del refugio de El Batan, "albergue gemelo" del anteriormente visto y nombrado refugio de San Benito. Toca fajina, nos vais a perdonar, pero vamos al meollo del asunto que ahora mismo no es otro que disfrutar de nuestro esperado bocata, ¡qué rico! Como era pequeño, damos buena cuenta del mismo rápidamente. Cuando salimos, nos encontramos de frente con los dos puentes de diferentes épocas y metodologías que nos retrotraen a diferentes épocas, utilidades, tecnologías y funciones, ¡caramba! Una, dos, tres, cuatro gotas, mal presagio, ¡emigremos!

Nuestro comedor por duplicado.

Que raro, no hemos bebido y vemos dos puentes.

Cuando cruzamos de nuevo bajo el puente del pájaro multicolor y antes de salir del mismo nos tenemos que poner "os chubasqueiros", la meteorología empeora, pasamos de nuevo de largo por el área de descanso de la estación de Coca que se nos había pasado por la cabeza como posible comedor, pero hemos acertado porque nos le encontramos mojado.



Hay ocasiones en que la mente vuela a la vista de cualquier detalle, en este caso, la visión de los restos de un fenomenal ejemplar de PINO nos ha llevado a los tiempos de la formación del Comando Peñota allá por 1980, año en el que triunfaba la canción "Ma quale idea" que cantaba el recientemente fallecido PINO D'Angió, pionero del rap italiano. Bonitos y jóvenes recuerdos de aquellos tiempos nos vienen a la cabeza.

Despertamos de nuestra fantasía y cruzamos la carretera que va de Coca a Villagonzalo de Coca, visita que teníamos en mente, pero la climatología se ha encargado de olvidarnos de la idea.

Un gran ejemplar que desafortunadamente ha caducado.

Dejamos por segunda vez a nuestra espalda la estación de Coca, el refugio de "San Benitiño" (al que como a nosotros le gusta mucho el pan de Porriño), y apretamos el paso, parece mentira, pero como nos predijo el cartel adivinador que vimos ya hace unos días.


"Mal se le pone el ojo a la gata".

Genuinos esquimales segovianos.

Dejamos atrás el dudoso abrigo de los pinares para entrar de lleno a la "planicie de Ciruelos de Coca". Hacemos un alto en el camino para hacer "una mirada al pasado" para disfrutar de la belleza y metamorfosis sufrida entre la ida y la vuelta.

Por aquí pasó el Comando Peñota.

Aunque parezca mentira, vamos disfrutando de la etapa, soñando en blanco y negro, aprovechando los decorados que nos rodean. De nuevo nuestro cerebro fantasea y nos transporta a la tundra rusa donde el doctor Andréyevich Zhivago, entristecido, ve como Larisa Antípova, su amante, se separa de él por última vez, desasosegada, triste y dolorosa.

Adiós Larisa.

La melancolía se transforma en jubilo cuando vemos que la meta está cercana.

Ciruelos blanqueado.

Cuando rematamos la etapa en el mismo punto que empezáramos por la mañana, con una salvedad, vemos con menos claridad la iglesia de San Cipriano. Hay menos luz, incluso los grandes copos que caen "pican de viruela" la postal. Nos quitamos los achiperres, nos montamos en el coche y nos vamos despacio, muy lentamente. La carretera se pone realmente peligrosa hasta Valverde del Majano. En el camino vemos varios coches accidentados. Nos ha pillado la nieve desprotegidos y sin cadenas.

"Copus caen"

P.D. Este verano estábamos pendientes de este post, cuando nos asombra la crónica que nos anuncia la celebración del próximo Arrea Majo Festival. Hasta aquí todo bien, lo realmente curioso es el lugar de la celebración, que no es otro que "LA PLAZA MAYOR DE CIRUELOS DE COCA". Más sorprendidos nos quedamos cuando leemos que en la anterior edición, dos años atrás, con dos mil asistentes, ¡madre mía! imposible imaginar la paz vivida en ese lugar rota por una tropa con ganas de disfrutar de la música un fin de semana largo entero, en la portada del post podemos ver la plaza mayor repleta de gente, nos gusta ver que comienzan con un "festi-bocata" para empezar con el estomago en buenas condiciones par lo que viene después, que son entre otros los conjuntos, Malos Versos, los Ala de Mosca, La Electrocharanga Motociclones, Los Afonica Naranjo, etc., a la vista de los nombres de los grupos que tocaban en el festival nos quedamos hasta con ganas de ir a ver el concierto y el pos-concierto para ver el estado en el que se quedó "LA PLAZA MAYOR DE CIRUELOS DE COCA" que suponemos no sería muy malo cuando esta es la quinta edición.


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martes, 1 de octubre de 2024

11ª de La Vía Verde Capitulo 2º Coca --> Nava

 


26-02-24

11ª de La Vía Verde  

Capitulo 2º Coca --> Nava  


Pronto llega los "solis ortus", los "cornos y los lituus" tocando todos a diana floreada y comenzamos el día haciéndonos un tres en uno; desayunamos, nos despedimos y arrancamos.

 

A continuación, lo primero que hacemos es una visita obligada por el exterior del famoso castillo de Coca, una joya con una historia realmente fascinante como todas estas enormes fortalezas con siglos de vida, empezando porque en este caso fue a un arzobispo de Sevilla al que se le concedió la licencia para construirle a mediados del siglo XV, aunque sería un sobrino suyo el que encargaría el comienzo de las obras en el año de 1473. Su estilo es el gótico mudéjar. Dentro de las múltiples curiosidades que leemos sobre él, nos llaman la atención las diversas circunstancias que se dieron hasta llegar a formar parte del patrimonio de la Casa de Alba, como casi la totalidad de España, que después de ver cómo sufrió un tremendo deterioro y mil historias ocurridas dentro del recinto, en 1954 lo cedió al ministerio de agricultura por el curioso periodo de 100 años menos un día. El Ministerio se encargó de su restauración para posteriormente acoger la Escuela de Capacitación Forestal, función a la que se sigue dedicando a día de hoy, aparte de acoger visitas guiadas.


De fabula.

Después de disfrutar del fascinante castillo de Coca, nos vamos hasta la plaza que se haya frente a la Puerta de la Villa. Aquí tomamos la calle Icona de la que salimos por la calle Frontón donde nos encontramos en la entrada a una parcela de nuevo con otro, ahora pequeño homenaje al resinero. Imaginamos que el dueño o su padre trabajaría en ello.
    
El resinero cerámico.

Dejamos atrás a Coca con todo el dolor de nuestro corazón, pero sabemos que volveremos. Vamos por el camino de Moraleja de Coca hasta encontrarnos con el Camino del Cerruco que seguimos hasta la siguiente intersección, en este punto coincidimos con tres jinetes que nos indican el camino a seguir, unos metros más adelante a la izquierda del camino nos hacen una demostración hípica que se la ve que la tienen entrenada, vuelven al camino y se van al trote, nosotros no, nosotros nos vamos pausadamente porque estamos pensando que este camino nos llevara a Nava, pero una gran parte del recorrido tendríamos que ir por carretera,  media vuelta y en el cruce anteriormente mencionado nos vamos hacia el sur, donde nos encontramos de nuevo con nuestro ya amigo arroyo Balisa que cruzamos por un bonito y deteriorado puente de ladrillo. Antes de dejar atrás a los sembrados y entrar de nuevo al pinar, coincidimos con dos viajeros conocedores del terreno que nos dan sobradas indicaciones que a posteriori nos vendrán muy bien. Gracias y adiós. 


Puente de tochos de las ladrilleras de Nava.

Nos encontramos de nuevo en la Cañada Real Leonesa Oriental antes de llegar al paso inferior por el que cruzamos ayer las vías y que pensábamos cruzar hoy también, pero aquí tenemos que sopesar pros y contras. Nos atacan ráfagas de viento "sazonadas" con algunas gotas de agua que nos amenazan con posibles chaparrones, lo que nos hace pensar en seguir el camino indicado por los caminantes que nos lleva paralelo a las vías de AVE, que al ir elevadas sobre el nivel del terreno natural nos resguardan del intenso y molesto viento que hace. Poco tiempo tardamos en darnos cuenta de lo bien que nos defiende el terraplén de las inclemencias. Cruzamos SG-P-3432 a la altura del polígono de Coca; llegamos a la altura de Las Salinas donde cruzamos un puente para marchar de nuevo paralelos a las vías, pero ahora por la margen contraria y, afortunadamente, como todo buen ingeniero debe saber, un objeto puesto al viento corta el aire a sota y barlovento, que es precisamente lo que necesitamos hoy. Llegamos al lugar de Matabuey donde nos separamos de las vías con dirección sur. Nos encontramos de nuevo andando por el camino de Santiago…

Camino de Madrid a Santiago.

Alegría al ver recortada al fondo la silueta de Nava, porque rachas intermitentes de calabobos nos empapan ¡démonos prisa!


Al fondo Nava de la Asunción.

Llegamos a la meta, o eso creíamos, charlamos con un peatón, le preguntamos por la antigua estación, nos da las indicaciones pertinentes, estamos al lado, en cinco minutos nos presentamos en su puerta. Sorpresa y entusiasmo, como no puede ser de otra manera, cuando descubrimos la primera estación de todo el recorrido cuidada y en uso. Dado el hermanamiento al que ha llegado el Comando Peñota con la Vía Verde, descubrir que por lo menos hay una estación aprovechada nos colman de felicidad. Vemos que entre otros usos tiene el de museo del poeta de la generación del 50 Jaime Gil de Biedma, que vivió gran parte de su vida en Nava de la Asunción. Mirando a la puerta de la estación vemos que han construido la piscina municipal también en terrenos de Renfe, que ha sido el obstáculo que no nos permitió ver la estación ayer. Vista la estación, o mejor dicho, el museo de Jaime Gil de Biedma, "arriamos velas" y nos despedimos de Nava hasta la próxima.

Antigua estación, hoy Museo Gil de Biedma



Fachada noroeste.


P.D. Tenemos que decir que nos ha sorprendido gratamente ver a este pueblo situado dentro de las tierras de Santa María la Real de Nieva. Pedimos perdón a todos los naveros, la carencia de cultura provincial nos llevaba a pensar que era un pueblo de los muchos que tenemos por Segovia, pero no, lo que nos hemos encontrado es un pueblo de 2800 habitantes que nos ha dejado boquiabiertos ver su dinamismo, parque empresarial, la laboriosidad, como está de bien cuidado, que mantiene su población, y además puede vanagloriarse de tener un equipo de balonmano en primera división del que todo el pueblo está orgulloso. Para nosotros, que afortunadamente le hemos conocido gracias a nuestro propósito de hacer la Vía Verde, nos ha encantado ver cómo han mantenido las antiguas instalaciones de la estación para hacer el museo a Jaime Gil de Biedma, cosa que no se ha hecho en San Rafael, pueblo en el que también vivió, concretamente cuando comenzó la guerra civil, vivía en la antigua casa que había en la finca de El Robledal que era propiedad de su abuelo. Desde aquí emigraron a Nava de la Asunción donde su familia era propietaria de la Casa del Caño donde pasó mucho tiempo. Allí sanó de un episodio de tuberculosis que sufrió. Posteriormente acogería a varios escritores contemporáneos suyos. De Nava dijo que era su reino y de hecho sigue y seguirá siéndolo "in saecula saeculorum", porque como dejo escrito reposa allí. Es obligado decir lo mucho que hemos disfrutado de esta etapa, y por supuesto de Nava de la Asunción, donde no tardando mucho tendremos que volver. 



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jueves, 5 de septiembre de 2024

11ª de La Vía Verde Capitulo 1º Nava --> Coca


 24-02-24

11ª de La Vía Verde  

Capitulo 1º Nava --> Coca       

En la etapa anterior, hablando con un vecino del pueblo que nos encontramos paseando, nos sacó de nuestro error: no se dice NAVAS de la Asunción, se dice NAVA de la Asunción. Por nuestra parte le comentábamos que vecinos nuestros eran los pueblos de las Navas de San Antonio, Navas de Río Frío y las Navas del Marqués; por ese motivo pensábamos equivocadamente que se decía Navas de la Asunción.

Vamos por la carretera SG-342 que va de Nieva a NAVAS de Oro, pasando por NAVA de la Asunción que es el punto de partida de la etapa de hoy. Antes de entrar nos queda claro que nuestro interlocutor de marras sabía de lo que hablaba a la vista del cartel que nos recibe en la antesala del pueblo, al tiempo que nos ilustra de su patrimonio y nos añade el dato que también desconocíamos: que en él nació el poeta Jaime Gil de Biedma.                                   



Aparcamos y nos damos un pequeño paseo antes de acercarnos a la plaza de la iglesia. Vemos la curiosa utilidad que le han dado a una, ya, de las semi desaparecidas cabinas de teléfonos: la han reciclado convirtiéndola en una "bibliocabina", bonito y provechoso detalle.
 

Bonito y buen detalle.                    

En la plaza Mayor vemos la imponente iglesia con su bonito pórtico románico; la gran mayoría del resto está realizado con el conocido por aquí como "Aparejo Pinariego" formado por paneles recercados con ladrillo, no es el caso del artístico cimborrio octogonal que está elaborado únicamente con ladrillo.


Iglesia de la Asunción

En la robusta fachada oeste resalta la torre románica recrecida posteriormente con un poli campanario rematado con un reloj que a simple vista "no parece románico".


Hace siglos sería el rascacielos de Nava

Comenzamos la etapa callejeando; vemos el colorido cole acordonado por plataneros podados negligentemente con esos troncos y esas ramas "musculosas" que parecen recién salidos del gimnasio. Son los malotes del pueblo.


"El cachas"          

Antes de salir del pueblo pasamos por la estilizada ermita del siglo XVI del santo Cristo de la Expiración, con su espadaña del siglo XVIII y una gran restauración que tuvo lugar en el año 1968, que explica su perfecto estado.


Laboriosa fachada de ladrillo

Llegamos a la Vía y tomamos rumbo noroeste. Nada más comenzar tenemos un "deja vu", a la izquierda nos encontramos con la "chimenea de la Estación de El Espinar". Pronto se nos pasa el espejismo, le falta el relieve que nos indica su año de ejecución 1901; lo que no le falta son las cigüeñas.


La fotocopia

Al igual que viéramos en la etapa anterior, también están plantando arbolitos en ambos lados en el tramo que se haya expuesto a los vientos, con el añadido de las obras de arte rural.


El búho de levante

Y los búhos de la umbría y de poniente.

Cuando dejamos de prestar atención al arte rural y ampliamos el campo de visión, se nos aparece delante otra interminable recta segoviana; afortunadamente no hace viento.

Hasta el infinito y más allá

Antes de abandonar la meseta nos encontramos con la laguna de los tres chopos, producto de las últimas aguas caídas. Esta zona absorbe muy despacio el agua; se forman infinidad de charcas, algunas muy grandes, pero ninguna como ésta ¡es preciosa! Está situada en el paraje denominado con el contundente topónimo de Los Bodonazos y que le viene como anillo al dedo a este último tramo por algunas charcas que acabamos de pasar.

Preciosa la balsa

Atravesamos la Cañada Real Leonesa Oriental que cruza perpendicularmente la Vía Verde; a partir de aquí nos vemos envueltos de nuevo por esa fragancia que ya nos resulta familiar y apreciada, inmersos en la Tierra de Pinares escoltados por miles de pinos resineros… Continuamos la larga recta hasta llegar al kilómetro 117,700 donde cruzamos por debajo de la línea del AVE en el paraje de San Benito. Desde aquí continuamos paralelos a las vías hasta el antiguo puente que utilizaba la línea férrea Segovia Medina que cruza el río Voltoya que nace en nuestro término municipal. Recientemente ha sufrido una gran transformación para convertirlo en una pasarela para el uso de los viandantes de la Vía Verde. Nos asomamos para ver el discurrir del río 28 metros más abajo.

Está como nuevo

Una vez pasado el puente y a unos pocos metros a la izquierda de la Vía nos encontramos con el refugio del Batan; desde su puerta observamos dos estructuras de diferentes técnicas.

A la diestra vemos una estructura de hormigón de 176 metros de longitud y 48 de altura, construido recientemente, hecho para el uso y servicio de la línea del AVE en el tramo que va de Segovia y Valladolid. Como diría el abuelo Félix, como ha cambiado la vida y las vías, había una cosa que nos llamaba la atención poderosamente, pero después de ver fotografías de la ejecución del puente, nos ha quedado claro que posteriormente tuvieron la delicadeza de arreglar el cauce del río y repoblar sus márgenes.


Puente nuevo de hormigón

A la siniestra tenemos el renovado puente con ciento dos años de edad, aunque no lo parezca, que sin moverse del sitio ha formado indirectamente parte de la historia de todos los pueblos por los que circulaba la línea de Segovia a Medina, beneficiosa mientras funcionó y claramente desfavorable cuando cesó su servicio, dejando a todos ellos "mutilados" al amputarles las prestaciones del transporte de viajeros y utensilios. Hace unos pocos años se le renovó para darle su uso actual; una vez pasado por las manos de los "cirujanos plásticos" le han dejado precioso flanqueado por pinos, alguno centenario como el puente.


Puente centenario de hierro

¡Y llegó la hora feliz! ¡La hora del bocata! Entramos a nuestro comedor del día de hoy, el refugio del Batan, que afortunadamente unos voluntarios le han reformado recientemente. Claramente le haría falta una pequeña limpieza, pero tiene sus bancos y el terreno no da la sensación de correr peligro de incendio, con lo cual podríamos hacernos una barbacoa.

El refugio

 Con los huecos rellenos retomamos un camino arenoso que transcurre por el paraje de Los Aguatochos que nos deposita frente al monumento al resinero ubicado en el cruce de carreteras que está en el sitio del Pago del Convento.

El resinero "inoxidable"

Ya nos vamos por la SG-V-3431 al Puente Chico, que por sus bajos deja pasar las tranquilas aguas de los últimos metros de la placentera vida del Voltoya antes de depositarlas en el Eresma a los pies del Domus de los Cinco Caños (Excavaciones romanas de los siglos I-II D.C.).

No tiene prisa, sabe que le falta poco para acabar su breve "vida"

Pues eso.

Después de una pequeña subida, nos encontramos un cartel que nos indica que hemos llegado a la histórica villa de Coca.

Monumental y poliglota villa de Coca

Muchos y buenos recuerdos tenemos de Coca, villa con miles de años de historia.

Llegamos a las puertas del IES Cauca Romana (historia compartida). En su fachada vemos dos placas conmemorativas; la primera es en agradecimiento a Goscinny, creador de los tebeos de Axterix y Obélix, que, en su capítulo titulado Axterix en Hispania (publicado en el año 1969), relata que los galos visitaron la villa de Coca. Sabida es la afición de sus personajes a mitigar su apetito a base de jabalíes; imaginamos que a su paso por Coca descubriría el cochinillo asado por "Candidum Mesonerum" y desde ese día el precio del cochinillo se puso por las nubes.

Agradecimiento a Goscinny


El segundo reconocimiento es para el supremo hacedor de las letras, DON MIGUEL DE CERVANTES, que además de su famosísimo texto en el que cuenta las andanzas de Don Quijote y Sancho escribió unas novelas ejemplares, entre las cuales está la titulada El Licenciado Vidriera (una joya), escrita en el año 1613 y en la que se elogiaban los ridcos vinos de la zona de Coca. No queremos ser mal pensados, pero, ¿podría ser este uno de los motivos del asentamiento de los romanos en Cauca?


Agradecimiento a Cervantes

Cruzamos el arco que da paso a la plaza con el mismo nombre; en ella descubrimos un busto de Teodosio I, nacido en Coca y que posteriormente sería el último emperador del imperio romano antes de asistir a su división. Se le conoció como Teodosio el Grande. Detallar toda su historia necesitaría de varios volúmenes, pero un dato significativo fue el impulso que dio al cristianismo dentro del imperio, motivo este por el cual se enfrentó al arrianismo y convivió con el paganismo, lo que le permitió ser emperador durante dieciocho años. 

Estamos leyendo sobre el emperador caucense cuando se nos muestran datos que no podemos obviar. Entre otros muchos vemos que el busto es obra del escultor Santiago de Santiago. En 1971 se inauguró una fuente situada en la plaza de la iglesia en la que se situó el busto, todo ello donado por el Mesonero Mayor de Castilla Cándido López, nacido 1556 años más tarde que Teodosio el Grande, también en Coca.



En la plaza mayor vemos la imponente iglesia gótica de María la Mayor; su cuerpo central de una altura imponente es íntegramente de ladrillo; únicamente los refuerzos están hechos con piedra caliza. Es bella, magnífica.

Santa María.

En la trasera que da a la calle Hontanilla, vemos adosada la no menos impresionante torre campanario, también realizada con ladrillo y para añadirla más altura, a principios del siglo XX la coronaron con una cúpula octogonal con cuatro relojes mirando a los cuatro puntos cardinales…

Imponente


También en la plaza Mayor vemos el edificio de la Villa y Tierra de Coca, realizado a principios del siglo pasado. Los excesos económicos que se hicieron por esas fechas nos hacen pensar que corrían buenos tiempos en lo que a economía se refiere.

Preciosa fachada.

Antes de acabar el día nos acercamos a los jardines situados en la calle Canonjía (nos encanta el nombre) allí disfrutamos de la Torre mudéjar de San Nicolás, reliquia de la que otrora fuese iglesia del mismo nombre y que curiosamente perdura lo que parecería más frágil, su preciosa torre. 

Esbelta a sus ochocientos años.


Aquí hacemos una pausa hasta mañana. Nos vamos con nuestros anfitriones que nos tienen preparada una sorpresa culinaria, dicen.



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